Christina Ricci: niña prodigio del cine, adolescencia entre la fama y la tristeza, y su vida en peligro por un esposo violento

Se hizo conocida en el mundo entero con tan solo 10 años por su papel en el filme Los locos Addams. Con un talento innato, superó la maldición de los actores precoces. Ya consagrada atravesaría el infierno, del que logró escapar. Y ya no quiere callar más

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Christina Ricci (Foto: Getty Images)
Christina Ricci (Foto: Getty Images)

Uno de los grandes éxitos del cine en 1991 fue Los locos Addams. Esta divertida comedia de humor negro, muy distinta a las que solían producirse por entonces, logró que el publico resignificara los personajes que habían sido lanzados en la serie homónima de 1964, como Largo, Dedos y el Tío Cosa. Además, Anjelica Huston y Raúl Juliá se ganaron el cariño de todos con la entrañable pareja de Morticia y Homero. Pero hubo una niña que acaparó una atención especial: con apenas 10 años, Christina Ricci sorprendió por la manera de desenvolverse en el personaje de Wednesday Addams.

Eran tiempos felices para Christina. Sin ir más lejos, a partir del filme comenzó a obtener papeles con mayor rigurosidad. Y ella, mientras tanto, combinaba a la perfección el colegio con las horas de filmación. A los 12 años reafirmó sus condiciones cuando salió a la luz Los locos Addams II. “Fueron mis días de gloria. He disfrutado de algunas experiencias increíbles y me encantaba trabajar cuando era pequeña, y que me dijeran que tenía talento”, contó tiempo después en Glamour.

Sin embargo, Ricci se topó con un bache al alcanzar los 13 años. Sucedió que sus padres se separaron. Tanto la actriz como sus tres hermanos mayores se mudaron con su madre y desde ese entonces, nunca más vieron a su papá. Eso la llevó a repensar, pese a su corta edad, qué iba a ser de su vida artística. Pronto entendió que allí encontraba felicidad, y siguió esos pasos para escapar del sufrimiento.

Christina Ricci y su terroríficamente
Christina Ricci y su terroríficamente adorable Wednesday Addams

Su carrera había arrancado gracias a la mamá de un compañero de colegio, quien al notar que en las obras de los actos escolares esa niña tenía tanto potencial, habló con sus padres para aconsejarles que la llevaran a tomar clases de interpretación. Sin embargo, Christina no dio tan fácil ese primer paso: sus progenitores se oponían, pero el resto de la familia la respaldaba. “Mis hermanos intimidaron a mi madre para que me dejara tomar la decisión. Y estaban tan metidos en eso... pensaron que sería divertido verme en la televisión. Y yo estaba como: ‘Claro, haré cualquier cosa para hacer que los chicos se rían’”, contó Ricci en The Guardian.

Y en eso estaba, entreteniendo a propios y extraños, hasta que llegó el momento en el cual logró el quiebre. A menudo, los niños que se dedican a la actuación enfrentan el trauma de la transición: quedan empantanados en los papeles que llevaron adelante en la etapa inicial de sus carreras y no consiguen escapar de ahí. Con el paso de los años, las oportunidades van escaseando hasta que las mismas puertas del mundo del espectáculo, antes abiertas por completo, se clausuran. “Mi vida laboral ha tenido altibajos, pero estoy aquí. Pude pasar una barrera y quedar de este lado, recordando mi comienzo, pero entendiendo que ya no soy esa”, advierte una Christina madura.

Christina Ricci y Winona Ryder,
Christina Ricci y Winona Ryder, compañeras en Sirenas, estrenada un año antes de Los locos Addams

La consolidación llegaría a los 23 años cuando la convocaron para acompañar a Charlize Theron en la premiada Monster. Un drama que le significó a Ricci el ingreso a otro estilo de cine, ya poniéndose en papeles más complejos a los que venía realizando. Hasta se lo tomo con humor cuando se lo preguntaron. “Al principio pensé: ‘Oh Dios, es tan extraño’, porque durante años fui la más joven, aunque no actué de acuerdo con mi edad. Solo recuerdo que sucedió gradualmente: de repente los asistentes personales se volvían más jóvenes, y luego, de repente los jefes de departamento eran más jóvenes que yo. Eso era extraño. Pero ahora me acostumbré. Soy un adulto y tengo que lidiar con ese hecho”.

Más allá de esto, atesora los recuerdos de cuando era una nena que jugaba a actuar, y luego una adolescente que se lo tomaba muy en serio. “Me encantaba ser buena en algo. Y me gustaba mucho todo el apoyo positivo que recibía a diario. Me gustaba contar con la oportunidad de utilizar mi imaginación a diario de una forma que creaba cosas. Resultaba genial poder hacer eso siendo tan pequeña. Fui muy feliz”.

Christina Ricci y su ex
Christina Ricci y su ex esposo, James Heerdegen (Foto: Getty Images)

En medio de la felicidad absoluta, el drama. En 2011, mientras filmaba la serie Pan Am, conoció a James Heerdegen. La relación se hizo pública un año después de su inicio, cuando decidieron no ocultarse más. A principios de 2013 se comprometieron y unos meses después, en octubre, se casaron. Fruto de esa relación tuvieron un hijo, Freddie, quien hoy tiene siete años.

“El matrimonio te muestra tus defectos en la forma en que manejas las cosas, y tener un hijo te obliga a crecer a la velocidad de la luz”, declaró la actriz, para advertir: “Soy una persona completamente diferente de lo que era antes de tener a mi hijo”.

De la felicidad al terror

A los ojos de la prensa y los fans, todo marchaba bien entre Christina y James. En cambio, en la intimidad se vivía otra situación. En junio de 2020 Ricci presentó una demanda para ponerle punto final a su matrimonio. Se dio en medio de un verdadero escándalo, que incluyó una orden de restricción para Heerdegen, quien no podría acercarse a menos de 200 metros de su ex pareja y tampoco de su hijo. Según reveló la actriz, el maltrato físico y verbal comenzó en 2013, cuando estaba embarazada.

Christina Ricci
Christina Ricci

En el 2021, ya en otro presente amoroso -en pareja con el músico Mark Hampson- y habiendo sido madre nuevamente -Cleopatra cumplió un año-, volvió a hablar de su paso por el infierno. Puntualmente, del día que se fueron de vacaciones a Nueva Zelanda. Según Christina, Heerdegen había ideado matarla: su plan habría sido descuartizarla para poder ocultar sus restos.

“Aquella noche escondí todos los cuchillos que había en el sitio donde nos estábamos alojando. Temía realmente por mí y por mi hijo. Dormí en una habitación aparte con él, y cerré la puerta con pestillo”, narró en TMZ, puntualizando que ese día fue hostigada durante las 24 horas: golpes e insultos constantes delante de su hijo.

Apenas regresó a los Estados Unidos hizo la denuncia que aún persiste: el hombre todavía no se puede acercar a ninguno de los dos. La medida judicial se va renovando: cuando se impuso la perimetral, el acoso era telefónico, con mensajes intimidatorios.

A modo de prueba, Christina presentó fotografías que evidenciaban las marcas en su cuerpo de los golpes que habría recibido durante años, en los que decidió esconderse y no hablar de la violencia ejercida por su entonces marido. Recién lo hizo cuando sintió que su vida corrió peligro. Explicó que había optado por el silencio para conservar su imagen y preservar a su familia. Luego comprendió que sacarlo a la luz y presentar una denuncia en la Justicia era lo indicado para que otras mujeres que atravesaran una situación similar pudieran superarla. Y no esperar en vano, como lo hizo ella.

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