Hace diez días, Verónica Lozano preocupó a todos al conocerse el episodio que sufrió en un centro de esquí ubicado en Aspen, Colorado. La conductora cayó de siete metros de altura desde una aerosilla mientras disfrutaba de unas vacaciones familiares y con amigos en los Estados Unidos. Fue horrible, un accidente muy espantoso y estoy viva de milagro. El proceso es largo, pero yo le pongo humor y alegría”, dijo Lozano.
Producto del fuerte impacto, los talones de la conductora resultaron gravemente heridos, motivo por el cual debió usar vendas en sus pies y movilizarse en silla de ruedas hasta este jueves al mediodía -hora de la Argentina- en que ingresó al quirófano para someterse a una cirugía de reconstrucción, según ella misma indicó. “El médico me opera los dos talones a la vez”, había advertido sobre el procedimiento que demanda al menos cuatro horas y en el cual su posición será boca abajo sobre la camilla. “Tiene que meter clavos para reconstruir porque el pie me quedó como una papa que se aplastó”, explicó en su programa. “Sé de la gravedad de la situación, pero confío”, agregó en Cortá por Lozano, su ciclo de la pantalla de Telefe.
Afortunadamente, en la operación todo salió según lo planeado. La que llevó tranquilidad a todos fue Paz Lozano, hermana de la conductora, quien comunicó la noticia en su cuenta de Instagram. “¡Estamos felices mamita salió bien de la operación! ¡Ahora esperar poder verla! ¡Te amamos y pronto te tendremos con nosotras en casa!”, escribió la mujer junto a una fotografía en la que se la ve con Antonia, la hija de Vero y Jorge Corcho Rodríguez. Entre las reacciones de felicidad y alivio por la novedad, se destaca el de la periodista Analía Franchín, testigo directo de la caída ya que se encontraba en la aerosilla junto a la conductora y una instructora.
En sus historias de Instagram, Paz dio más detalles del estado de su hermana. Todo salió como esperamos. El Doc muy contento. Pronto estará con nosotras. Gracias por tanto amor y por todos los mensajes. Soy una afortunada”, señaló junto a otra imagen con su sobrina. Además, mostró el emotivo mensaje que le había escrito Antonia junto a una vela encendida: “Mamita, te amamos”, junto a un corazón. En la previa, había compartido una fotografía junto a su hermana manifestándole todo su apoyo: “¡Te amo y te sostengo fuerte! ¡Fuerza hermanita!”.
Un rato después, la que se comunicó de manera virtual fue la propia Verónica. Lo hizo en su cuenta de Instagram, donde manifestó todo su agradecimiento por la compañía en este momento tan difícil: “Gracias por el amor y las oraciones. He recibido más amor del imaginado por mí”, comenzó su mensaje, junto a un corazón y un arco iris.
Y continuó invocando diferentes creencias, pero con un mismo objetivo: “Gracias Dios, virgencitas invocadas, santos/as, ángeles, energías. Cada uno a su modo y bajo el nombre que hayan elegido ha llegado a mí y me han colmado de paz y amor”, señaló. Como fondo del texto, eligió una fotografía de su esposo, que la acompañó en todo momento, con el fondo de un inconfundible paisaje nevado.
Al poco tiempo, la conductora subió otra imagen de Corcho, pero esta vez en la habitación del hospital y tomada desde la cama. En primer plano, aparece una bandeja y de fondo se lo ve al empresario, recostado en un sillón, recuperando energías después de tanta adrenalina. “El reposo del guerrero. Siempre a mi lado”, escribió junto a un corazón.
Ahora comienza una nueva etapa en la recuperación. Si la evolución post operatoria continúa según lo planeado, Verónica ya adelantó que su intención es regresar a la Argentina para continuar con la rehabilitación, una vez que tenga la autorización correspondiente. Y en la previa a la intervención, había hablado vía zoom en su programa donde recordó, entre lágrimas, el susto que sintió en ese momento dramático.
“Quedé colgada. La aerosilla empieza a avanzar y yo quedo agarrada de uno de los fierros de la silla con la mano derecha y del otro lado me agarraba Analía, y la instructora me agarraba del casco. Sentía que me estaba por morir, realmente. Veía y escuchaba todo. Anita gritaba y la instructora me decía ‘aguanta’. La gente gritaba”, recordó. Y, visiblemente conmovida, destacó: “La virgen me protegió. Sentí que estaba en manos de Dios. Gracias a Dios, tengo perseverancia y entrenamiento si no, no sé qué hubiera pasado”.
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