El músico Martín Carrizo falleció el lunes 11 de enero a los 50 años, según comunicó su hermana Cecilia a través de un desgarrador posteo en sus redes sociales. “Decime, por favor, por dónde sigo”, escribió quien fuera la animadora infantil popularmente conocida como Caramelito y que actualmente se destaca como panelista de A la tarde, por Amériaca.
“Gracias queridos y queridas por tanto cariño, ayuda y apoyo incondicional. Le hicieron muy bien cada día. Infinitas gracias”, continuó haciendo referencia a la lucha de su hermano, quien en 2015 había sido diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular que se origina cuando las células del sistema nervioso -llamadas motoneuronas- disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, con lo que provoca una parálisis muscular progresiva.
Este lunes 24, la panelista regresó al programa de América luego de haberse alejado unas semanas para realizar el duelo. “Estoy feliz de estar acá, desde la mañana estoy concentrada porque quiero estar tranquila, no quiero echar un manto de tristeza en este programa.... Simplemente agradecerles estos años de amor puro, de compañía para Martín que atravesó años muy graves, de una enfermedad muy dura y muy difícil”, señaló en el arranque del ciclo conducido por Karina Mazzocco.
Además, recordó que con su hermano habían realizado una campaña para recaudar fondos y poder viajar a Miami con el objetivo de someterse a un tratamiento médico experimental que le brindara una mejor calidad de vida: “Viajó con toda su fe y se quedó un año entero allá. Fue gracias a tanta gente porque fue muy costoso. Yo me puse al frente de esa campaña porque él me lo pidió. Yo decía no importa el número del billete, porque eso era amor, era amor para Martín”.
Con la voz quebrada, Caramelito recordó el sufrimiento que el músico tuvo debido a la enfermedad y dio detalles de cómo lo acompañó hasta su último suspiro. “Me enseñó a vivir y a morir, yo estaba ahí cuando murió, lo vi morir, estaba al lado de él cuando se fue. Me regaló su última mirada y yo le regalé la mía. Es una emoción muy fuerte, les juro que no pasa por revolver la herida, no tiene que ver con eso. Es importante la palabra aceptación, él y cada persona que vivió una enfermedad así convive con esta palabra”, explicó entre lágrimas, muy emocionada.
Durante la charla con Karina, la panelista habló sobre la importancia de la aceptación en momentos tan complicados. Además, aseguró que su hermano mayor siempre estaba sonriendo, con buena energía y era muy exigente a la hora de trabajar. “Los cinco discos que grabé fue con él, cada una de las canciones las grabé miles de veces. Eran las 3 de la mañana y me decía: ‘Graba otra vez, lo podés hacer mejor’. Me dejó un legado de lucha, de excelencia, de amor”, recordó.
Por último, Caramelito hizo una interesante y profunda reflexión: “Me preguntaba por qué fuimos a Estados Unidos, por qué ese sacrificio, todos los días le daban inyecciones en el cuerpo. Fue algo muy duro. Era un campeón. Y ahora ya sé por qué fue: era para que todas esas personas que lo acompañaron al viaje, lo acompañaron hasta el último día. Todos los días pedía que le leyeran los mensaje, le gustaba que la gente le diera amor”.
“Cuando el Indio (Solari) le abrió un show entero para él. El Indio mete a 200 mil personas en su shows. Y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, amados por Martín, son sus hermanos, dijeron que iban a hacer un show para mi hermano. Yo le dije al Indio: ‘No solo le diste todo el amor, sino que le abriste las puertas para que todos tus seguidores, el Pogo más grande del mundo, le dieran amor hasta su último instante’. Es un legado de amor absoluto”, agregó Carrizo.
“Me enseñó a vivir y a morir, porque tenemos culturalmente un concepto de la muerte a la que le tememos, le escapamos, y te aseguro que yo me amigué con la muerte. Eran las 4 de la mañana, estaba en el sanatorio con él en la guardia, y cuando él dejaba de respirar me regaló una última mirada. Me cerraron la puerta, me fui caminando por el sanatorio vacío, y pensé: ‘Ya está mi amor, agarrá la bici y andá, ya está'. Porque una enfermedad que te limita tanto, que te lleva a un extremo desconocido para cualquier ser humano, es la prueba máxima de la integridad que puede tener un ser humano. Hasta su último suspiro batalló y me enseñó a ser una persona digna”, cerró Caramelito.
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