Jimena Barón suele meditar a diario en la comodidad de su hogar, que comparte con su hijo Morrison, fruto de su relación con Daniel Osvaldo. La cantante publicó en su cuenta oficial de Instagram, que es seguida por casi seis millones de personas, una imagen del altar que se armó en su casa para poder realizar esta práctica.
“Buen día, acá en el meditario que me armé para arrancar los días con calma, la cabeza organizada y clara conmigo misma y lo que quiero conseguir”, aseguró la actriz al mostrar una fotografía del altar que tiene un buda, fotos de su padre, velas, sahumerios, estampitas, entre otras cosas.
La meditación tiene muchos beneficios para la salud de las personas. Un estudio reciente muestra que meditar durante unos minutos cada día puede ser el primer paso para subir las defensas para ayudar al cuerpo a combatir el cáncer y virus como el COVID-19. La investigación fue publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Por otra parte, la intérprete de La Cobra disfrutó de unas vacaciones familiares en Europa, después de un año intenso como jurado de La Academia. Y, como es su costumbre, a través de sus redes sociales fue publicando los sucesos más divertidos de su diario de viaje. Sin embargo, después de varios días en Madrid, la actriz y cantante se preguntó en una historia de Instagram: “¿Qué onda en España? Siento que ni me miran...”.
Entonces, con el humor que la caracteriza, Jimena buscó la respuesta a su interrogante. “Lo que imagino”, escribió junto a una foto de ella posando sexy en ropa interior sobre la cama. “Lo que ven”, puso en una selfie que se sacó frente al reflejo de una puerta, cuando estaba caminando por las calles de la capital española junto a su hijo. Y se encargó de destacar todos los detalles que hacían que nadie reparara en ella.
Así, Barón señaló con flechas el “barbijo”, que obviamente impide que vean gran parte de su rostro y, en especial, su sonrisa. También marcó el “poncho”, que la protege del crudo invierno europeo pero que no le permite lucir su silueta. No se olvidó del “bidón de agua”, que la muestra en su faceta menos glamorosa. Y, para terminar, incluyó al “niño anticonceptivo”, en referencia al pequeño Momo que se abrazaba a su pierna.
En otra oportunidad, Jimena aprovechó para compartir su currículum en busca de un candidato, luego de haber recibido una evasiva por parte de un caballero que la había invitado a tomar algo y se arrepintió al enterarse de que ella estaba con su pequeño. En él, la actriz y cantante advirtió que en mayo de este año cumple 35 años y que tiene un hijo de 7 con el que pasa la mayoría de su tiempo. También se refirió a su situación económica y detalló: “Me va re bien gracias a Dios, no necesito plata, me compro mis propias carteras y todo lo que me hace feliz. Si al otro le va mejor que a mí me da mucha alegría y pretendo lo mismo al revés”.
Entre varias cuestiones, dio detalles de la rutina de su vida cotidiana: “Me gusta levantarme temprano, entrenar, comer saludable y dármela en la pera una vez por semana, ponele. La fisura no es un estado que me agrade”. Y aclaró: “Soy bastante más estructurada de lo que parezco, y bastante menos loca”. También apuntó al mate, los sudokus y los autodefinidos como necesarios para vivir y los domingos como día familiar. “El sexo es diario y espectacular” , aseguró. Luego se mostró relajada en torno a la relación de pareja: “No me compartas tu vida porque no creo que me interese toda y no me gusta fingir, no me sale y me da paja. Y sentenció: “Creo en las vidas compartidas sin compartir toda la vida”.
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