Felipe Fort prolongó su estadía en Estados Unidos para visitar el edificio donde tiene su departamento Lionel Messi

La idea de Felipe Fort era ir a festejar su cumpleaños número 18 a Los Ángeles junto con su hermana melliza, Martita, y después volver a la Argentina para tomar posesión de su lugar en el directorio de Fel-Fort, la fábrica de chocolates familiar creada por su bisabuelo paterno, Felipe, y puesta en valor por su abuelo, Carlos. Sin embargo, a último momento, el hijo de Ricardo decidió prolongar su estadía en Los Estados Unidos con un objetivo claro: incursionar en el rubro inmobiliario.

Así las cosas, en la tarde del viernes y mientras su tío Eduardo, su hermana y su hasta ahora niñera, Marisa López, arribaban a Buenos Aires, Felipe fue a visitar el edificio Regalia ubicado en la zona de Sunny Isles Beach, en Miami, junto al empresario y ex pareja de su padre, Gabriel Rydz, con quien decidió formar un equipo de trabajo para invertir en bienes raíces. El joven quedó fascinado con este complejo de residencias, una de las cuales pertenece ni más ni menos que a Lionel Messi. Y, según le comentó a sus allegados, esto habría potenciado su idea de convertirse en un profesional del real estate.

El edificio en el que está interesado Felipe es uno de los más sofisticados de la zona. Construido en 2014, cuenta con 39 propiedades, cada una de las cuales ocupa un piso entero con vista al mar y a la ciudad. Cada unidad tiene entre cuatro y cinco dormitorios y dos cocheras individuales. Tiene, además, áreas comunes decoradas con piedras italianas, brasileras, maderas especiales y obras de arte, un centro de negocios, un club de playa privado con cabañas, un gimnasio, piscina y spa, un salón de billar y varios jardines con fuentes de agua, entre otras tantas comodidades.

Hasta hace no mucho tiempo, Felipe parecía dispuesto a continuar con el mandato familiar y dedicarse de lleno a la empresa que, contando la suya, ha logrado proporcionarle un alto estándar de vida a cuatro generaciones. Sin embargo, en los últimos años, el joven estrechó su vínculo con Rydz, quien ya lleva casi tres décadas radicado en Norteamérica, y le pidió que lo guiara en el mundo de las inversiones. El empresario, que cuenta con una gran habilidad para desempeñarse en los negocios inmobiliarios, había tenido una una relación sentimental con El Comandante durante su juventud, luego de la cual siempre se mantuvo ligado a la familia Fort. Y ahora se habría convertido en una especie de referente para el joven.

En los últimos meses, Felipe se mostró visitando varios de los más exclusivos edificios del país en el que nació, por lo que muchos de sus seguidores creyeron que estaba buscando un lugar para vivir. Sin embargo, ahora se sabe que en realidad el hijo de Ricardo quiere formar una dupla con Rydz para atraer capitales argentinos que quieran invertir en bienes raíces en Estados Unidos. Y, por qué no, también utilizar parte de su fortuna en este rubro que le parece tan rentable.

Felipe había quedado en el foco de la tormenta por los comentarios que realizó desde su cuenta de Instagram tras la muerte de quien fuera su tutor legal, Gustavo Martínez. El hombre al que Ricardo le había encomendado el cuidado de sus hijos murió en la madrugada del 16 de febrero luego de caer del piso 21 del edificio de Belgrano en el que vivía con los chicos. Y el joven aseguró que su padre, fallecido el 25 de noviembre de 2013, lo iba a recibir “con los brazos cerrados”. Según se supo luego, el ex personal trainer tenía un principio de Alzheimer, lo que en los últimos tiempos le habría hecho experimentar algunas reacciones violentas. Y el joven tendría intenciones de explicar la situación en cuanto esté en condiciones de hacerlo.

Lo cierto es que, pese a que en un momento se evaluó la posibilidad de cancelar el viaje de los mellizos a Estados Unidos, todos entendieron que lo mejor era que ambos tomaran distancia de lo que estaba ocurriendo en la Argentina. Y, tal como lo tenían previsto, el 25 de febrero ambos recibieron la mayoría de edad en Los Ángeles. A partir de ese momento, cada uno de ellos pasó a ser dueño de decidir no solo sobre su vida sino también sobre los bienes que heredaron de su padre. Y, mientras Martita estaría pensando en mantener sus acciones en la empresa y en paralelo construir una carrera artística con base en la Argentina, Felipe parecería cada vez más convencido de que su futuro está en Miami.

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