—Ana, ¿por qué no te bajas Tinder?
—No sé, yo soy muy conocida. No queda bien.
—Pero hay un montón de conocidas que hasta se casaron.
—Bueno, voy a probar.
Una amiga de Anamá Ferreira fue quien la incentivó a que se descargara la famosa aplicación para conocer gente. “Es que no había eventos, no podías ir a tomar un café. Y hoy si ves a alguien es con barbijo, tenés que preguntarle si está vacunado contra el coronavirus”, explica la exmodelo en diálogo con Teleshow y bromea a la hora de contar los motivos que la llevaron a usar la plataforma: “En cuarentena, las parejas se pelean. ¿Y las solteras qué hacemos? Nos peleamos con nuestros perros”.
Luego de pensarlo mucho, la brasileña que está radicada en Argentina tomó su celular, descargó la aplicación y creó su perfil. Puso sus datos personales, como cualquier persona, eligió qué fotos quería mostrar y esperó a ver qué sucedía. La repercusión, dice, fue tremenda: tres mil personas quisieron interactuar con ella.
Pero no sucedió como ella realmente esperaba. “Me hablaron, pero dudaban de que realmente fuera yo”, cuenta. “¿Sos Anamá Ferreira?”; “Anamá no necesita estar acá”; “No sos ella”; “Estás usando sus fotos”, fueron algunos de los mensajes que recibió sobre quienes la acusaban de estar robando su propia identidad. Es que más de una vez los famosos han denunciado que les había pasado algo similar cuando un usuario se hacía pasar por ellos mismos.
Esta vez, Anamá Ferreira sí era Anamá Ferreira. Sin embargo, quienes desconfiaron decidieron denunciar su perfil y las autoridades de Tinder, bajo las políticas de su privacidad, consideraron que la exmodelo estaba usurpando una identidad que no le correspondía y le bloquearon la cuenta. De inmediato, intentó comunicarse vía mail para solicitar la reactivación: explicó que realmente era ella, brindó datos personales. Pero no hubo caso: desde la aplicación tampoco le creyeron.
“Desafortunadamente, tu cuenta ha sido prohibida en Tinder por violar nuestras condiciones de uso o normas de la comunidad”, se lee en el mail que recibió Ferreira. Quien intentó apelar al tribunal, pero tampoco tuvo suerte: “Nos tomamos muy en serio las infracciones de nuestras políticas y no ofrecemos un proceso de apelación en este momento. Por tanto, su cuenta permanecerá prohibida en Tinder y no podrá crear un nuevo perfil con su cuenta de Facebook y / o número de teléfono”, agregaron.
“Me duró poco tiempo”, lamenta Anamá, todavía sorprendida por la acusación errónea que recibió al pensar que estaba usurpando su propia identidad. Lejos de ofuscarse, intentó ponerle humor a la situación. “Me causa gracia porque justo me pasó en la misma época en que salió el documental del estafador, que siguió teniendo su cuenta activa. Y la mía no”, dice sobre el estreno de Netflix que habla de la vida de Simon Leviev, quien se hacía pasar por millonario y estafaba y engañaba a mujeres.
En tanto, responsabiliza a la aplicación y, siempre en tono de broma, agrega: “Me dejaron soltera”. Y hace la salvedad de que igual le “daba vergüenza” utilizar la aplicación, pese a que le hubiera gustado conocer a alguno de los internautas ya que por estos días no tiene demasiadas reuniones sociales en las que pueda llegar a conocer a alguien. “No es algo que me pasa a mí sola, le sucede a muchos. No es tan fácil”, lamenta.
¿Qué hizo entonces la exmodelo? Eliminó la aplicación de su celular y decidió dejar de buscar conocer a alguien sino esperar a que llegue solo. “Daré vuelta a la esquina y encontraré a mi Brad Pitt”, concluye Anamá Ferreira sin perder el sentido del humor.
SEGUIR LEYENDO: