“Casados con hijos tendrá su versión teatral para el 2020″, celebraban los fanáticos de la serie en el 2019. El proyecto ya estaba confirmado, se haría en las vacaciones de invierno en el Gran Rex y de a poco los protagonistas de la ficción iban acomodando sus agendas para estar sobre el escenario. Sin embargo, muchas cosas pasaron en el medio, desde una pandemia que sacudió al mundo, hasta diferencias entre los artistas y los productores, que hicieron que el telón nunca se levantara.
“Todavía no tengo nada cerrado. No estoy del todo segura porque quiero ver a ver cómo es este nuevo Casados con Hijos, que implica también pasarlo en este momento del mundo. No sé qué es lo que se va a decir, lo que se va a hacer, de qué nos vamos a reír”, decía hace más de dos años Érica Rivas, María Elena Fuseneco en la sitcom. Es que a quince años de la emisión del programa, para ella resultaba crucial rever algunas formas de los personajes y lo que estos contaban, ya que la sociedad había cambiado y también la forma de hacer humor.
Con los Argento todos confirmados (Guillermo Francela, Florencia Peña, Luisana y Darío Lopilato) y Dardo Fuseneco (Marcelo De Bellis) el elenco comenzó a promociona la obra que con todas las entradas vendidas desde hacía meses, tuvo que suspenderse por el avance del coronavirus. Mientras tanto y a pesar de que los teatros estaban cerrados se seguía especulando sobre si era posible que se realizara la pieza en algún momento y siempre el foco estuvo puesto en con qué pasaría con el personaje de Rivas.
Durante meses ella prefirió mantener el silencio hasta que el año pasado en diálogo con Teleshow fue concluyente: “Yo no me bajé, me bajaron. Yo no decidí, decidieron ellos. Y siempre pasó lo mismo, no solamente con esto: yo no quise dejar de estar en esos espacios de representación, para mí es importante estar más allá de que es la boca del lobo. Es muy difícil estar ahí pero yo no quería no estar. Al contrario: yo amo a María Elena y la amé siempre. Ese personaje siempre será algo de lo que estuve orgullosísima, pero bueno, pasaron 15 años, las cosas cambiaron, hay que pensarlo de otra manera, hay que ver de qué nos reímos ahora y todo lo que ya dije. Lo volvería a hacer igual, no tengo ninguna duda: volvería a decir lo mismo”.
Es que, según su testimonio, a ella no la convocaron para firmar contrato como al resto de sus compañeros. En su momento la actriz había querido leer y revisar el guion antes de cerrar y ahí habrían comenzado sus diferencias con la producción, quienes en el 2020 comunicaron: “El personaje de María Elena no va a estar pues Érica Rivas se había comprometido de palabra y en todos estos meses no firmó”.
Los escollos estuvieron en cómo reformular la historia para los tiempos que corren. Por eso, y si bien los guionistas Diego Alarcón y Axel Kustchevasky no brindaron detalles, una de las primeras cosas que se filtraron luego de que se confirmara en septiembre del 2019 pasado la vuelta de los Argento, fue que esta vez Moni sería una “mujer empoderada” y que Pepe dejaría a un lado sus actitudes machistas.
“Yo creo que los personajes no van a cambiar, no hay manera de que Pepe de repente pase de ser el machirulo del año al tipo más respetuoso de la libertad de las mujeres. Lo mismo digo con Moni. Ella es de alguna manera muy machista en su pensamiento. Lo interesante es que es una crítica a la familia: no es literal, yo veo mucha gente literal. Casados con hijos es un chiste que al principio no se entendió porque lo tomaron literal”, había dicho Peña.
Que un artista no quiera firmar hasta ver el material hasta suena lógico, sin embargo el tiempo pasaba y Rivas seguía sin cerrar su participación, ni descartarla tampoco. Hasta que, días antes de comenzar con los ensayos de la obra, la actriz no habría llegado a un acuerdo con la producción, justamente porque no habría estado conforme con los guiones.
“Es la única actriz del elenco que solicitó cambios en el guion, y cuando lo cambiaron no aceptó. No solo eso, sino que pidió más dinero ‘porque voy a tener que trabajar mucho más’”, explicó en ese momento Ángel de Brito. Pero además, y sería una de las cosas que más le dolió a la artista, se filtró uno de los mails que ella me mandó a los escritores con sugerencias de cambios en el texto.
El el correo ella enumeraba y comentaba cada una de las escenas. “Veo que este es el único spot donde María Elena termina el chiste. Pienso que podríamos reírnos entonces de que a Pepe no le queda mucho tiempo de vida. A eso me refería cuando quise incorporar al equipo a alguien para que los proteja y asesore feministamente. Y me mandaron todos a freír churros. Me gustaría deslizar en algún momento el ‘se va a caer’, que ahora que lo pienso este último podría ser el nuevo latiguillo de María Elena”, sugirió.
En otro pasaje, comentaba: ”Pienso que dentro del nuevo horizonte que se nos está viniendo encima un hombre que se burla de una mujer que no se depila el bigote tendría que ser sancionado y burlado, él, pero en este caso, Pepe está haciendo reír al público como si fuera algo malo o poco femenino dejarse los bigotes. De esto hablo cuando pregunto de qué nos vamos a reír ahora. ¿Qué le vamos a dar a la gente para que sea gracioso? ¿Cuál es nuestro compromiso en este nuevo paradigma? ¿Esto lo chequea Sony?”.
“Hoy diría muchas cosas contestando este chiste tan malo y que atrasa ¿y saben por qué? Porque estos chistes cuestionarían la masculinidad y no sólo la de Pepe sino la de todos los hombres, incluida la de ustedes. Y eso no es gracioso. Con eso no se juega, de eso no se habla ¿no? ¿Y mi femineidad? Bien, gracias. No la cuida nadie, me la tengo que cuidar yo solita y con esto cuido a todes. Un besite”, cerraba hace dos años y medio Érica su mail que más tarde se filtró y Ángel de Brito leyó en LAM.
En los últimos días, se refirió a dicho correo en el ciclo Caja Negra: “Hubo mucho daño, todavía me sigue doliendo lo que hicieron ellos. Mandar un mail privado a uno de esos programas horribles es feo. Yo le mandé ese mail a todos hombres. Fue feo. No me lo esperaba. Me dio mucho dolor. Me echaron porque era un dolor de huevos, porque soy un grano en el orto”.
Las idas y vueltas con las reescritura del guion y entre la producción y la actriz no llegaron a buen puerto y nunca hubo acuerdo. La pandemia luego azotó a los teatros y éste, como tantos proyectos, quedó inconcluso. En caso de que se realice la obra, además de reunir al elenco y adaptar los chistes a los tiempos que corren, la producción ahora deberá además enfrentar el desafío de modificar la historia explicando de manera convincente la ausencia de un personaje tan importante como María Elena Fuseneco.
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