L-Gante con Moria Casán: el vínculo con su padre, las peleas con Tamara y el músico que sueña conocer

El cantante de Cumbia 420 estuvo con su pareja Tamara y su hija Jamaica, que cautivó a La One con su simpatía

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L-Gante habló de la relación con su padre y de las peleas con su pareja (Moria es Moria - El Nueve)

Luego de un nuevo escándalo mediático, que incluyó una discusión con un vecino y una citación a indagatoria por supuesta portación de armas, y una multitudinaria actuación en Tecnópolis en un espectáculo gratuito que derivó en otra polémica, L-Gante visitó los estudios de El Nueve para hablar con Moria Casán. Fue una entrevista diferente a la que suele dar el referente de la cumbia 420. Por empezar, estuvo gran parte del programa acompañado por su pareja Tamara Báez y su beba Jamaica, de cinco meses. Y habló como pocas veces de su vida antes de la fama, de la relación con su padre y de su vínculo con diferentes generaciones de músicos.

Al comienzo de la charla, el músico habló del fuerte vínculo que tiene con su madre, Claudia Valenzuela. “Es el límite, lo que no me hace desviarme ni excederme”, valoró el cantante. En este punto, la conductora le preguntó por el padre, y el joven se mostró escéptico. “Yo no tengo muchos recuerdos con mi papá, directamente ninguno. Pero no me causa nada”, señaló el joven en Moria es Moria.

L-Gante, Tamara y Jamaica en su visita a Moria es Moria (Captura El Nueve)
L-Gante, Tamara y Jamaica en su visita a Moria es Moria (Captura El Nueve)

Respecto a su relación con Tamara, contó que se conocieron en la escuela y que tenían un amigo en común. Moria quiso saber qué le había gustado del músico: “El sentido del humor. Siempre me hacía reír”, contestó la joven, todavía con con algo de timidez, mientras por el contrario, la beba hacía todo lo posible para llegar al micrófono. “Ya quiere cantar”, observó Moria, que aprovechó para preguntar en qué lo había cambiado la paternidad. “Fue centrarme, ponerme en responsable, tener a alguien que me dé ese límite. Antes no estaba mucho en casa”, reconoció L-Gante.

Para no salir del tema, la conductora quiso saber cuánto había de cierto en las versiones sobre las peleas entre ambos. “Sí, nos habíamos peleado”, reconoció ella. “Pero nos peleamos de vez en cuando. Total, estamos en la misma casa y a los diez minutos estamos a los abrazos”, minimizó él. “¿Pero qué les pasó?”; insistió Moria, y Tamara reveló el motivo de la discusión. “Me habían mandado un mensaje una chica por una infidelidad, y yo creí “, explicó. “No es la primera vez, le han mandado estando yo al lado diciendo que estaba por otro lado”, agregó el músico. “Me molestó hasta que me doy cuenta que es mentira y yo sé donde está él, o está conmigo, entonces ya no creo más nada”, cerró la joven.

Tamara Báez, la novia de LGante, amamantó a su hija en vivo (Moria es Moria - El Nueve)

Más adelante, en el ping pong de los nombres propios, L-Gante agradeció los elogios de Pablo Lescano, deslizó que podría haber una colaboración con Palito Ortega, y destacó su admiración por Charly García. “Me encantaría conocerlo”, admitió. Y consultado por el famoso que más le había sorprendido en este raid mediático, respondió: “Eduardo Feinmann. Era como que sentíamos que iba a ser una relación con las diferencias en el diálogo y todo lo que teníamos, pero resultó bien”.

Hacia el final del programa, y después de pasear por diferentes temas, el protagonismo se lo llevó Jamaica. La beba ya había cautivado a la conductora, y la tuvo en sus brazos durante buena parte del reportaje. Pero cerca del cierre se puso inquieta por primera vez en el programa. Probó calmarla primero el padre, luego intentó la madre, y no había caso. A lo mejor quiere tomar la teta”; conjeturó Moria. “¿Toma teta? Dale si quiere”, le preguntó a Tamara, que le devolvió una mirada de sorpresa.

“Pelá teta y dale, tiene hambre. Sos la madre y tiene hambre, lo único que faltaba. Si la chica no sabe que es un estudio de televisión”, autorizó. Tamara se animó a amamantar a su hija que efectivamente era lo que necesitaba, y todo terminó con una sonrisa colectiva. La familia disfrutando el momento y Moria sabiendo que lo había hecho una vez más.

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