Soldados en la guerra, un locutor mudo y una muerte en Buenos Aires: las aventuras reales de los actores de El Zorro

Entrañables, queridos y queribles, los personajes de la serie del enmascarado fascinaron y siguen fascinando a los argentinos. La serie vuelve a emitirse de lunes a viernes a las 11.30 por la pantalla de El Trece. Repasamos la vida de los artistas detrás de los personajes

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Ochenta y dos capítulos alcanzaron para que los personajes de la serie El Zorro se convirtieran en leyenda
Ochenta y dos capítulos alcanzaron para que los personajes de la serie El Zorro se convirtieran en leyenda

Desde 1968, las aventuras de El Zorro cautivan a grandes y chicos. La serie creada en 1950 y producida por Walt Disney continúa atrapando audiencias. En tiempos de aplicaciones y juegos virtuales, no solo permanece vigente sino que logra que generaciones distintas compartan un mismo código, una misma complicidad y un mismo efecto. Axel Kuschevatzky, periodista especializado en cine, considera que la serie “más que un éxito es una tradición”. Y se explaya: “El Zorro es un héroe que se sacrifica por el bien común. Diego de la Vega sale de la zona de confort que sería ser un hombre rico para identificarse con los oprimidos y defenderlos. Es una variante de Robin Hood. Además, es una figura antisistema, y por eso atrapa a grandes y chicos”. Con el ojo entrenado de productor cinematográfico subraya el casting de actores: “Todos son impecables, no solo los principales, Guy Williams y Henry Calvin, sino que también los secundarios son buenísimos”. Justamente parte de la magia de la serie son sus personajes entrañables, pero además interpretados por actores carismáticos y talentosos que lograron dejar una impronta única en sus caracterizaciones, vale la pena bucear un poco más en sus vidas fuera de la pantalla.

Guy Williams, el Zorro

El héroe indiscutido que marcó la infancia de tantos chicos nació el 14 de enero de 1924 en Nueva York. Su nombre real era Armando José Catalano y sus padres habían emigrado de Italia. Creció en el barrio conocido como Little Italy y a los siete años empezó a aprender esgrima con su papá. Al terminar el secundario trabajó como soldador, contador de libros, inspector de partes de aviones y vendedor de valijas mientras enviaba sus fotos a una agencia de modelaje. A los 21 años se mudó a Hollywood pero solo consiguió pequeños papeles y volvió a la Gran Manzana.

Su metro noventa y aire latino lo convirtieron en el Zorro ideal
Su metro noventa y aire latino lo convirtieron en el Zorro ideal

Realizando un comercial de cigarrillos se enamoró de la modelo Janice Cooper, se casaron en 1948 y tuvieron dos hijos, Steven y Anthony. Guy siguió filmando publicidades y realizando pequeños papeles en el cine, pero en 1956 todo cambió.

Walt Disney en persona buscaba un actor pintón, atlético, con un aire latino y que supiera esgrima para convertirse en el Zorro. Guy era perfecto, Disney solo le pidió que se dejara “un bigotito largo no muy grueso”. Como el Zorro protagonizó 74 capítulos de media hora y 6 de una hora, filmados. Cuando la serie dejó de existir, Don Diego de la Vega se quedó para siempre.

Sin problemas económicos por el éxito mundial de la serie, y por las presentaciones que hacía en todas partes en su papel de El Zorro, Williams viajó por primera vez a Buenos Aires en 1973. Ya había andado por México, Canadá y varios países de Europa, pero en ninguna parte sintió el cariño que obtenía aquí, según aseguraba. Volvió en 1978 fue entonces que para que lo ayudara en sus “combates” de esgrima, le presentaron a un joven pintón esgrimista, Fernando Lúpiz.

Después de encarnar a Don Diego de la Vega, Guy filmó algunas películas y participó de series como Bonanza y Perdidos en el espacio. Pero nunca más volvió a experimentar un fenómeno como el de El Zorro
Después de encarnar a Don Diego de la Vega, Guy filmó algunas películas y participó de series como Bonanza y Perdidos en el espacio. Pero nunca más volvió a experimentar un fenómeno como el de El Zorro

En nuestro país se enamoró de Araceli Lizaso. Él tenía 54 años y, ella, 24. Sin embargo, ambos formaron una pareja “de novela” en la que “reíamos todo el día”, según las palabras de Araceli. Además de noviar, trabajó con Lúpiz en el Circo Real Madrid de los Hermano Segura y participaba de reuniones con el jetset local sobre todo si había asado. Pero, luego de que se cancelara el proyecto de hacer la película El Zorro vivo o muerto, con producción de Palito Ortega, Williams decidió volver a su patria.

No obstante, al poco tiempo, regresó para instalarse definitivamente en suelo argentino junto a su nueva mujer. Para entonces, ya había decidido colgar el traje de El Zorro. Así que invirtió sus ahorros en propiedades y solo se dejaba ver en público en el tradicional bar La Biela. En 1983, Williams viajó a Los Ángeles para participar de un programa de televisión y sufrió una embolia, de la que fue recuperándose lentamente. Entonces decidió no volver más a los Estados Unidos, olvidarse de la actuación y dedicarse a pleno a cuidar su salud... en la Argentina.

Anuncio de la visita del Sargento García al programa de Mirtha Legrand
Anuncio de la visita del Sargento García al programa de Mirtha Legrand

De vuelta en el país, para 1989 se volvió a encontrar con Lisazo y le prometió una llamada telefónica para el 1 de mayo, el día del cumpleaños de su ex novia. Araceli esperó en vano ese llamado. Según narra el periodista Marcelo Raimon fueron los vecinos quienes avisaron a la policía que del departamento de Williams llegaban olores muy fuertes. Su cuerpo estaba tan descompuesto que Lúpiz contó una vez que lo pudo reconocer en la morgue gracias a los coquetos bigotitos. Sobre su muerte, oficialmente por un paro cardíaco, corrieron versiones de todo tipo. Que había dinero de por medio y gente interesada en cobrar una deuda de una de sus novias (las que tuvo después de Araceli). Al poco tiempo llegó a Buenos Aires el hijo de Guy, Steven, retiró los restos de su padre del nicho adonde habían sido colocados en el panteón de actores del cementerio de Chacarita y los cremó en Los Ángeles. Sus cenizas están en el norte pero aunque suene muy cursi su presencia sigue viva en la Argentina.

"Yo vivía en Italia y, cuando volví, fui a saludar a Fernando Lúpiz que estaba haciendo presentaciones con él. No era fanática de Guy, pero sabía quién era. Estaba vestido de El Zorro, tenía unos ojos verdes alucinantes. Nos vimos y nos quedamos con la mirada clavada. Fue de película. Después de eso, nunca más nos separamos", rememoró Araceli Lisazo sobre su romance con Guy Williams
"Yo vivía en Italia y, cuando volví, fui a saludar a Fernando Lúpiz que estaba haciendo presentaciones con él. No era fanática de Guy, pero sabía quién era. Estaba vestido de El Zorro, tenía unos ojos verdes alucinantes. Nos vimos y nos quedamos con la mirada clavada. Fue de película. Después de eso, nunca más nos separamos", rememoró Araceli Lisazo sobre su romance con Guy Williams

Henry Calvin, El sargento García

Detrás de ese sargento torpe pero buenazo que prefería un buen trago con los amigos que el mal trago de perseguir al Zorro se encontraba Henry Calvin. Su mezcla de bondad y humor lo convirtió en el personaje más querido luego de don Diego, quizá por eso, recién salidos de la dictadura un grafiti de Los Vergara rogaba “Ay patria mía, dame un milico como el Sargento García”.

Sin saber que un día sería ídolo de los argentinos, el actor nació en una fecha bien argentina: 25 de mayo pero de 1918. Su verdadero nombre era Wimberly Calvin Goodman. De niño no soñaba ser actor sino cantante y siguiendo su deseo se anotó en el coro de la iglesia bautista. Su voz de barítono se destacó del resto y al poco tiempo ya era un reconocido solista.

Henry Calvin como el Sargento García
Henry Calvin como el Sargento García

Sus dotes vocales le abrieron las puertas de Broadway donde participó en musicales y obras de teatro. Fue en esa época que cambió su nombre al de Henry Calvin. Su carrera empezaba a despegar al mismo tiempo que comenzaba la Segunda Guerra Mundial y fue reclutado como soldado. Regresó sano y salvo pero le costó volver a encontrar trabajo en el mundo del espectáculo hasta que le ofrecieron encarnar al Sargento García en El Zorro.

Participó de todos los capítulos de la serie. En 1973, invitado por Guy Williams, Calvin llegó de gira a la Argentina. Williams y Calvin o El Zorro y el Sargento García recorrieron distintos programas. Participaron en un sketch de Porcelandia, “El Zorro con s” y en otro con el Capitán Piluso, los entrevistó Víctor Sueiro en Teleshow el programa más visto del momento y almorzaron con Mirtha Legrand. Cada vez que aparecían en pantalla los ratings estallaban, llegaron a medir 40 puntos.

Guy Williams y Henry Calvin llegan a Ezeiza donde los recibieron decenas de chicos
Guy Williams y Henry Calvin llegan a Ezeiza donde los recibieron decenas de chicos

Además de sus compromisos con la televisión realizaron actividades solidarias, entre ellas visitar a chicos enfermos. Se les acalambraron las manos de firmar cientos de autógrafos a chicos que habían hecho hasta tres cuadras de cola para conseguir la firma de sus ídolos.

Entre tantas actividades, a todos sorprendía la delgadez de Calvin. El actor lucía 80 kilos menos que los 152 que llevaba con tanta gracia en la pantalla. Incluso se llegó a rumorear que, para no desilusionar a su público, los productores le pidieron que, para simular el abultado vientre del Sargento, se colocara goma espuma bajo la ropa a lo que el actor se negó.

“En su corcel, cuando sale la luna, aparece el bravo Zorro. Al hombre del mal, él sabrá castigar, marcando la zeta de Zorro...", era la letra de la canción que identificaba a la serie
“En su corcel, cuando sale la luna, aparece el bravo Zorro. Al hombre del mal, él sabrá castigar, marcando la zeta de Zorro...", era la letra de la canción que identificaba a la serie

Cuando la visita terminó, como Williams, prometió volver, pero no pudo cumplir su promesa. Lo que solo parecía un descenso drástico de peso en realidad era el síntoma de una enfermedad atroz: cáncer de garganta. Sin un diagnóstico correcto ni realizado a tiempo, la enfermedad fue rápida y letal. Apenas dos años después de su visita, el actor murió en su casa de Dallas.

Desde entonces su recuerdo permanece en el corazón de todos los amantes de la serie, esos que soñaban con ser valientes como el Zorro, pero contar con un amigo bonachón y torpe como el Sargento García, porque aunque nunca te atrapaba siempre siempre te hacía reír.

El Sargento García canta en la serie "El Zorro"

Don Diamond, el cabo Reyes

El cabo Reyes era el fiel compañero de García, un soldado torpe del cual todos se aprovechaban. Siempre evidenció sus pocas ganas de desempeñarse en el cargo. Cuando llegó a Monterrey, en el capítulo ocho (antes fue el soldado Ibarra y no tenía su clásico bigote), le repetía a García, con su tono desganado: “Sargento, vámonos para Los Ángeles...”. Su latiguillo tenía que ver con que las responsabilidades eran muchas y la paga no era la mejor.

Don Diamond fue el encargado de interpretar a Reyes. Nació el 4 de junio de 1921 en Brooklyn, Nueva York. De origen ruso, su padre llegó a los Estados Unidos antes de la Primera Guerra Mundial, de la cual participó. Al igual que su papá, en 1942 un joven Diamond se alistó en el Cuerpo Aéreo del Ejército norteamericano para combatir en la Segunda Guerra Mundial.

Luego de un pasado en el radioteatro, Don Diamond brilló con el personaje que acompañaba al sargento García. Su experiencia en la milicia le allanó el camino para un papel consagratorio
Luego de un pasado en el radioteatro, Don Diamond brilló con el personaje que acompañaba al sargento García. Su experiencia en la milicia le allanó el camino para un papel consagratorio

Formó parte del batallón que estuvo estacionado en Nuevo México, con el cargo de teniente primero. No le permitieron ir a la zona de mayor exposición porque tenía miopía y lo declararon incapaz para combatir, pero integró el sector de estrategia. Allí, Diamond de tanto escuchar hablar a los residentes, fue aprendiendo castellano de oído. Para esa altura, en su cabeza ya rondaba la posibilidad de convertirse en actor y sabía que aprender el idioma le serviría de mucho.

Al volver del conflicto bélico se metió de lleno en su pasión por actuar. Por su fisic du rol y gracias a la facilidad para hablar castellano, la mayoría de los papeles que llevó adelante fue interpretando a mexicanos, la mayoría pobres pero al menos no como ahora estereotipados como narcotraficantes. Así llegó a El Zorro, gracias a su pericia en el manejo de las armas y el desenvolvimiento característico de un soldado.

Al igual que al cabo Reyes, a él tampoco le gustaba demasiado tener puesta la ropa de soldado. Y sus ex compañeros lo recordarían como un hombre bonachón, que no se metía en líos ni con compañeros ni con su ego.

Un grafiti que se popularizó en los 80 exigía "Ascenso para el cabo Reyes" y otro firmado por Bernardo aseguraba "En el escrito me fue excelente pero no pasé el oral"
Un grafiti que se popularizó en los 80 exigía "Ascenso para el cabo Reyes" y otro firmado por Bernardo aseguraba "En el escrito me fue excelente pero no pasé el oral"

Desde sus inicios hasta el final de sus días trabajó como actor, aunque siempre en roles secundarios. Apareció en comedias como MacGyver, Our House, L.A Law, Dinasty y Borderline. Fue parte de más de 100 proyectos. También incursionó en el cine. Y entre sus labores poco conocidas, en varias oportunidades le puso su voz a dibujos animados.

En cuanto a su vida privada, se casó con Louisa. ¿A qué se dedicaba? la respuesta es casi obvia: profesora de español. Tuvieron una hija, Roxanne. Más tarde, dos nietos, y dos bisnietos.

En 1987 decidió dar un paso al costado y retirarse de la actuación. El 4 de junio de 2011 cumplió 90 años y días más tarde, el 19 de junio murió por una insuficiencia cardíaca en una ambulancia, camino al hospital.

El Sargento García enseñando a bailar al cabo reyes

Britt Lomond, el capitán Monasterio

Participó en solo 13 episodios pero quedó para siempre en la memoria de los televidentes. Nació el 24 de abril de 1925 en Nueva York, lo apasionó el arte desde muy pequeño, gracias a su madre, de profesión escultora, y de su padre, maestro. Luego de hacer el servicio militar fue paracaidista en la Segunda Guerra Mundial y también en la Guerra de Corea.

Al terminar la guerra volvió a apostar por su vocación. Se graduó en Bellas Artes en la Universidad de Nueva York y empezó a trabajar como diseñador de decorados al mismo tiempo que tomaba clases de esgrima. Llegó a ser seleccionado para representar a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952.

En la versión en español la voz del capitán Monasterio fue la del madrileño Carlos Agostí, el mismo doblador que le dio vida a Obi-Wan Kenobi en Star Wars: Una nueva esperanza, la primera película de la saga
En la versión en español la voz del capitán Monasterio fue la del madrileño Carlos Agostí, el mismo doblador que le dio vida a Obi-Wan Kenobi en Star Wars: Una nueva esperanza, la primera película de la saga

Tal como el mismo contó en su autobiografía, Chasing After Zorro (Tras los pasos del Zorro), su debut como actor fue prácticamente por accidente. Siempre estaba tras bambalinas en las obras de teatro y se destacaba por su alma de productor, pendiente de todos los detalles; pero un día se enfermó uno de los actores secundarios y él era el único al que le quedaba el traje de época, así que subió al escenario y fue un camino de ida.

En 1952 sus talentos se combinaron cuando fue el doble de riesgo del actor Mel Ferrer en la película Scaramouche y protagonizó el duelo de espadas más largo de la historia del cine hasta ese momento. Al poco tiempo tuvo su primer papel en la serie de televisión Navy Log y luego en Highway Patrol en 1956.

“El mejor episodio en el que estuve fue el último, cuando traté de desenmascararlo, ¡lo amé!”, contó. Y reveló: “La escena de esgrima fue terrible, cuando puse a Guy contra la pared con la espada en la garganta, la verdad es que eso no estaba escrito en el guion, pero rodamos sin cortar y rematamos la escena con mi frase: ‘Ahora admite que eres El Zorro o de tu garganta no va a salir un sonido, es tu única oportunidad’; al director le encantó y fue muy divertido”, relató Britt Lomond
“El mejor episodio en el que estuve fue el último, cuando traté de desenmascararlo, ¡lo amé!”, contó. Y reveló: “La escena de esgrima fue terrible, cuando puse a Guy contra la pared con la espada en la garganta, la verdad es que eso no estaba escrito en el guion, pero rodamos sin cortar y rematamos la escena con mi frase: ‘Ahora admite que eres El Zorro o de tu garganta no va a salir un sonido, es tu única oportunidad’; al director le encantó y fue muy divertido”, relató Britt Lomond

Walt Disney lo convocó para ponerse en la piel del Zorro pero, el director Norman Foster prefirió a Williams y a él le quedó el del villano. “Al principio estaba un poco decepcionado por no haber sido elegido para ser El Zorro, pero cuando me dieron el papel de villano me dije a mí mismo: ‘Voy a hacer que a este personaje nunca lo olviden, será muy malvado, tendrá humor, tendrá todos esos pequeños matices y colores, en mi mente ya podía imaginarlo”, contó en el programa Rescate emotivo.

Lo cierto es que fueron muchas las veces que no respetó el guion original y le aportó detalles únicos a la trama. De hecho, en uno de los diálogos más famosos de Monasterio donde debía contar sus planes para detener a Don Alejandro de la Vega, el padre de Diego, hizo algo completamente diferente. Dio unos pasos hacia la cámara y ensayó su sonrisa de malvado y sentenció: “Nada ni nadie me impedirá que sea el hombre más rico de toda California”. Algunos insultos se convirtieron en sus latiguillos, la mayoría de las veces dirigidos al sargento García, interpretado por Henry Calvin: “¡Imbécil!”; “¡Idiota!; “¡Déjenmelo a mí, es mío!”.

“Guy en particular era una gran persona, un hermoso ser humano, y no es usual encontrar gente así en el espectáculo y en la vida”, contó sobre su antagonista
“Guy en particular era una gran persona, un hermoso ser humano, y no es usual encontrar gente así en el espectáculo y en la vida”, contó sobre su antagonista

Su popularidad no paraba de crecer, y los espectadores llegaban a pensar que Monasterio triunfaría cada vez que estaba a punto de exponer a Diego. Las mismas razones que lo llevaron a triunfar fueron las que le dio Disney a la hora de despedirlo: “Una vez Walt bajó al estudio en el episodio diez, y me dijo: ‘Britt, vamos a tener que sacarte de la serie’, y le pregunté: ‘¿Es por algo que dije?’. Me respondió que no, y me explicó: ‘Odio decirte esto, pero es por tu correo de fanáticos, es igual al de Guy Williams, y sólo debe haber una estrella por serie’”.

Tras su salida de la serie volvió a estar detrás de cámaras y trabajó como director, guionista y productor de varias películas, incluida Somewhere in Time (1980) protagonizada por Christopher Reeves y Jane Seymour. Además se enamoró de una agente de casting llamada Diane con quien estaría 48 años en pareja. Se casaron en 1959 y fueron padres de dos hijos, Glase Lomond, quien se convirtió en guionista, y Evan Lomond, productor de eventos.

El actor murió a los 80 años el 22 de marzo de 2006 en Huntington Beach, California, por una insuficiencia renal que desmejoró su salud. Siempre orgulloso de haber sabido disfrutar del éxito cuando tuvo la oportunidad, la reflexión que compartió en su última entrevista resume la forma en que vivió su vida: “De los 1200 créditos que hice en televisión y cine, ¿por qué seré recordado? Por mi paso por El Zorro, y creo que debo sentirme muy afortunado”.

La famosa escena donde el Sargento García improvisa una canción sobre el Capitán Monasterio

Gene Sheldon, Bernardo

El gran ladero de El Zorro, el asistente fiel que lo asiste de forma incondicional era Bernardo, papel interpretado por Gene Sheldon, que tenía una particularidad: era mudo. Sí podía escuchar, pero nadie lo sabía. Todos en el pueblo creían que era sordomudo. De esta manera Bernardo oía las conversaciones, se enteraba de lo que iba a suceder, y luego se lo comunicaba a Diego. Era el mejor espía que el justiciero podía tener. Formaban una gran dupla. La mudez de Bernardo parecía una característica pero en realidad era una contradicción: Sheldon era locutor. Su estreno en los medios norteamericanos, antes de descubrirse como un talentoso actor, fue haciendo radio.

Gene Sheldon
Gene Sheldon

Gene Sheldon nació el 1 de febrero de 1908 en Columbus, Ohio. De muy chico empezó a trabajar junto a su padre, el mago Eart, haciendo sus primeras armas dentro del mundo de la actuación; justamente, interpretaba su rol -ya con un gran aplomo- sin emitir una sola frase. Sucede que para algunos números su papá lo vestía de niña y le pedía que no hablara para que la gente no se diera cuenta.

A los 17 años, Sheldon empezó como profesional al ingresar a una emisora radial en Toledo, la ciudad de Ohio en la que se crio. Allí se desempeñó como un virtuoso locutor. Estuvo varios años desempeñándose en ese puesto, hasta que le dio lugar a la faceta que lo lanzó a la popularidad, tanto en la pantalla chica como en el cine.

Su debut cinematográfico llegó en 1934 cuando, con 26 años, se puso en la piel de un músico en la película Susie’s Affairs. Al año siguiente Gene fue parte del musical Roberta, junto a Fred Astaire y Ginger Rogers.

Gene Sheldon era Bernardo en la serie
Gene Sheldon era Bernardo en la serie

En los 50, ya con un nombre y un reconocimiento, empezó a trabajar para la cadena Walt Disney Company. Fue uno de los preferidos de la productora por excelencia, con sede en California. Sheldon comenzó en la serie Golden Horseshoe Saloon y en la película ¿A dónde vamos desde aquí? Con su incursión en el fantástico mundo Disney, coincidió laboralmente con varios de los actores con los que tiempo más tarde se cruzaría en la ficción que protagonizó Guy Williams. Por caso, en el largometraje basado en Babes in Toyland compartió elenco con Herny Calvin, el sargento García en El Zorro.

En cuanto a su vida privada, Gene siempre trató de mantenerla al margen de la exposición. En 1944 contrajo matrimonio en Las Vegas con Margaret Mc Cann, una mujer 14 años más joven a quien conoció en su Ohio natal. Margaret tenía 22 años cuando decidieron legalizar la relación. Tuvieron dos hijos: David y Tracy.

El 1 de mayo de 1982 Gene Sheldon murió por un infarto agudo de miocardio. Tenía 74 años y se encontraba en Tarzana, un distrito de Los Ángeles. Siguiendo su petición, los restos del actor fueron cremados.

Queridos y queribles. Los personajes del Zorro nos siguen fascinando. Quizá porque nos llevan a un lugar sin sobresaltos donde los buenos siempre ganan y en la vida real sabemos que eso rara vez ocurre. Desde tiempos inmemoriales los buenos vienen perdiendo la guerra y ganando solo alguna batalla. Por eso, amamos al Zorro y sus compinches. Quizá por eso el Zorro se murió en la Argentina, porque si de algo sabemos los argentinos es de derrotas, pero también sabemos y lo sabemos porque lo vivimos, que esta es la tierra de los amigos, una tierra donde a la mayoría nos gustaría tener una máscara y una espada que nos permita enfrentar a todos esos villanos que son valientes con los débiles, pero débiles con los poderosos y aunque sea una vez, ganarles.

En términos de audiencia Kuschevatzky desafía la idea generalizada que lo identifica como un programa que solo ven los chicos. "(El mediodía) es un horario de adultos mayores, y ellos son la principal audiencia", sostiene, y ensaya una explicación: "Creo que establecen con la serie un vínculo de nostalgia que los lleva a un tiempo donde se sentían mejor. Si una persona vio ese programa toda su vida, volver a verlo lo retrotrae a momentos muy placenteros"
En términos de audiencia Kuschevatzky desafía la idea generalizada que lo identifica como un programa que solo ven los chicos. "(El mediodía) es un horario de adultos mayores, y ellos son la principal audiencia", sostiene, y ensaya una explicación: "Creo que establecen con la serie un vínculo de nostalgia que los lleva a un tiempo donde se sentían mejor. Si una persona vio ese programa toda su vida, volver a verlo lo retrotrae a momentos muy placenteros"

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