En la década de los 80, Gabriel Almirón brilló con su entrañable “Pacotillo”, uno de los emblemáticos personajes surgidos de La peluquería de los Mateos, y que luego tuvo su lugar en Videomatch y Polémica en el Bar. Al lado de Gerardo Sofovich y Marcelo Tinelli, alcanzó su punto máximo de fama, y luego se dedicó a hacer obras de teatro. Pero como a la mayoría de los artistas, la pandemia le jugó una mala pasada.
“Me pasaron dos cosas. En un momento me quedé sin plata, entonces tuve que inevitablemente reinventarme, pero como uno no está acostumbrado la reinversión -si bien uno es actor y constantemente está sacando nuevos personajes - tuve que decidir qué iba a hacer con ese presente que me negaba aquello que soy”, comenzó relatando en diálogo con Juan Etchegoyen para Mitre Live. Y continuó: “Una de las cosas que a mí me gustan en paralelo a mi profesión es la cocina y me puse un pequeño emprendimiento de elaboración de guisos, que se llamó ´Solo Guisos´, Durante todo el 2020, estuvo preparando para todo lo que es la zona de Mataderos y Parque Avellaneda, que es donde vivo”.
“Fue para mí una alegría poder haber desarrollado ese emprendimiento, porque me vi capacitado para hacer otras cosas que distan mucho de ser mi profesión”, profundizó. Y recordó: “En un momento me sentí el hombre orquesta, porque yo me ocupaba de armar el menú del día siguiente, de ir a comprar las materias primas, las verduras, las carnes...de ir a seleccionarlas, después llegaba a la cocina, la elaboraba, atendía el teléfono para captar los pedidos y después hacía el delivery. Hice todo”. En ese sentido, destacó que era él solo en su proyecto, no tenía empleados porque no podía costearles el sueldo. “Cada tanto venía algún hermano mío y me daba una mano, pero tampoco podía tener gente porque en el 2020 fue muy duro el tema de la pandemia, entonces era como muy difícil”, añadió.
Y cerró: “Encima en un momento se puso tan jodida la mano que decidí que mi mamá se venga a vivir conmigo y estuvo conmigo toda la pandemia. Ella tiene 86 años y me asusté mucho. Y fue como una doble responsabilidad para mí. No sólo me tenía que cuidar yo, sino que a mi mamá también”.
Como Almirón, muchos otros artistas cambiaron de rumbo el tiempo que se prolongó la cuarentena obligatoria. Tal es el caso de, por ejemplo, la Tota Santillán. El reconocido conductor de ciclos de la música tropical contó que incursionó como vendedor ambulante para generar ingresos junto a gente de su confianza: “Comenzamos a hacer tapabocas y barbijos, hicimos un montón. También nos dedicamos a vender guantes, insumos de la sanidad y alimentos no perecederos. Los repartíamos en la camioneta”, declaró también en su momento en Mitre Live.
Otra personalidad que tuvo que rebuscárselas fue Lorena Liggi. La vedette comenzó en 2020 a vender frutas y verduras a domicilio, acompañada por su amigo el relacionista público Fernando Maldonado. Ambos se sumaron al emprendimiento llamado La huella de tu huerta. Ella misma se encargaba de ir al Mercado Central, hablar con productores, elegir las hortalizas y volver a su casa, donde comenzaba a armar las cajas para sus clientes, a quienes les llevaba la mercadería personalmente.
SEGUIR LEYENDO: