En su vuelta al programa, Verónica Lozano habló de su accidente: “Hubo días que me enojé, lloré, y pensé que no iba a poder”

A un mes de haberse caído de una aerosilla en un complejo de esquí en Aspen, la conductora volvió a “Cortá por Lozano” y contó cómo atraviesa su recuperación

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Verónica Lozano regreso a su programa (Video: "Cortá por Lozano" - Telefe)

“Buenas tardes, hoy programón, todos tenemos ganas de verla y estamos ilusionados”, presentó Paula Chaves a Verónica Lozano, quien regresó, a través de un móvil a su programa Cortá por Lozano tras el accidente que sufrió mientras esquiaba en Aspen y luego del cual tuvo que someterse a una dolorosa operación. “Tenía nervios como un debut, y me monté de señorita otra vez, porque venía de looks rancios”, bromeó la conductora al saludar y siguió: “Esto contenta. Vestirme fue una complicación, porque soy un monito, tengo las botas y el cinturón que salva”.

A principios de febrero, mientras se tomaba unas merecidas vacaciones con su marido Jorge Corcho Rodríguez, y un grupo de amigos entre los que figuraba Analía Franchín, Vero sufrió un incidente en un centro de esquí: la aerosilla no frenó bien y ella cayó desde siete metros de altura. En las imágenes, se ve cómo queda unos segundos suspendida en el aire hasta que cae. Muchos internautas repararon en la demora en la asistencia de parte del complejo, que no arriban a tiempo a colocar las colchonetas, algo que podría haber suavizado la caída.

Lo cierto es que a un mes de este episodio, Vero regresó para contarles a sus compañeros de trabajo sobre su salud: “Mi día a día es así, me hicieron una incisión de cada lado que no la muestro y me pusieron tornillo, huesito de gente muerta, plaquita, este pie duró tres horas y el otro dos horas la operación, tenía los talones detonados, lo tomo con humor porque es mi estilo, pero es muy complicado. Ahora el cuerpo está en adaptación, son diez semanas de recuperación hasta que me pueda parar, vamos dos semanas”.

El periodista Pampito compartió el video del accidente de Verónica Lozano al caerse de una aerosilla

“Cuando estoy sola y no hay gente estoy sin botas y con una media blanca para cuidarme y dejo respirar la herida, si todo va bien mañana me sacan los puntos. Lo que podría hacer en primera instancia sería pararme en el agua y ahí practicar pero es fundamental que no haga lío en esta etapa. Las botas me protegen pero no las tengo todo el día”, explicó la conductora.

“Fue complejo”, resumió sobre el post operatorio y agregó: “Los dos pies estaban deshinchados y por eso me pudieron operar los dos pies a la vez y algo simpático es que me dijeron que me tenían que hacer un test de embarazo, lo único que faltaba decía, doble milagro, no morí y estoy embarazada, pero no había chances. Y tenía miedo el día de la intervención, me hicieron firmar las dos piernas, ellos también las firmaron, porque parece que a veces se equivocan los médicos, no sé, te sacan un riñón”.

Luego habló sobre el doctor Farruqui, quien la operó y a quien definió como “un amor”: “El día que llego se presentó, me explicó todo en inglés y hablaba medio como Apu de los Simpsons. Y entré al quirófano, saludé al corchito, me durmieron las dos piernas, me intubaron porque la operación es medio de costado y estaba anestesiada, no vi luces ni nada, no recuerdo. Lo último que vi fue a todos y les dije ‘quiero volver a caminar, los amo’, no sé, me hice la Mirtha. Estaba muerta de miedo, sensible, lloré, me emocioné, me dijeron que me iban a cuidar y desperté cinco horas después con temores de la anestesia”.

“Me pasó lo peor en un buen lugar para resolver el problema porque ahí hay muchas operaciones de este tipo”, dijo al respecto y dijo que su médico le dio paz y que le besó las manos antes de entrar al quirófano. “Cuando me opero sueño con un señor grande que me dice ‘decile a mi nieto que estoy orgulloso’ y entre sueños estaba mi mamá, mis tíos, mis seres queridos que no están, fue como más consciente eso y fue re lindo. A la mañana siguiente viene el doctor y le pregunté si tenía un abuelo, y me dice que sí, que lo vio pocas veces pero que era muy importante para él, y le conté el sueño y se puso a llorar, me dijo que era muy fuerte lo que le decía, porque su abuelo era una inspiración y que por eso operaba gente”.

Verónica Lozano, antes de su
Verónica Lozano, antes de su accidente en Aspen (Instagram)

Actualmente el médico sigue hablando con ella por Whatsapp y sigue su recuperación con otros médicos de la Argentina también. “Le pregunté si podía volver a caminar, a bailar, a esquiar y me dijo que sí y le pregunté cuándo podría tener sexo y me dijo ‘las piernas nada tienen que ver con el sexo’”, dijo entre risas y dijo que de ánimo se sentía como un huracán: “Al principio tuve miedo, empezás a entender el mundo de la discapacidad, depender de todos, la silla de ruedas y cosas que antes eran simples y a la vez te viene como una fortaleza de otro lado que yo no conocía o una capacidad de asombro”.

Además, destacó el amor que recibió del público y de los amigos y contó;; “Hubo días que pensé, esto es un cuetazo, no voy a poder, me falta una vida, me enojé lloré, ir de la silla al inodoro y decís, la c...”.

Sobre cómo llevó todo con su hija, dijo: “Ella está como muy adolescente, le pregunto si está enojada, si no sabe cómo ayudarme me parece bien, lo tomó bien pero es un impacto, me lleva con la silla, nos reímos. Durante la etapa del hospital Corcho me traía cartitas de Antonie -como cariñosamente llama a su hija Antonia- y todos los días iba a ver a la Virgen y pidió por mí, es una niña hermosa, bueno, todos los papás pensamos así de nuestros hijos, es muy valiente. Nuestros hijos son una revolución de nosotros mismos”.

La tierna foto de Verónica
La tierna foto de Verónica Lozano junto a su hija Antonia en plena recuperación

Costa quiso indagar sobre las imágenes que encontró de sus seres queridos: “Fue lindo porque sentía la necesidad de conectar y agradecer porque lo que me pasó fue espantoso pero agradezco que no haya sido peor y para mí hubo algo que me rescató y creo que hay seres que estuvieron ahí presentes, empecé con mi mamá, le agredecí por estar pendiente y protegerme, mi tío Polito que es su hermano, mucha emoción y sentía que algo me decían, que para eso estaban, que iba a estar todo bien, después con Javi un amigo y con Maquita conecté, fue especial y es como lo viví y me gusta transmitirlo con un sentido de esperanza y de que no todo se termina acá”.

“Valorás otras cosas, me acuerdo cuando me llevaban al hospital del cielo celeste y agradecía poder estar viviendo eso, woow las flores, digo ahora y esto de no enroscarte por pelotudeces”, reflexionó y contó que tenía ganas de estar de nuevo en su casa, aunque le daba miedo el traslado a la Argentina: “Estuvo todo muy asistido por alguien superior, tenia miedo a que se me explotara el pie, te dan medicación para evitar trombo (trombosis) que es la única medicación que tengo que seguir tomando”. Al llegar a casa.... “mis perros lloraban un montón”. “Cuando me haga los pies les muestro los dedos”, dijo con el humor que la caracteriza.

Sobre cómo y por qué entrena, aclaró que las botas que tiene que usar son aparatosas pero que no pesan: “No es que me levanto tullida y digo ‘qué lindo voy a hacer gimnasia’, no, me enfoco y pienso que me va a hacer bien y ser una mujer entrenada me ayudó para la liberación y lo recomiendo porque es sanador”. Lo más importante: “No siento dolor, tomo paracetamol nada más, me toco los pies y siento, en algunas partes los siento dormidos”.

En tanto, contó que los primeros días se sintió muy abatida, sin fuerza, pero dejó un mensaje alentador. “Te da miedo cómo vas a transitar eso, si vas a poder recuperarte, es un poco el contacto con la muerte. Todo el tiempo uno vive como si fuéramos a vivir toda la vida y todo cambia. La emoción también...fue una situación muy traumática. No puedo modificar lo que me pasó, pero sí tener el timón de la actitud. A veces me enojo, pero la decisión de transformar no me la quita nadie”. Y por último, reveló qué actitud tuvieron las autoridades del centro de esquí: “Me han llamado, se han comportado muy bien, vienen cubriendo todos los gastos, y más allá de la negligencia que hubo, miro para adelante. No sé si tengo ganas de litigar”.

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