Gustavo Flores se consagró como el nuevo ganador de Los ocho escalones del millón el jueves por la noche. Su sueño era juntar dinero para poder comprar dos computadoras, una para él y otra para su hija, ya que ambos están estudiando y no tienen con qué hacerlo. Pero además, conmovió al jurado tras dar a conocer su historia de vida: papá de Melanie, cuida además a su sobrino desde que este tiene seis meses ya que su hermano falleció en un accidente.
“Gustavo arranca, que es seguridad Gustavo, y que con el millón, ¿quiere comprar computadoras?”, dijo Guido Kaczka y el concursante explicó: “Sí, porque mi hija está estudiando Diseño Gráfico y la computadora que necesita es bastante potente y bastante cara. Y yo estoy estudiando profesorado de Literatura y también necesito una computadora, porque el año pasado hice el primer año con un celular todo el año y costó, cuesta escribir informes en el celularcito”.
El juego continuó y junto con Tomás, de 23 años y piloto, fueron subiendo escalón a escalón hasta llegar a la final, donde tuvieron que responder las preguntas del jurado, esta vez integrado por Carmen Barbieri, Ingrid Grudke, Nicole Neumann, Jimena Monteverde y Antonio Grimau. El anteúltimo escalón se definió por aproximación, el primero en subir fue el joven y Gustavo luego tuvo que desempatar nuevamente por aproximación con Florencia.
Al llegar a la final, el empleado de seguridad no pudo contener las lágrimas. “Largá que hace bien, acá hay que mostrar el sentimiento, felicitaciones”, lo alentó Ingrid y él pidió disculpas. Luego Carmen siguió: “Ay, cuánta emoción, maravilloso. ¿Quieren una copa de agua?, seguramente sí, ¿Gustavo, una copita de agua? ¿Te tenías fe? Estás emocionado, los ojos llenos de lágrimas”.
“¿Por qué te emocionas tanto?, contame”, le pidió pero no pudo seguir: “Si hablo lloro”. Luego contó que solo sabían su mujer y su hermana, Miguelina, que competiría en el ciclo de El Trece. “¿Tu hija a la que le vas a regalar la computadora no?”, preguntó curioso Guido y él respondió, creyendo que su esposa ya le contó: “Seguro que lo sabe”.
Luego de una final peleada, se consagró ganador y al escuchar el resultado, nuevamente no pudo contener la emoción. Antes de agarrar el cheque, se fundió en un abrazo con el conductor, que luego contó su historia de vida: “Ahí está entonces, el ganador del millón de pesos. Gustavo Flores, que trabaja en seguridad hace diez años. En algún momento fue gerente de una heladería, estudia el profesorado de Literatura, está en segundo año, en el Instituto de las Abuelas de Plaza de Mayo, en Avellaneda. Vive en Villa de la Florida, en Quilmes. Vive con Alejandra, y con su hija Melanie, que para ella es la computadora”.
“Crió a su sobrino desde los seis meses, porque su hermano, bueno, tuvo un accidente, esto es lo que escribiste, lo que contaste, que seguro es todo lo que andas recordando, un accidente que tuvo el hermano y él está con su hijo porque falleció, ¿cómo se llamaba? Daniel. Uy quiere comprar computadoras para él y para la hija”, relató el conductor, mientras Gustavo lo escuchaba emocionado y recordaba a su hermano.
“Una historia realmente fuerte la tuya, por eso la emoción. Te tengo fe para el segundo millón”, cerró Carmen alentándolo para el programa que se emitirá esta tarde y en el que Gustavo tendrá la oportunidad de competir nuevamente por un millón de pesos. “Bueno vamos a ver que contesta”, interrumpó Guido, ya que la pregunta que parecía más de rutina que otra cosa, tomó otro significado desede que hace unos días un participante dijo que no quería volver al juego porque se había estresado. No fue el caso del ganador del jueves, que hasta bromeó: “Yo me quedó acá, no me voy”.
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