Un reality y una promesa las unió para siempre. “Juntas hasta el final”, se prometieron Paula Chaves y Jazmín De Grazia en el comienzo de sus carreras, apenas salieron de Super M, el popular certamen de modelaje que buscaba a la nueva top model del país. El premio era un viaje, un auto y un año de contrato en la agencia de Ricardo Piñeiro, uno de los representantes más reconocidos del medio en ese momento. Ni hablar de la popularidad que la pantalla les podía dar con su sola participación, en épocas en que los realitys como Gran Hermano comandaban las mediciones. Pero ellas se llevaron algo más que premios y contratos.
Durante las dos ediciones del ciclo (2002 y 2003) pudimos ver caras que luego se hicieron conocidas: De Grazia (que participó de la primera edición y resultó tercera), Carina Monteleone, Agustina Córdova, Soledad Fandiño, Carolina Di Nezio, Mavi Iglesias, María del Cerro y Paula, que se consagró como ganadora de la segunda edición. Más allá de una carrera exitosa, muchas chicas forjaron una amistad que aún perdura.
Paula y Jazmín eran chicas y competitivas, pero pronto se hicieron íntimas. Eran el agua y el aceite, la rubia y la morocha. Sin embargo, eran inseparables, y muy requeridas en desfiles y eventos. Protagonizaron tapas de revistas y escándalos, los fotógrafos las seguían y siempre daban que hablar. Hasta que llegó la peor noticia de todas: el 5 de febrero de 2012, a sus 27 años, Jazmín fue encontrada sin vida en la bañera de su departamento en el barrio porteño de Recoleta.
Pronto, todos comenzaron a buscar el testimonio de Paula, que estaba devastada y sin explicación por lo que había sucedido. Varias veces habló de su amiga en los medios -una pregunta recurrente aunque pasen los años- y otras tantas le dedicó posteos emotivos en sus redes. “Por siempre en mi corazón amiga linda. Te extrañamos tanto”, suele escribirle junto a postales de ambas disfrutando o abrazadas.
Pero la unión entre Jazmín y Paula pudo trascender el plano terrenal. En varios oportunidades, la mamá de Olivia, Baltazar y Filipa contó que sueña con su amiga. Hace unos años, durante su participación en ¿Quién quiere ser millonario?, relató su último encuentro: “Yo sigo en contacto con su familia, la extraño mucho y ella se me aparece en sueños. Cada vez que eso pasa, lo llamo a su papá y le digo: ‘Ricardo, se me apareció Jazmín, soñé con ella y me dice que está bien’”.
Pero fue durante su último embarazo que la conexión mística entre ambas se manifestó de forma contundente. “Elijo recordarla el día de su cumpleaños, no el día que partió. Porque es justo el cumple de Filipa. Mayor señal que esa no hay. Ella quiere festejo”, le dijo Paula a Teleshow, confirmando el motivo de su decisión. No será solo con el calendario o los sueños que su amiga le haga saber que está presente.
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La tercera hija de su relación con Pedro Alfonso nació en el Sanatorio de la Trinidad el 4 julio, la fecha de nacimiento de su amiga. Incluso, apenas tuvo a Filipa y la llevaron a su habitación, la estaba esperando una amable enfermera que la trató de forma especial. Contó que jamás la habían atendido de tal manera. Nunca supo quién era durante su estadía ni su nombre hasta que, antes de irse, Paula le preguntó cómo se llamaba: “Me llamo Jazmín”, le respondió la cálida mujer. Y ese tipo de situaciones, siempre se repiten.
Muchas veces el grupo de amigas lamentó públicamente la ausencia de Jazmín y fantaseó imaginando cómo sería como tía o incluso, ella misma como madre. Y tal vez, con estas “casualidades”, la modelo se las rebusca para estar siempre cerca, así no sea físicamente. Unidas, como la promesa que se hicieron hace 20 años intacta: siempre juntas hasta el final. Porque para siempre es para siempre.
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