Millones de argentinos siguen cada día las aventuras de Marley y Mirko por el mundo, tanto desde la pantalla de Telefe en Por el mundo, como desde sus redes, pero aún hay más por ver. Por eso, padre e hijo tendrán su propio reality. Se trata de 8 capítulos, de media hora cada uno, en los que se mostrará toda su intimidad.
Marley y Mirko, un viaje por nuestro mundo se estrenará el 20 de enero en toda América Latina a través de la plataforma Paramount+. Según reveló Marley, a través del programa se mostrará el “día a día de cómo es la vida de Mirko, cuando va a la escuela, todo tipo de experiencias que hemos vivido y cómo vive una familia monoparental, que desde afuera tal vez se ve distinta pero que, al fin y al cabo, es igual a cualquier familia convencional”.
Pero no estarán solos, tendrán “actores secundarios” de lujo porque como el rodaje se realizó a mediados de 2021, cuando el conductor estaba al frente de La Voz Argentina, también se verán caras conocidas como los jurados del certamen, Ricardo Montaner, Lali Espósito, Mau y Ricky y Soledad Pastorutti. Y no serán los únicos, también podremos ver a Mirko en acción con su madrina, Susana Giménez y con los amigos de su papá más famosos: Florencia Peña, Elizabeth La Negra Vernaci, Humberto Tortonese y Damián Betular, entre otros. “No es que invitamos a famosos a participar, sino que esos son mis amigos de la vida real, sino parece que salí a contratar amigos”, se apura en aclarar el conductor a modo de gracia.
En una escala en España, donde está grabando circuitos y paseos con distintas personalidades para su programa de viajes -esta semana se sumarán Jimena Barón y su hijo Momo-, Marley conversó con Teleshow. Las horas de diferencia entre ambos países ubican al niño ya descansando y a su padre entregado a una charla amena y divertida, tal cual como se muestra en pantalla. “Acabo de ver el tráiler del reality, estaba ansioso porque aún no vi nada”, adelanta entusiasmado.
De este nuevo estreno, de la vida compartida con el nene con más seguidores en redes del país, de su deseo de volver a convertirse en padre y de la historia familiar de Mirko, habló en profundidad en esta entrevista.
— La última vez que hablamos estabas ante el desafío de viajar varias semanas con un chico de 4 años y ya queda poco para pegar la vuelta, ¿cómo fue finalmente la experiencia?
—Muy divertido todo pero agotador. Mirko se porta súper bien, está creciendo, aprendiendo un montón. Él es la mejor parte del viaje porque se lo toma todo muy relajado. Recién ahora preguntó cuándo volvemos porque ya quiere ver a su abuela, su tío, sus amiguitos, pero es la primera vez que me lo dice. Se divierte mucho, aprendió palabras en francés, hizo por zoom un par de clases en alemán para el jardín y juega con una aplicación de Oxford para aprender inglés, que me pide todos los días que lo conecte un rato. Lo hace porque a él le divierte, no porque yo soy obsesivo con el idioma, pero está muy bien armado, van enseñándole palabras y él va repitiendo y aprende jugando. Entre lo que aprende alemán de escuela, más inglés de ahí y los idiomas que escucha en las calles de cada ciudad a la que vamos, va súper acelerado. Y se divierte mucho, porque lo llevamos a todas las plazas y se hace amigos rápidamente.
—Ahora vamos a poder conocer algo más de su cotidianidad en el reality, ¿con qué nos vamos a encontrar?
—Aún no vi el primer capítulo pero ya el tráiler se ve buenísimo. Me parece que será un programa que va a ayudar a abrir un montón de cabezas, ese es el gran objetivo además de entretener. La relación entre nosotros es muy graciosa. Lo más lindo es ver la convivencia y cómo se va a ver en toda Latinoamérica, yo creo que va a ayudar a entender que hoy hay muchos tipos de familias distintas. Y que una madre soltera puede educar a su hijo y darle una buena vida, y un padre soltero también lo puede hacer, así como dos madres, dos padres, hay muchas formas así que me parece que está bueno verlo como ejemplo y al mismo tiempo, divertirse.
—Las crianzas monoparentales suelen nutrirse de redes de apoyo, ¿cuál es la tuya?
—Mi familia y también el pediatra de cabecera de Mirko que le pregunto todo, pobre. Ahora me calmé pero al principio le salía una roncha y le mandaba una foto como un loco consultando qué era eso. “Lo picó un mosquito”, me decía y yo me agarraba la cabeza dándome cuenta que pregunté una pavada, pero bueno, no parecía una picadura (risas). Mis amigos, que son un montón, me ayudan. Ahora estamos viajando con Sofía, que es la prima de un amigo, que está de niñera en esta etapa del viaje y es maravillosa: es maestra jardinera así que todo el tiempo le genera actividades como si él fuera al jardín. Y eso lo está estimulando un montón, lo veo crecer a pasos agigantados. Ella se convirtió en un apoyo fundamental estos meses.
—¿Cómo es verlo crecer? ¿Linkeás sus comportamientos con cosas de tu infancia?
—Sí, voy encontrando puntos en común conmigo y con él mismo. Por ejemplo, la primera vez que habíamos viajado juntos tenía 6 meses y entonces comparo cómo era viajar antes y ahora. Antes lo llevaba colgado y ahora tiene cuatro años, camina, y entonces voy viendo su evolución en los viajes. Tiene puntos en común conmigo, es muy curioso, tiene mucha imaginación y eso está buenísimo. Tiene la misma risa, cuando escucho que explota veo un calco, se ríe igual. Y después movimientos similares. Siento que me supera en todo, estoy enamorado de mi hijo y lo veo en una versión mejor.
—Se los ve muy unidos, ¿intentás ponerle límites o es una misión imposible?
—Trato de ponerle limites en todo lo que vamos viviendo. En el tráiler ya se ve: a la mañana levantarlo para ir a la escuela no sabés el drama que es, entonces sentís que estás haciendo todo mal. Lo mismo pasa con el baño, que parece que de un día para el otro pasó a ser su enemigo y no entendés el motivo porque amaba bañarse. Entonces tira agua para afuera, ensucia todo y tenés que empezar a poner límites. Lo mando al rincón a pensar, pero me cuesta mucho eso a mí, lo hago y sufro. Lo veo parado llorando y lo quiero ir a buscar pero lo dejo unos minutos porque sino, pierdo toda autoridad. Entonces trato de dejarlo un rato y charlar para que entienda lo que hizo. Pero me cuesta, te soy sincero (risas).
—¿Qué balance hacés hasta el momento, sentís que sos el padre que planeabas ser o al menos estás conforme?
—No sé si ésta es mi mejor versión o si la iré perfeccionando. Uno va aprendiendo entonces va incorporando cosas y siguiendo el comportamiento del chico, pero me pone contento ver algo que noto ahora con los viajes que llega un invitado y es súper amigo, y cuando se van los saluda sin problemas y ya está recibiendo al próximo invitado. Y vamos por la calle y habla con cualquiera, en el subte conversa también, así que me encanta que sea tan dado y lo veo mucho más sociable que yo todavía, así que eso me parece que es algo muy mejorado mío. Lo veo muy divertido con la gente. Creo que vamos por buen camino, capaz cuando sea adolescente haga todo lo contrario y tenga alguna factura para pasarme, pero estoy contento.
La historia de Mirko
Hace un tiempo atrás, Marley contó que su hijo le preguntó por primera vez por su mamá, un tema que el conductor estaba preparado para responder. Fue a comienzos de 2020, cuando el niño comenzaba su vida escolar en el jardín de infantes. “Estábamos en el jardín y uno de sus profesores dijo: ‘Pídanle a mamá y a papá que los ayuden con esto’. Entonces, él me miró: ‘¿Y mamá?’ No, vos tenés papá. Yo soy tu papá”, contó Marley en una nota a la revista Gente.
“Siempre iré con la verdad, la única manera de explicar su llegada al mundo y que entienda lo deseado que fue”, señaló el conductor.
—¿Sigue preguntando por su mamá?
—Sí pero ya pregunta mucho menos, porque en una etapa hablé con una psicóloga que me explicó que no es que no entiende cuando vuelve a preguntar, sino que hay una edad en la que retienen la información, la entienden, pero después se olvidan y vuelven a preguntar desde cero. Porque en un momento yo estaba muy preocupado pero me dijeron que es totalmente normal que pregunten las cosas hasta que realmente se asientan. Ahora me causa gracia porque hasta me lo cuenta a mí, el otro día estábamos en la plaza y le pregunta a una madre: “¿vos sos la mamá de tal chico?” Y le empezó a contar: “Yo tengo papá y mi mamá vive muy lejos, lo ayudó a mi papá para tenerme a mí porque él tenía muchas ganas de que estemos juntos, pero igual tengo mucha gente que me quiere como mi abuela, tengo mi tía” y empezó a nombrar gente.
—¿Sentís que lo comprende?
—Es interesante escucharlo para ver cómo asimila el tema. Es la realidad, no le oculto información, voy respondiendo lo que me va preguntando. Tengo una carpeta con imágenes sobre quién es la donante de óvulos, los datos biológicos, pero todo será a su momento y según su entendimiento. Cuando quiera, podrá ver las fotos de ella, la de su tío, y la de sus abuelos rusos.
—Sigue pidiendo un hermanito?
—Sí, lo está pidiendo.
—¿Y vos tenés ganas?
—Tengo ganas sí, ahora sí que me dieron ganas. Porque ya lo veo como a un niño. Antes estaba como sobrepasado con todo, con mi vida y con él que era bebé. Y ahora también lo estoy, pero es como que ya me acostumbré. Y todos los que tienen más experiencia que yo me dicen: “mirá, ya cuando hiciste ese gran cambio de vida, tener otro hijo ya no es un gran cambio de vida de vuelta, sino que se agrega un niño a ese cambio de vida que ya tenés”. El gran cambio es la primera vez, después es simplemente otro niño que se acopla, es sumar a esta historia y que alguien lo acompañe a él también y que juntos entiendan esa historia particular que ellos tienen.
—Entonces tenés ganas, quizás muy pronto veamos un hermanito de Mirko…
— Sí, por supuesto, todo está ligado a un proceso que tiene que ver con la naturaleza, con Dios o con lo que cada uno crea, pero no es que uno lo decide “hoy lo tengo”. Y el reality también ayuda a entender un poco eso, que la gente piensa que uno va y dice “Hola, ¿me das un niño?”. Como que vas a un shopping y lo comprás y pedís “lo quiero con estos ojos, lo quiero con este pelo”. Viste que hay una fantasía extraña, que nadie entiende bien, que la subrogante que lleva el embarazo no es la madre biológica. Hay muchas cosas, me doy cuenta cuando me preguntan que nadie lo entiende bien.
—¿En el reality se explica la parte médica del proceso o solo veremos su llegada?
—Se explica bien y creo que la gente lo va a entender mejor. Es impresionante la cantidad de personas que me contactaron cuando se enteraron de mi historia y supieron que iba a poder ser padre. Y no hablo de personas solas o del mismo sexo, sino de todo tipo de parejas, incluso conformadas por hombre y mujer que no pueden tener de forma natural.
—¿Y les respondés a todos? ¿Te escriben por tus redes?
—No llego a leer todo lo que me escriben pero me llega muchísimo a través de conocidos y les voy explicando a medida que puedo. Muchos ya han tenido hijos y me mandan las fotos, contándome que están súper felices. Gente que estuvo más de quince años buscando ser padres y no sabían que tenían esta forma de hacerlo. Y también espero poder ayudar para que salgan las leyes en Argentina y que todo el mundo lo pueda hacer de una manera más sencilla en nuestro país.
—De algún modo tenés “ahijaditos” desparramados por todos lados…
—Si, van a apareciendo y me ponen muy contento. Ojalá el reality sirva para traer claridad y que todos pueden cumplir su sueño.
SEGUIR LEYENDO: