A través de sus redes sociales, y tras enfrentar fuertes rumores de crisis después de que el delantero del PSG la deje de seguir en las redes sociales y cerrara su cuenta de Instagram, Wanda Nara dejó en claro que entre ellos está todo bien y que festejarán San Valentín o el Día de los Enamorados.
En las últimas horas, Wanda se fue de compras y se enamoró las mini carteras de Chanel. Capturada por los diseños, preguntó a sus seguidores cuál era la más linda. Ahí explicó que quería elegir una para que Mauro se la regalara. “Miren lo que es el tamaño, le estoy dando opciones de regalitos para San Valentín”, avisó la hermana de Zaira en sus redes sociales mientras mostraba una de las carteritas de diseño de la marca francesa.
En la página de Chanel, la cartera de metal, piel de cordero y strass, tiene un costo de los 3.390, siendo equivalente a unos 833 mil pesos argentinos, tomando como precio el valor del Euro Blue, que al día de hoy cotiza a 246 pesos.
Mientras tanto, por si quedaban dudas de que Wanda y Mauro siguen juntos, la pareja pasó una tarde en familia practicando polo y como no podía ser de otra manera, lo documentó en las redes sociales. Lo particular es que en vez de caballos, utilizaron unos modernos monociclos eléctricos, según se pudo observar en las últimas publicaciones de ambos.
Cabe recordar que Wanda es mamá de Valentino, Constantino y Benedicto, de su relación con Maxi López, y de Francesca e Isabella, de su actual marido, Mauro Icardi. Y a pesar de las idas y vueltas con el delantero del Paris Saint-Germain, la idea de volver a convertirse en padres anda dando vueltas, al menos en sus redes sociales. A fin de año, durante su estadía en Buenos Aires, la propia Wanda lo deslizó con un collage que involucraba a sus cinco hijos. Y la más interesada en el tema parece ser Isabella, aunque no parece ponerse de acuerdo respecto a sus deseo de tener un hermano menor.
Hace unos meses, la empresaria había filmado un diálogo con su hija en el que daban vueltas al asunto. “Isu, yo estaba pensando....si querés tener un hermanito”, lanzó Wanda sin rodeos. “A vos que te encantan los bebés”, insistió ante la indiferencia inicial. La pequeña de 5 años giró la cabeza y miró fijamente a su madre, para hacer contacto visual y consultarte sin filtro: “¿Mamá, estas loca? ¡Somos cinco!”, mientras alzaba la mano y le mostraba los cinco dedos como si fuesen a chocar palmas. “Por eso, ¿no querés ser seis?”, tanteó Wanda en un inesperado redoble de apuesta.
Sin alzar la voz la niña movió los labios y lanzó un sintético: “No”, aunque luego empezó a dudar y generó ternura en el público virtual. “¿No te gustaría un bebito?”, le volvió a preguntar la empresaria. “Sí me gustaría pero si éramos tres podíamos, pero ahora no, ¿sabés por qué?”, contestó con muchas dudas la niña y dejando el interrogante abierto.
La semana pasada, ambas volvieron a tener un diálogo sobre el tema con la participación especial de Francesca. Todo ocurrió en un alto en una tarde de campo en familia, mientras Mauro le enseñaba a Benedicto sus primeras lecciones de polo, donde la madre escuchó una duda que tenía su hija. “¿Cuando yo nací, la emoción de Franchu cómo era?, preguntó la niña, involucrando a su hermana mayor.
Algo más tímida ante la cámara, Francesca se vio obligada a contar su experiencia. “Me emocioné. No me gustan los bebés, pero me emocioné”, reconoció la niña de siete años, saliendo rápidamente del cuadro. “Cuando una mamá está embarazada, a veces las hermanas más grandes lloran de la emoción”, añadió Isabella, tomando las palabras de su hermana y haciendo una pausa esperando la pregunta de su madre.
“¿Y otras?”, indagó la empresaria. “Otras no”, respondió con desdén la niña, que parecía encolumnarse en este grupo. “Vos, si tuvieras un hermanito... ¿Llorarías de emoción o de que te querés morir?”, se quiso sacar la duda la madre. “De emoción”, respondió entre risas la niña, trasmitiendo el alivio a su madre. “Ay, que alivio”, suspiró mientras la abrazaba con ternura.
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