Mariano Martínez vive de su imagen y realiza un entrenamiento de alto rendimiento junto a una alimentación especial. El actor y cantante reveló su secreto para lograr un cuerpo tonificado en el lanzamiento de un tema que grabó con Rodrigo Tapari en esta nueva faceta musical en su carrera.
En una entrevista con el nuevo ciclo Momento D (ElTrece), el periodista Fabián Doman le preguntó: “¿Es verdad que no comés harinas?”. Martínez le respondió: “Lo que pasa es que cuando como harinas no me siento bien, sinceramente. Pero me gustan. Me siento mucho mejor cuando no las como”. “¡Pero mantenés un muy buen peso!”, le dijo el conductor. “Sí, pero hago ayunos intermitentes desde hace ya dos años”, le aclaró el influencer sobre este hábito que practican muchas personas como una dieta para bajar de peso.
Cuando le consultaron cuántas horas pasaba sin comer, Mariano le contestó: “Hay toda una explicación con el tema de los ayunos, más allá del peso y lo estético. Los ayunos se hacen primero progresivamente. Hay que informarse bien cómo hacerlo, para no pasarla mal y necesitás una adaptación de una semana, diez días. Y después, a veces metés 16 horas de ayuno junto con el sueño, obviamente y comés, durante ocho horas, lo que por ahí comerías en 12 o 14 horas”.
El actor aprovechó para aclarar que durante el ayuno toma mucha agua y señaló que como cualquier hábito es difícil al comienzo, pero con perseverancia se puede lograr. “Al principio yo decía ‘me muero’, pero entreno fuerte, hago mucho deporte, en alto rendimiento. Hay que saber lo que se hace”, manifestó Mariano sobre la importancia de recurrir a profesionales a la hora de realizar cambios en la alimentación y el entrenamiento físico.
La licenciada en Nutrición Romina Pereiro aseguró que este tipo de dietas de comer durante un corto período de tiempo y ayunar entre 16 y 18 horas diarias “puede desencadenar un cambio metabólico de la energía que favorece el descenso de peso”. Pero aclaró que hay algunos estudios que además refieren mejorar la salud celular y las glucemias, aunque “aún no se cuenta con metaanálisis o revisiones sistemáticas que son los estudios de mejor calidad en investigación”.
En una nota para Infobae, la experta señala que un estudio puso a prueba esta modalidad más fácil de acomodar a la vida de una persona que trabaja. “Observamos una reducción del 3% en el peso y un 4% en la grasa abdominal,” dijo a NPR la doctora Pam Taub, cardióloga de la Escuela de Medicina de San Diego, en la Universidad de California. Para ejemplificar manifiesta que “si alguien desayuna a las 8 de la mañana, no debería comer nada más luego de las 6 de la tarde. Si le gusta cenar más tarde, tendría que demorar más el desayuno. Lo único importante es respetar que las comidas se realizan dentro de esas 10 horas, y las 14 restantes el cuerpo no ingresa ni una caloría. Lo único que se permite —y, en realidad, se aconseja— es agua, para mantener una buena hidratación”.
Es importante tener en cuenta que realizar este tipo de prácticas puede tener consecuencias negativas como “ataques de hambre e irritabilidad con impacto emocional y del comportamiento”. Esto sucede porque cuando restringen mucho los alimentos es difícil sostenerlo en el tiempo sin generar el efecto contrario: un mayor descontrol, desinhibición de impulsos y emociones negativas. Incluso, aclara que en ciertas personas “se corre el riesgo de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria”.
Pereiro aconseja que quienes desean mejorar su calidad de vida deberían realizar “un tratamiento integral que incluya educación alimentaria, actividad física, el manejo de las emociones”. Por este motivo recomienda no empezar “una determinada dieta porque tu vecina te contó que le funcionó o una amiga logró bajar 15 kilos de determinada manera”, ya que cada persona es diferente y necesita indicaciones específicas y personales ante la problemática del sobrepeso.
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