Este miércoles “de beneficios” en Masterchef Celebrity 3 (Telefe) le propuso a los participantes realizar un plato libre en sesenta minutos, pero con ingredientes obtenidos de una especie de almacén de barrio.
“Cuando comience el tiempo, nosotros vamos a levantar la persiana del almacén. Ustedes se acercarán y podrán elegir los ingredientes. Pero tengan en cuenta una sola cosa: el tiempo es valioso y también incierto: no sabemos cuánto tiempo la persiana permanecerá abierta”, les adelantó Donato de Santis a Joaquín Levinton, Catherine Fulop, Tomás Fonzi, Denise Dumas, Paulo Kablan y Malena Guinzburg, los seis mejores cocineros de la semana.
“Recuerden que se trata de un mercado de barrio, no nuestro mercado de siempre. Puede pasar en un almacén que el cliente que está adelante nuestro, se lleve el último paquete de arroz y nosotros nos quedemos sin nada. No hay ingredientes para todos”, agregó Germán Martitegui para darle una vuelta más de dificultad a la competencia de la jornada.
Así las cosas, los seis se abalanzaron contra el puesto y agarraron lo que pudieron, incluso mientras la persiana se iba bajando. Acción que casi le “corta la cabeza” a Fonzi: “Sentí una guillotina acá atrás”, graficó el actor.
En la ya clásica ronda de Santiago del Moro por cada una de las estaciones durante la preparación de los platos, le sacó el tema de su inminente casamiento a Paulo Kablan: “Bueno, el 4 de marzo es la fecha de la boda... ¿Cuántos invitados?”, preguntó. “150, ¿no? Para qué andar invitando... Donato muy gentil dijo que pone su restaurante”, contó el periodista de policiales y eso le dio una idea al conductor del ciclo: empezó a preguntarle a los demás qué podían aportar para la fiesta.
“Escuchame, Joaquín, ¿podés ir con los Turf a tocar a la boda de Paulo?”, le preguntó a Levinton. “Sí, sería cuestión de arreglar el número, nomás”, respondió el cantante sin levantar la mirada. “¡No, gratis!”, pidió del Moro. “¡For free no te doy ni un abrazo!”, devolvió el rockero citando una frase del hit “Opa”, del rapero Dillom. “¿Pero no podés venir solo, con una pista?”, insistió santiago. “Naaahhh, sí, por Paulo lo hago”, recapacitó Joaquín. “Es un crack. Gracias Joaquín, lo hacés gratis, de corazón”, selló Kablan.
En eso, del Moro siguió pidiéndole su aporte a los demás. “A ver, Denise, ¿qué podés dar para la boda de Kablan?”, le preguntó a Dumas. “Te bailo un reggaetón. Soy bailarina”, dijo ella, mientras se tiró un presseo típico de la danza del género. “No, con eso no...”, la cortó el conductor. “¿Y un adaggio?”, propuso ella mientras intentó hacer un giro elegante. Y en eso, cuando lo estaba completando, cayó aparatosamente contra el piso e hizo un indudable gesto de dolor.
“Uhh, se cayó en serio. ¡Se pegó un porrazo!”, se preocupó Paulo. “¡Juro por dios que esto no estaba ensayado!”, dijo Fonzi mirando a cámara y soltando una risa. Mientras Denise se retorcía del dolor, del Moro siguió preguntando. Así, Tomás Fonzi prometió “un monólogo de Shakespeare” para la boda, mientras que Guinzburg dijo: “También un monólogo... Y paso videos de mi papá”, agregó riéndose.
En tanto, Catherine Fulop dijo que aportará tequeños. “Porque, mi amor, una boda sin tequeños en Venezuela fracasa seguro. ¡Divorcio!”, contó ella. “¡Qué gran organizador de eventos resultó Santiago!”, cerró Kablan ante la buena iniciativa del conductor. ¿Y Denise Dumas? Apenas podía hacer pie sobre su cocina: “Yo me esguincé, parece, chicos”, dijo ella, todavía dolorida.
“Mi tobillo está al doble de su tamaño. Mi adaggio fracasó rotundamente... Pero digna voy, porque mi plato es lo mejor que me pasó en el último tiempo”, dijo Denise al llevar su sopa de zanahoria con palta y crocantes de papa y calamar ante la evaluación del jurado. “Creo que es un plato que sale de la fantasía y de la cabeza de una persona que quiere ser Masterchef”, la elogió Donato. “El merengue de limón, jengibre y cilantro es una genialidad. Es atrevido, avasallante, deslumbrante... Y hasta sexy”, la calificó Martitegui. “Esto es avant-garde”, cerró Betular ante el desconcierto de Dumas: “No sé ni que significa eso”, dijo ante el francés de “vanguardia”.
Así, fue considerada la cocinera con el mejor plato de la noche y se hizo dueña de la medalla de oro, la primera presea en ganar en lo que va de la competencia. Cathy Fulop se llevó la de plata por su “lomo hawaiano”: un lomo con salsa de sambayón, hongos y cuscús. En tanto, Joaquín Levinton, Tomás Fonzi y Paulo Kablan también subieron al balcón y avanzaron de ronda. Del otro lado, quedó Malena Guinzburg, quién pasó al domingo de eliminación.
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