Desde hace algunos años Inés Estévez empezó a compartir algunas fotos y familiares en sus redes sociales, luego de decidir junto a su ex pareja, Fabián Vena, que mostrarían un poco de la vida cotidiana junto a sus dos hijas, Cielo y Vida. Los actores las adoptaron una década atrás, dos años antes de separarse, pero se mantuvieron unidos en cuanto a la crianza de las niñas que hoy tienen 11 y 12, respectivamente. La actriz fue quien abrió su corazón en 2017 y contó las luchas que enfrentó a la hora de solicitar las ayudas estatales por discapacidad, ya que las niñas nacieron con retraso madurativo. En las últimas horas expresó su felicidad al ver un nuevo logro de su hija mayor.
A través de su cuenta de Instagram publicó imágenes de varios dibujos para mostrar el progreso, y detalló: “Vida empezó a dibujar rostros. Siempre en el reverso de libretos usados, esta vez alcanza por fin la conjunción entre motricidad, reconocimiento, interés y punto evolutivo para orientar el lápiz hacia la propia percepción de los cuerpos”.
En la foto final se aprecia el resultado que emocionó a Inés, y sumó un divertida anécdota: “Cuando vi el último dije, arrobada, al ver por primera vez tronco, cabeza, piernas y etcéteras: “¡Qué genial Vida! ¿Quién es?”; y me dijo “Yo”, encogiéndose de hombros con esa expresión típica adolescente cuyo subtexto reza: ¿Sos boluda mamá, cómo no te diste cuenta? Porque para algunas cosas tiene la edad que tiene”.
Cabe recordar que los caminos de Estévez y Vena se cruzaron en 1996 gracias a compartir la misma profesión, y el flechazo de amor los llevó a pasar por el Registro Civil ocho años más tarde. Ante el deseo de ser padres y no poder conseguirlo de manera natural, decidieron iniciar el proceso de adopción. En una entrevista con Teleshow la propia actriz lo describió: “Es un engorro, son trámites, pero yo creo que es menos difícil que un tratamiento de alta complejidad, y esperamos un par de años; lo hicimos y nos olvidamos, pero aparecieron más rápido porque nos anotamos para hermanos de hasta 6 años con enfermedades tratables o reversibles”.
“Tengo que decir algo importante: tanto en el juzgado que trató el caso, la asistente social y la secretaria, como en el hogar del cual eran las niñas, como en el RUAGA (Registro Único de Adoptantes a Guarda con Fines Adoptivos), encontré gente con una vocación de servicio tremenda luchando contra el sistema. Y a la vez gente que yo les planteaba mi pensamiento y me decían: ‘Sí, pasa esto que vos decís: los chicos crecen, la gente no quiere chicos grandes, los chicos quedan institucionalizados, la ley está todavía atada al hecho de revincular al chico con la familia de origen’”, explicaba en 2017 en diálogo con este medio.
Un 19 de mayo de 2011 recibieron el llamado que tanto esperaban: “Nos dijeron: ‘Acá hay dos hermanitas, ¡son papás!’, y no considero una casualidad que ese día era el cumpleaños de mi padre que había muerto hacía muchos años y con quien tuve un vinculo hermoso. Fue mi único ejemplo de amor incondicional, la única persona que me amó incondicionalmente”.
En cuanto a la salud de sus hijas, Estévez se sinceró en más de una ocasión sobre la organización familiar que gira en torno a los dos tesoros de su vida: “La más chica tiene dificultades motoras, no habla y siempre tiene que haber dos pares de manos, así que recurro a gente de mucha confianza porque mi familia no vive en Buenos Aires. Tengo solo una hermana que tiene sus hijos. Necesito gente que me ayude permanentemente y yo monitoreo las 24 horas”. Por estos días la actriz está en pareja con el músico Sebastian Groshaus, quien se integró a la familia ensamblada y comparte gran cantidad de actividades junto a Inés y sus hijas.
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