Una triste noticia golpea al ambiente del tango. En las últimas horas se conoció la muerte de la bailarina Elsa María Bórquez, quien junto a su marido Héctor Mayoral se convirtió en una de las parejas emblemáticas de la danza popular argentina. Tenía 77 años y luchaba contra un accidente cerebro vascular del que no pudo recuperarse. La noticia la confirmó su hermano Carlos Bórquez en su cuenta de Facebook, donde recibió el pésame de la comunidad tanguera.
Nació en el barrio de la Boca, el 25 de junio de 1944, hizo del baile su profesión y bajo el nombre artístico de Elsa María construyó una carrera que la llevó por todos los rincones del mundo y la hizo codearse con los personajes de las más diversas áreas. A los 23 años conoció a Héctor Mayoral, quien fue su compañero en la pista y en la vida. Sus caminos se cruzaron en el bar Metrópolis de la calle Corrientes lindero al Teatro Presidente Alvear, donde él actuaba en la obra Buenos Aires canta al mundo. El flechazo profesional y afectivo fue inmediato. Al mes debutaron en un espectáculo de Mariano Mores en el Palacio Peñarol de Montevideo y no pararon más.
Bajo el nombre de Mayoral y Elsa María, formaron una dupla que quedará en la historia dentro de las más grandes que dio el tango nacional. Brilló en Buenos Aires y encabezaron el resurgir del dos por cuatro en el plano internacional, luciéndose en la cartelera de Broadway con los espectáculos Tango Argentino, clave en el relanzamiento del género a mediados de los ‘80 por el que obtuvo tres nominaciones a los Premios Tony, y Forever Tango.
Basta echar un vistazo a la página de Facebook para dar cuenta del carisma y el talento de Mayoral y Elsa María, donde se intercalan Frank Sinatra, Bill Clinton, Diego Maradona, Irineo Leguisamo, Julio Iglesias, Verónica Castro, Liza Minelli y Osvaldo Pugliese, solo para nombrar algunos. Personajes de aquí, de allá y de todos los tiempos que cayeron subyugados a los encantos del tango y encontraron en Elsa María una embajadora de primer nivel.
La bailarina mantuvo su espíritu difusor, docente y cooperativo hasta sus últimos días. En los años 2000, Mayoral y Elsa María abrieron su propia academia, que lleva su nombre en la Avenida Callao. En 2001 fue una de las fundadoras de la Asociación de Maestros, Bailarines y Coreógrafos de Tango Argentino y en 2014 fue elegida presidenta de la Asociación Tanguera de Buenos Aires
Pero su ánimo divulgador no solo se limitó a la pista. Plasmó su conocimiento y su experiencia en los libros Paso por paso, el Tango y Tango saludable. El plano audiovisual, dejó su huella en El hombre que baila, el documental dirigido por Pablo Pintor y Sergio Aisenstein que narra la vida de su eterno compañero. También publicó videos y DVDs y participó de innumerables programas de televisión.
El cariño del público y de sus colegas lo recibía a diario, en cada una de sus actuaciones, en su academia y en las redes sociales. En 2003, le llegó el reconocimiento oficial, cuando fue declarada ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, aquella que recorrió de punta a punta al compás del dos por cuatro y cuya esencia representó a nivel mundial como pocas figuras.
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