Un desafío dulce puso a prueba la capacidad y la templanza de cuatro participantes en la semana dorada de Masterchef Celebrity. En la noche del miércoles, buscaban el paso a la final Cathy Fulop, Paulo Kablan, Tomás Fonzi y Mica Viciconte. Y más allá de la competencia por el ansiado lugar en el balcón, las expectativas estaban puestas en otro foco: el reencuentro entre la guardavidas y el jurado Germán Martitegui, luego del tenso cara a cara que tuvieron en la edición del martes.
Recapitulemos. Todo sucedió cuando la ex Combate presentó una entrada que llamó “Volcán de sabor”: llevaba papa cilindro rellena con vegetales salteados, salsa de tomate y salsa de berenjenas. La devolución no fue buena y para Martitegui se había excedido en el ajo. “Si estuvieras en un cóctel, con esa cantidad de ajo no podés hablar con nadie más en toda la fiesta. Te tenés que ir a tu casa directamente o darle un montón de estos al que esté con vos y así están parejos. El ajo satura absolutamente todo. Termina siendo un plato pretensioso”, siguió el jurado y tuvo un cruce con la participante, que no se quedó callada.
Mica: —No tiene tanto ajo, eh.
Germán: —Tiene mucho ajo.
Mica: —No, yo lo cociné.
Germán: —Yo te digo que tiene mucho ajo.
Mica: —Tiene un ajo. Lo demás se lo saqué todo.
Germán: —Te estoy diciendo que tiene mucho ajo. Me parece que tengo autoridad para decirlo.
Mica: —Y yo también tengo autoridad para defender mi plato.
Germán: —No, vos tenés libertad para opinar, pero autoridad no porque no sabes.
Mica: —Es lo mismo. Yo no te estoy demandando a vos, yo estoy defendiendo mi plato.
Germán: —Tiene mucho ajo. Tratá de aprender y hacerlo mejor la próxima vez, si querés seguir acá.
Mica: —No, pero yo te estoy diciendo lo que yo le puse. Yo sé lo que le puse.
Germán: —Y yo te estoy diciendo lo que hiciste mal, Mica.
Al regresar a su estación de cocina, la guardavidas Mica regresó hacia su puesto de cocina y recibió el apoyo de sus compañeros. Cuando la abrazó Cathertine Fulop no pudo contener las lágrimas. “Cuando me quiebro esto es una canilla. La abrís y no para. Soy una catarata”, dijo frente a cámara. Y, mirando a sus compañeros, agregó sobre Martitegui: “Que no me rompa las pelotas porque no me conoce”.
Con estos antecedentes, Mica escuchó las devoluciones de su cheesecake de té matcha con frutos del bosque, crema y chocolate que fueron positivas. Damián Betular le elogió la decoración, Donato De Santis puso el foco en el relleno ¿Y Martitegui? En medio de las tensiones y los nervios de propios y ajenos, el chef se mantuvo en la línea de sus colegas: “Muy buena la decoración, buena la textura, Un poquito más de masa hubiera quedado mejor”, sentenció. La participante también recibió buenas apreciaciones de Gastón Dalmau, ganador de la segunda edición, host digital y jurado invitado.
Mica agradeció y recibió los aplausos de sus compañeros. Pero antes de volver a su lugar, pidió la palabra y otra vez todo volvió a ser silencio. “Quiero pedir perdón a Germán por lo de ayer. No me gusta verme estar en esa situación y estoy todavía sensible. ”; señaló la deportista y a pesar de sus esfuerzos no pudo contener las lagrimas.
“Los sentimientos hay que dejarlos fluir”, la alentó De Santis y allí se aflojó. “Siento que las hormonas están arriba y tomo todo como diez veces peor. Estoy un poco sensible”, repitió. Luego de que el conductor Santiago del Moro y Betular elogiaran su reciente preparación, Mica volvió al incidente de la víspera. “Uno también se equivoca, se excede con lo que dice, así que te pido disculpas”, repitió, apuntando directamente a Martitegui que respondió con una reverencia.
A pedido del conductor, el jurado y la participante se abrazaron. Pero allí no terminó el asunto. Porque mientras la deportista regresaba a su estación y se secaba las lágrimas, fue el chef el que pidió la palabra. “Durante todo el tiempo que estuviste acá, sos una persona que tiene un carácter fuerte, pero admiro la manera en que te comportás. Hiciste gestos muy nobles reconociendo que algunos platos eran mejores o ayudando a compañeros. De mi lado tengo admiración y esto que acabás de decir me emociona y lo demuestra”, afirmó.
Luego de compartir la pipa de la paz, Martitegui llamó a Viciconte para iniciar la ronda de veredictos: “Mantuviste la calma durante esto que fue una locura. Tenés el mejor plato de la noche”, sentenció el exigente chef. “Me voy a dormir contenta”, suspiró la guardavidas, que pasó a la final del jueves por el delantal dorado, donde se medirá a Fulop y Kablan en esta semana tan especial de la competencia.
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