El Zorro sigue haciendo de las suyas, impartiendo justicia y dejando la Z marcada en sus enemigos pero también en el corazón de sus admiradores, en un fanatismo que excede cualquier brecha generacional. En este 2022 El Trece decidió reponer sus aventuras. Así es como don Diego de la Vega y su álter ego también dan batalla en el rating, y como en ocurre en cada capítulo, sale victorioso: la mítica serie se convirtió en el ciclo más visto de las mañanas de la televisión.
Este final previsible -es decir, un éxito imbatible- contrasta con el de su gran figura: el actor Guy Williams. Famoso en el mundo entero por encarnar a El Zorro, su vida encontraría un desenlace tan triste y desolador como misterioso.
Nacido el 14 de enero de 1924 en Nueva York, Williams murió el 30 de abril de 1989 en Buenos Aires, a los 65 años de edad, por un aneurisma cerebral. Estaba solo y, según dicen, llevaba años devastado por la falta de trabajo. Lo hallaron sus vecinos, quienes al notar su ausencia alertaron a la policía para que forzara la puerta de su departamento de Recoleta. Guy había partido seis días antes.
“Murió acá, en Argentina, muy poca gente lo recuerda. Él vino al país, en la época de Goar Mestre en Canal 13, y yo conocí a la mujer (Janice Cooper) y a los hijos (Steven y Toni Catalano). Después se enamoró de una argentina y se quedó a vivir”, recordó tiempo atrás Mirtha Legrand, en una emisión de su clásico programa.
VER TAMBIÉN: El Zorro: las razones del éxito de una serie del siglo pasado en estos tiempos de apps, streaming y redes sociales
Y así, sin pretenderlo, la diva desató una verdadera polémica al contar detalles sobre su solitaria despedida. “Era un hombre encantador. Yo fui al entierro. Éramos dos personas: Fernando Lúpiz y yo. Fuimos a Chacarita y me impresionó, porque sobre el ataúd le habían puesto la bandera de los Estados Unidos”, relató la diva.
En ese momento, Araceli Lizaso, la actriz argentina por la que Williams había decidido radicarse en nuestro país, salió al cruce de los dichos de Chiquita. “Quieren mostrarla como la historia del (boxeador) Mono Gatica, a quien adoro. Pero Guy no estaba pobre, no estaba solo… Su muerte fue un accidente en una época donde no había comunicación”, dijo la viuda del actor, quien desde hace años reside en Potrero de los Funes, San Luis.
Lizaso, además, aprovechó para contar cómo fue que Williams se enamoró de ella en enero de 1978, y luego decidió mudarse a la Argentina para estar a su lado. “Yo vivía en Italia y, cuando volví, fui a saludar a Fernando Lúpiz, que estaba haciendo presentaciones con él. No era fanática de Guy, pero sabía quién era. Estaba vestido de El Zorro, tenía unos ojos verdes alucinantes. Nos vimos y nos quedamos con la mirada clavada. Fue de película. Después de eso, nunca más nos separamos”, rememoró.
Por entonces, Guy tenía 54 años y Araceli, 24. Sin embargo, ambos formaron una pareja de novela en la que “reíamos todo el día”, según las palabras de Lizaso, quien aseguró que el actor había sido quien había quedado deslumbrado con su casa puntana, lugar que luego elegirían para vivir juntos.
Pero lo cierto es que, al momento de su muerte, Williams llevaba tiempo separado de Araceli. Y aunque están quienes dicen que tenía intenciones de reconquistarla, la realidad es que por aquellos días vivía solo en su departamento, donde es evidente que nadie lo visitó.
Gracias a las gestiones realizadas por Fernando Lúpiz en la Asociación Argentina de Actores, los restos de la estrella de Hollywood quedaron alojados en el panteón que la entidad tiene en el Cementerio de la Chacarita. Recién dos años más tarde su hijo mayor retiró sus cenizas y se encargó de cumplir la voluntad de su padre: esparcirlas sobre las montañas de California y el océano Pacífico.
¿Si estaba en la ruina o no en el momento de su fallecimiento? Después de una década haciendo papeles menores en Universal Studios, Guy recién conoció el éxito cuando Walt Disney en persona lo eligió para protagonizar El Zorro. Pero la serie duró solo dos temporadas, que se grabaron entre 1957 y 1959, y en la tercera, que se hizo en 1960, solo se realizaron cuatro especiales.
Después de eso, Guy filmó algunas películas y participó de series como Bonanza y Perdidos en el espacio, pero nunca más volvió a experimentar un fenómeno como el de El Zorro. Por eso, cuando en 1973 le ofrecieron venir a la Argentina para potenciar el éxito que el enmascarado tenía por entonces en nuestro país, no lo dudó.
Su llegada a Ezeiza fue apoteótica: miles de niños con sus padres se habían congregado en el aeropuerto para saludarlo. Y frente a semejante furor, Guy accedió, como no lo había hecho en su país, a visitar distintos programas de televisión vestido como El Zorro.
El éxito fue tal que ese mismo año repitió su visita a nuestro país, esta vez junto a Henry Calvin, el actor que personificara al Sargento García. Y la locura se multiplicó. Así fue como, viendo que la suerte le era esquiva en su país natal, Guy volvió a la Argentina a fines de los 70 para comenzar una serie de shows junto a Fernando Lúpiz en el rol del Capitán Monasterio, dentro de las funciones del Circo Real Madrid. Y le fue muy bien. Pero luego de que se cancelara el proyecto de hacer la película El Zorro vivo o muerto, con producción de Palito Ortega, Williams decidió volver a su patria.
Al poco tiempo regresó para instalarse definitivamente en suelo argentino junto a su nueva mujer. Para entonces, ya había decidido colgar el traje de El Zorro. Así que invirtió sus ahorros en propiedades y solo se dejó ver en público en el tradicional bar La Biela, del que se hizo habitué.
En 1983 Williams viajó a Los Ángeles para participar de un programa de televisión y sufrió una embolia, de la que fue recuperándose lentamente. Entonces decidió no volver más a los Estados Unidos, olvidarse para siempre de la actuación y dedicarse a pleno a cuidar su salud.
Para la fecha de su muerte, Guy llevaba ya casi una década sin trabajar. Y si bien había ganado buen dinero en sus tiempos de El Zorro, era muy probable que ya no le quedaran demasiados ahorros como para llevar la vida holgada que en otros tiempos había sabido tener.
Cuando partió de este mundo, ya era un hombre muy diferente al que sus fans habían ido a recibir al aeropuerto casi dos décadas atrás. Y muchos, recién al leer su necrológica en los diarios se enteraron de que El Zorro había venido a vivir aquí, a la Argentina.
Cada mañana Guy Williams sigue desplegando su talento y virtuosismo en la pantalla chica, impartiendo justicia con el anfitaz negro. Hace rato que ha conseguido esquivar el olvido. Los corazones de milllones de argentinos de todas las edades llevan la Z marcada en su corazón.
SEGUIR LEYENDO: