Tamara Báez, la novia de L-Gante, se sumó a la moda del bling dental como muchos famosos del mundo de la música y el espectáculo. La joven se colocó unos brillos en sus dientes y mostró su nueva apariencia a través de las redes sociales. “Me encantaron”, aseguró en las imágenes que compartió con sus seguidores desde su cuenta oficial de Instagram.
Esta tendencia de colocar gemas en la dentadura se hizo popular en la década del 80 en los Estados Unidos y todavía sigue muy vigente. Artistas muy populares como Lady Gaga, Katy Perry, Miley Cyrus y Rosalía siguen esta moda tan extravagante de decorar la dentadura con un strass o una joya. Esta técnica también es conocida como piercing dental.
Además, Tamara también uso sus redes para mostrar la celebración de los cuatro meses de su beba Jamaica, que nació el 13 de septiembre de 2021. La familia decidió realizar un festejo a todo trapo en la ciudad de Pinamar, donde se encuentran de vacaciones.
“Felices 4 meses Jami, mi amor”, escribió Báez en un posteo de Instagram en el que compartió una serie de fotos de la celebración: globos, tortas, arreglos florales y golosinas, todos en tonos amarillos y dorados y con un flamenco coronando la decoración. Incluso posó en las fotos con una bikini amarilla haciendo juego, así como también la pequeña vistió un body del mismo color. Además, en la publicación le agradeció tanto a la empresa que se encargó de la pastelería como a quienes realizaron la ambientación del festejo.
Por otra parte, L-Gante había sido noticia por seguir la fiesta después de un show en Pinamar. Luego del trajín por la actividad nocturna, el músico regresó con su pareja y un grupo de amigos a la casa que alquilan, pero estuvo lejos de irse a dormir. Primero degustó unas hamburguesas, luego disputó unos partidos de fútbol en la Play Station, y por último formó parte del after que se estaba celebrando en el patio de su casa con salida a la playa.
El músico abrió la puerta y no quiso perderse lo que ocurría ahí afuera. Un DJ marcaba el ritmo desde una computadora y más de un centenar de chicos y chicas bailaba al compás de la música de L-Gante. En ese momento, el reloj marcaba las 6.53 y el sol ya se asomaba con fuerza en el cielo de Pinamar que no mostraba ni una nube. Cada uno lo disfrutaba a su manera, hasta que el músico sorprendió a todos con una revelación.
“Se sumaron los vecinos”, celebró Elián de repente y enfocó con su cámara hacia otro ángulo de la fiesta, esta vez hacia el patio que conectaba con otras casas. Allí se veía a un grupo de jóvenes que seguía bailando al compás de la música, y de fondo dos vecinos, que lejos de quejarse por los ruidos molestos, optaron por engancharse a la fiesta. Claro que en vez de vasos con alcohol o latas de bebidas energizantes, prefirieron tomar con mate. Eso sí con lentes oscuros y moviendo el cuerpo al compás del ritmo.
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