Decenas de personas aguardan en el andén. Un tren a lo lejos se asoma y se hace cada vez más grande, hasta alcanzar la pantalla. Mito o realidad, quienes estaban del otro lado se asustaron y comenzaron a agacharse o a correr, para evitar que la locomotora los alcanzara. La llegada del tren a la estación (1895), de los hermanos Lumière, es considerada la primera película en haber sido exhibida. 126 años después, el cine sigue sorprendiendo.
Los espectadores tienen la posibilidad de viajar en el tiempo y el espacio con solo una pantalla, y la tecnología ayuda a que ese viaje sea cada vez más real. La pandemia hizo que muchas cosas que se venían gestando se aceleraran y que el futuro llegara cada vez más rápido. Ante la imposibilidad (y la incertidumbre) de que el set de filmación se trasladara a las distintas locaciones, la computación permitió que directores y actores ya no tuvieran que estar en un lugar físico para filmar allí.
Con Ana Claudia Talancon y Erick Elias como protagonistas, el filme mexicano Cuando Duerme Conmigo, de Eduardo Román -también productor-, retrata a Laura y Vicente, quienes no se conocen. Laura vive en Nueva York, es abogada, está casada y es madre de tres niños, divide su tiempo entre su profesión y la vida familiar. Vicente, vive en Miami, está soltero, es profesor de high school y amante de los deportes. Sus caminos se unen, tras un accidente que los lleva a pasar una fría noche de invierno neoyorkino en vísperas navideñas, en la incómoda sala de espera de un hospital. Un café rompe el hielo entre ambos y comienzan a hablar de sus vidas. Una historia donde se desnudan las relaciones humanas, el amor en su diversidad y los silencios como reflejo de una sociedad que oculta y calla para evitar riesgos. Laura y Vicente deberán decidir como continuar sus vidas ante la posibilidad de perderlo todo. Una noche sin tregua, donde la única alternativa podría ser un pacto de silencio y complicidad.
La historia transcurre en Nueva York y Miami, pero se filma a más de siete mil kilómetros: en Buenos Aires. Se trata de la primera película realizada con la tecnología virtual production o producción virtual de Latinoamérica, que ya se usó para el rodaje de The Mandalorian, la serie de la saga StarWars, y podría definirse como la evolución del chroma key (el paño verde que se utiliza para alterar los fondos de las escenas).
Apostadas en los estudios Cacodelphia en el barrio porteño de Barracas están las pantallas led curvas de 160 metros cuadrados y los servidores capaces de hacer realidad la magia. Gastón Gallo, director de producción virtual del largometraje, explicó a Teleshow en qué consiste dicha tecnología: “Para esta película se crearon escenarios virtuales porque sucede entre dos ciudades. Es un cambio revolucionario que se da en los métodos de rodaje de producción de cine y series, surge a partir de la pandemia. Es filmar en un gran estudio rodeado de pantallas led, con imágenes hechas en Unreal Engine, que permiten manejar la perspectiva cuando se mueve la cámara logrando híper realismo, es revolucionario y es la etapa posterior de lo que se conocía como chroma”.
—¿De dónde salen las imágenes que están en las pantallas?
—Son creadas en 3D, para lo que participó un estudio argentino, y se integran al Uneal Engine y se tiene la posibilidad de renderizar en tiempo real. Es necesario una red de mega computadoras y servidores muy poco frecuentes, con más memoria de los que se usan para minería de criptomonedas. Que se rendericen en vivo quiere decir que es en tiempo real, que el director puede ver en pantalla la composición de la imagen. Se trae parte de la post producción al rodaje.
—¿Siempre son imágenes creadas en 3D? ¿No hay algunas ya filmadas de manera tradicional?
—Las dos cosas. La mayoría están creadas virtualmente en 3D, sobre todo cuando los escenarios requieren mucha sofisticación en cuanto a perspectiva. Podés hacer un amanecer durante toda la jornada, hacer llover, nevar... pero también se puede trabajar con imágenes filmadas.
—¿Qué ventajas tiene?
—En tiempos de crisis surgen grandes cambios, tuvimos la pandemia y una saga de La guerra de las galaxias se puso todo para dar un gran salto. Eso trae mejoras, permite mayor calidad y control y termina haciendo mas fácil la producción y bajando costos a nivel traslados y ese tipo de problemáticas. Esto ayuda a resolver en cuanto a tiempos y costos también en la postproducción.
Para Gallo, su hermano Sebastián, director de Júpiter Led, y el productor Juan Crespo, este sería el camino más importante en la industria del mundo audiovisual desde que se pasó de lo fílmico a lo digital. “Cuando hablamos de producción virtual, uno construye escenarios”, puntualiza el director de producción virtual, fascinado. Con esto, se baraja de nuevo y cambian los jugadores, además de escenógrafos que imaginen espacios: ahora es necesaria la participación de programadores 3D para crearlos.
Los productores creen que en unos años la producción virtual podría ser masiva, ya que muchos escenarios reales que hoy no se emplean por sus algos costos, podrían ser accesibles. Su implementación también va a requerir del trabajo de los actores: “Al principio no entendían de qué se trataba, asusta lo nuevo, porque además tenés que generar una coreografía en las escenas pero fuimos aprendiendo todos a medida que fueron pasando las semanas. Para ellos está bueno porque ven el escenario: ya no actúan contra un fondo verde”.
“Es maravilloso, porque en segundos cambiás los fondos y pasás de una escena en Miami a una nevada en Nueva York. Podés trabajar contenido en estudio reducido con perfiles nuevos, gente de sistemas y programadores, lo que implica coraje de parte de los roles tradicionales. Esto que hacemos son los primeros pasos, pero hasta se pueden crear meta humanos como extras”, dice Gallo, dejando en claro que ya no hay límites y que lo que la imaginación alcance, se puede concretar.
Aunque es la primera vez que hacen una película de esta manera, el equipo ya venía trabajando en este tipo de tecnologías. “Uno aprende permanentemente. Hay servidores, pantallas y es complejo de manejar, más si le sumás la dirección de los actores sobre el escenario. Este estudio en el que rodamos es la confluencia de dos empresas, Júpiter led, que viene empleando desde el 2014 pantallas en recitales, aunque esto es más sofisticado, y Cacodelphia”.
Los roles comienzan entonces a reinventarse y muchas personas que antes estaban abocadas a la postproducción, ahora están también desde la pre: “Directores de fotografía o gente de diseño virtual está ahora desde los inicios, son cambios positivos y va a ser un boom”, se ilusiona Gallo.
Ya terminado el rodaje se espera que Cuando Duerme Conmigo, que cuenta con la producción ejecutiva de Mariano Dall Orso y la productora 4Cento Films y en coproducción de Estudio Cacodelphia, Arttess Productions y 3C Films, se estrene primero en México durante el segundo semestre del año, previo paso por algunos festivales de cine. Debido a la forma en la que se realizó, junto con The Mandalorian marcaría un antes y un después en la manera de hacer cine.
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