“Mamá de Toribio y Belisario”, es lo primero que tiene escrito en su biografía de Instagram Juana Repetto, red social en la que tiene un millón y medio de seguidores. Luego, menciona los proyectos que tiene y también su cuenta de mail. Allí, comparte a diario su experiencia como mamá, con su marido, Sebastián Graviotto, y también realiza acciones comerciales.
En las últimas horas, la hija de Reina Reech y Nicolás Repetto contó que desde que su hijo mayor, Toribio, de cinco años y medio, comenzó a ir al jardín, dejó de comer muchos alimentos que antes ingería sin problemas. “Por suerte come mucha fruta y eso me deja más tranquila”, agregó la actriz que se preocupa porque en su casa se mantenga un alimentación saludable.
“En nuestro caso, el jardín fue una gran contra -contó Juana-. Conoció alimentos que no conocía, muchos de sus compañeritos se alimentan a diario con galletitas dulces y comida tipo: patitas de pollo, milanesa, fideos, hamburguesa, salchichas y esas cosas. Ahora el señor quiere comer eso”, dijo e hizo una encuesta entre sus seguidores con dos opciones: el jardín no ayuda; no tiene nada que ver.
Luego, contó que llegó a un acuerdo con su hijo mayor: y es que los viernes almuerza “alguna de sus comidas favoritas”. Para ello, sugirió unas patitas caseras de pollito de granja rebozado. “En el cole de Toro cada uno se lleva su vianda. Por lo que, a pesar de que el colegio sugiere que envíen comida saludable, cada madre le manda lo que quiere”, continuó y volvió a hacer una encuesta sobre lo que cada uno le manda a su hijo: “Mando saludable, chatarra/fideos”, preguntó.
“A nosotros nos re perjudicó -afirmó-. Mismo en los cumples comen porquerías (panchos y esas cosas) y vuelven llenos de caramelos que en casa regalamos porque Toro no consume (al menos en casa, andá a saber cuántos se lastra en el cumple, a pesar de que le pido que no lo haga)”. Y calificó como “drama” cada vez que llega a su casa y debe regalar la bolsita con las golosinas.
“Más allá de los ultra procesados, que son pésimos para la salud y ni hablar de la cantidad de azúcar y colorantes y cosas que dañan la salud integral, Toro no puede consumir por su quilombete dental. Ni caramelos y chupetines, que ama y se desespera, ni galletitas dulces que, por suerte, no le gustan. En casa nunca hubo y no hay, pero además no le gustan salvo alguna en especial, que igual no consume, salvo que le robe a algún compañero en el jardín”, agregó Juana, junto con el emoji de una cara llorando.
De esa forma, ratificó que esas actitudes la “perjudican” ya que “antes no comía en absoluto”. “Hay niños que llevan todos los días galletitas dulces o incluso golosas de snack”, escribió con el emoji de un corazón roto.
Juana comenzó a recibir algunas críticas por sus comentarios y decidió expresarse en la misma red social para dejar en claro y reforzar sus ideas. Lo hizo con siete mensajes contestando a las diferentes posturas que recibió al respecto:
1. “Si supieran lo mal que les hace llevar adelante una alimentación basada en productos ultraprocesados y consumir golosinas a diario, no les importaría tanto ‘la sociedad’ y que sus hijos no ‘se queden afuera’ o vivan en una burbuja, sino que les preocuparía su salud. Es una buena oportunidad para investigar”.
2. “Mi hijo mayor tiene un problema en sus dientes aún sin haber probado un caramelo hasta pasados los tres años. Lleno de caries comiendo súper saludable. Imaginen lo que sería si consumiera golosinas. NO PUEDE consumir. Está entre un 30 por ciento de niños, los cuales tienen cierta predisposición genética a esta situación. Lamentablemente hay que cuidarlo EL DOBLE”.
3. “Burbuja, las pelotas –aseveró-. Hace exactamente lo mismo que el resto de los niños. Simplemente no le llevo al colegio ni come en casa comida que no le hace bien, come rico y sano sin necesidad de productos de mierda y en los cumpleaños come lo que se le canta (lamentablemente, come caramelos y esas mierdas)”.
4. “No me vengan con el tema de la economía porque es más caro comprar panchos y caramelos que fruta, budines caseros, o lo que fuere”.
5. “Respeto lo que cada uno decida hacer con sus familias, no juzgo. Solo digo que a mí me ha perjudicado”.
6. “Sigo y seguiré visibilizando estas cuestiones porque mucha gente no sabe y esta puede ser una posibilidad para decidir mejorar los hábitos familiares”.
7. “Los amigos de Toro se van FELICES de sus cumples, comen riquísimo y la pasan bomba. Se van chochos con sus bolsitas y los juguetes de las piñatas”.
Por último, la actriz agregó: “Mientras uno logre comer saludable en su hogar y luego pueda darse un gustito cuando sale o en los cumples, en mi opinión, ya es un montón. Yo también cada tanto como ‘poco saludable’, o tomamos una gaseosa o lo que sea. Pero, posta, está bueno tener información para decidir qué metes en tu cuerpo y el de tus hijos. No es joda. Nuestra salud va de la mano con nuestra alimentación.
“Gracias a todas las que están del otro lado dando una palabra de apoyo, empatizando, contando sus experiencias, diciéndonos ‘no estamos solas’, ‘es la edad’, o ‘ya pasará’. Y a todas las que están agradeciendo información. Para mí es muy valiosa y por eso la comparto con ustedes, que en su gran mayoría son lo más”, concluyó Juana Repetto.
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