Como muchas de las celebrities argentinas, Andrea Frigerio eligió Punta del Este para disfrutar de sus vacaciones de verano. Y lo hizo junto a su familia, con la que la lente de Teleshow la captó charlando en la playa y hasta haciendo algunas caminatas. La actriz está aprovechando estos días la compañía de su hija Josefina Bocchino, que desde hace tres años está estudiando en Europa y se tomó un descanso para visitar a su madre.
A diferencia de otras figuras, Andrea sorprendió con su look: en lugar de elegir lucir un típico traje de baño, se la vio con una larga camisa blanca para resguardarse del viento. Además, evitó meterse en el mar, pero se la vio relajada en su reposera mientras disfrutaba del sol. En el plano laboral, este 2022 será un año movido para ella: formará parte del elenco de El primero de nosotros, la nueva ficción de Telefe, también se la verá en dos series de una reconocida plataforma e incluso se la verá en cine con su participación en El último hereje, un thriller que hará con Germán Palacios.
A fines de agosto, con motivo de la celebración de sus 60 años, Frigerio le había brindado una entrevista a este sitio, en la que habló sobre sus sensaciones en esta edad. “Me parece que los moviliza más a los demás que a mí. “¡Wow, ya tenés sesenta!”, se asombran. Pero como yo tengo muchas amigas que estamos todas más o menos en la misma edad, no sentí un choque. Cuando lo pienso, digo: “¡Uh, cuánto viví!”. Pero no soy consciente de que haya pasado tanto tiempo, porque siento que todavía tengo tanto por hacer....Para mí, es como que la vida recién empieza. Es más, cuando cumplí los cincuenta, me di cuenta de que uno no tiene una sola vida: tiene dos”, había expresado en esa oportunidad.
En ese sentido, también había revelado sus secretos para estar saludable. “Yo escribí un libro al respecto. Y ahí cuento que, desde muy chiquita, mis hábitos fueron todo un tema. Me los compartieron mis abuelas y yo siempre fui muy obediente, así que me cuidé mucho el pelo, los dientes, la forma de comer, de dormir. Siempre estuve muy atenta, pero no por una cuestión de belleza sino de salud. De todas formas, yo pienso que una persona que está saludable es bella. No importan las facciones ni cómo se vista. Una persona saludable es bella porque está contenta, con una sonrisa, con ganas de hacer cosas...Y tiene un humor especial porque no le duele nada”, había señalado.
Sin embargo, confesó: “Hacer ejercicio sí me cuesta. Yo soy hija de un deportista de elite, porque mi papá fue jugador de rugby, y me ha obligado mucho a hacer deporte. Así que no me gusta. Hice tenis toda mi vida, hockey, natación...¡Pero siempre fue un plomazo! Me gusta caminar, hacer yoga, pilates y todo lo que tenga que ver con la flexibilidad. Pero nada aeróbico ni competitivo”.
“De eso se trata, de seguir disfrutando la vida. Con los años, uno va ganando claridad. Para empezar, es mejor persona porque cuando uno es chico hay mucho que no ve. Yo, por ejemplo, no le prestaba atención a la gente grande que tenía dificultades en la calle. Y, después de haber tenido que cuidar a mi mamá y a mi papá cuando se enfermaron, me di cuenta de qué importante es ayudar a los mayores. Te pongo este ejemplo como miles de otros. Pero es algo que aprendí con el tiempo”, había reflexionado.
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