Al anunciar su divorcio de Claudio Contardi en noviembre de 2019, Julieta Prandi denunció al empresario por violencia verbal y psicológica, tras diez años en pareja. En los últimos meses, están en plena batalla judicial y en las últimas horas la conductora dio más detalles acerca de cómo fueron los últimos años al lado de su ex marido, contra quien lleva adelante una causa penal.
“El más chiquito, que tenía tres años y pico cuando me fui, no fue tan consciente de eso. Lamentablemente el más grande no: fue bastante consciente y fue testigo de todo. Se acuerda de las palabras, de los gritos, las amenazas, cuando me agarraba del cuello... Eso fue muy duro y fue muy duro todo el 2019, cuando yo estaba sin trabajo”, contó en diálogo con Florencia de la V en Intrusos (América).
“Sentía que él tenía el control absoluto de mi vida. Yo no aguantaba más la violencia. Dejé de actuar porque él no quería que tuviera escenas subidas de tono en televisión”, dijo Prandi quien además contó que antes de pedir el divorcio, vivió duros momentos y hasta enfrentó una depresión hacia 2017.
Poco antes de iniciar el divorcio, Julieta decidió pedir un préstamo para mudarse con sus dos hijos, ya cansada de los maltratos. Pero ahí los problemas no frenaron: “Cuando fui al banco y abrí la caja de seguridad casi me infarto. Estaba vacía y yo estaba llena de deudas. Necesitaba trabajar de lo que sea”, contó.
A su vez, su situación económica siguió empeorando: “El 2019 fue muy duro, yo no tenía trabajo y literal no tenía para comprar comida, me prestaban plata mis amigos. No tenía para comprar antibióticos... Él no pasó nunca la cuota alimentaria”, dijo. Además describió una estafa de parte de Contardi: “Yo tengo dos casas, en Escobar y en Martínez, tengo dos casas. Y descubro ahí... cuando yo no podía pagar el colegio, que me tuve que presentar y pedirles por favor que me esperen para pagar la matricula y la cuota y todo, y descubro por mi vecina de Escobar que él había alquilado la casa y estaba percibiendo ese alquiler”, reveló.
“Fui con una escribana, labré un acta le toqué el timbre al señor que estaba en mi casa y me dice: ‘Sí, yo estoy desde el año pasado, firmé por seis meses más y le pagué la semana pasada a Contardi todo el alquiler’. Yo no tenía para pagar el colegio y él estaba percibiendo con mi casa un alquiler y vivía como un rey en Martínez”, agregó la mamá de Mateo y Rocco Contardi.
Asimismo, Julieta sintió que con la situación llegó a tocar fondo cuando se dio cuenta de que no podía comprarle un remedio para neutralizar la fiebre de su hijo Mateo. “¿Sabés lo que es trabajar durante 22 años y no poder comprarle un antibiótico a tus hijos? Esa vez, Mateo se ofreció a pedirle plata prestada a un amigo de la escuela que siempre llevaba para comprar golosinas en el kiosco”, contó, muy conmovida por el recuerdo.
“Desde que les conté de estas suspensiones, mis hijos están felices, más tranquilos. Porque hasta ahora no había un papel que los resguardara, y ellos se veían en una situación de que si aparecía el padre era un tironeo. Tenía que aparecer la policía. Violento”, contó Prandi días atrás acerca de la restricción perimetral que la jueza Marcela Silvia Rama aplicó sobre Contardi.
“Lo más grave -agregó- es que venían escuchando a mis hijos, habían hablado frente al psicólogo, al servicio de la niñez, en el Juzgado: ‘No quiero, me hace esto, me hace lo otro, me pega’. Lo que fuere. Y nadie los escuchaba. Y yo como madre no tenía la herramienta para defenderlos. Eso es lo más grave”, aseveró Prandi.
Asimismo, reveló que Mateo quiere cambiarse el apellido: sacarse el de su padre y empezar a usar el de su madre. “Este año se va a hacer esto. Mateo ya puede hacerlo y lo tiene completamente decidido. Es uno de los pasos que vienen ahora”, dijo la modelo sobre los próximos avances en la causa. Y, sobre Rocco, el menor, agregó: “Yo creo que mi otro hijo va por el mismo camino”.
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