Después de dos años incursionando en el rol de conductora en los almuerzos y cenas en reemplazo de su abuela, Juana Viale volvió a concentrar sus energías en su vocación actoral y por estos días protagoniza la obra “El Ardor” en Punta del Este. La ficción también la encabezan Juan Gil Navarro, Joaquín Berthold y Santiago Magariños, y por estos días están de gira en el país vecino. El viernes por la noche tuvieron una visita muy especial: Susana Giménez dijo presente en la platea de la Sala Cantegrill y los felicitó por su actuación.
La diva vio la pieza escrita por Alfredo Staffolani y cuando llegó el momento final donde los artistas reciben los aplausos del público, Juana tomó la palabra y les contó quién había sido su invitada de honor: “Le quiero agradecer a Susana y a su hija, Mecha Sarrabayrouse, que están allá atrás: a las dos gracias por haber venido y apoyarnos”. Desde el placo Susana le contestó inmediatamente con un elogio: “Gracias a vos Juani, ¡estás divina!”.
Horas más tarde la nieta de Mirtha Legrand también expresó su alegría en sus historias de Instagram, incentivando a los espectadores a ver la obra: “Vino la grosa de Susana Giménez, ¿vos no vas a venir?”. La trama ocurre en el departamento donde viven Rita, una maestra de apoyo escolar (personaje interpretado por Viale); Marco, un escritor de artículos en blogs (Gil Navarro) y Manu, su hijo adolescente (Magariños) en pleno despertar sexual. Ellos planeaban un viaje a una casa en el Tigre para paliar el verano, justo cuando reciben la visita de Antonio (Joaquín Berthold), un primo del Paraná, que revolverá viejas tensiones familiares.
La llegada de Antonio será el puntapié para que Manu empiece a dar a conocer algunas cosas que está experimentando y que hasta ahora habían sido desatendidas por sus padres. Rita encontrará la punta del iceberg de una relación que ya no le da lo que necesita, y Marco, advertirá que, para sostener la relación con su mujer deberá establecer algunos acuerdos que hasta entonces había naturalizado.
En diálogo con Teleshow la actriz había expresado sus sensaciones justo antes de volver a las tablas algunas semanas atrás: “La obra te da un desgaste físico gigante, enorme… hacer gira, llegar, montar, terminar la función, ir a otro lado, y ahora estoy dedicada a esto; es una muy linda experiencia y tengo unos compañeros maravillosos”.
“Los que vengan a verla se van a morir de risa, pero es una comedia dramática. Hay que ponerle humor al dramatismo de la vida”, aseguró. “Uno siempre sale modificado después de cada función, no es fácil encontrar las palabras, pero creo que es una experiencia que cualquier artista la necesita para sentirse vivo. Es una adrenalina muy fuerte, es una alegría, es superarse… Son muchas experiencias”, opinó.
La diva de los teléfonos, por su parte, disfruta de la temporada de verano junto a su hija, su secretaria privada Dolores Mayol, su íntima amiga Inés Hernández y su histórica vestuarista. El fin de semana pasado compartió una especial noche en José Ignacio, donde suele viajar todos los veranos para descansar en su chacra La Mary, y en donde pasó el mayor tiempo durante la pandemia del coronavirus. Si bien estaba invitada a la fiesta que organizó la revista Gente, la diva agradeció el gesto pero eligió no asistir por precaución debido el aumento de casos en las últimas semanas; y prefirió pasar una noche de mujeres: fue a comer al exclusivo restaurante La Huella.
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