Juana Repetto pasó un 2020 plagado de emociones. Se convirtió en mamá por segunda vez, cuando tuvo a Belisario por parto humanizado, fruto de su relación con Sebastián Graviotto. Así, agrandó la familia que hace cinco años había formado con su primer hijo, Toribio. Como nunca, abrió su corazón a las dificultades que afronta en el día a día, con permanentes reflexiones sobre la maternidad y las dificultades que conlleva en el día a día, cuando se trata de combinarla con sus obligaciones profesionales y las tareas domésticas.
Para relajar en un tiempo con tantas emociones, nada mejor que pasar un rato junto a los afectos y la familia. Por ello Juana, Sebastián, Toribio y Belisario viajaron a Uruguay para celebrar las fiestas de fin de año donde los esperaba Nicolás, el padre de la actriz. Junto a él, su pareja Florencia Raggi y la hija de ambos, Renata. El primero en dar cuenta del encuentro fue el ex conductor de Fax, que se mostró en su Instagram con sus hijas mujeres -sin olvidarse de Valeria, ausente con aviso-, y posteando la última foto del atardecer del año que se fue, junto a su hija y su nieto Belisario.
Durante sus días en José Ignacio, Juana estuvo algo ausente de las redes, disfrutando al máximo de cada segundo con su familia. Pero antes de la despedida, compartió en su perfil de Instagram un álbum de fotos con diferentes momentos de sus mini vacaciones. Allí, la actriz mostró hermosas postales de la familia que ensambló con Sebastián, y otros momentos de intimidad. Así se la pudo ver a Florencia cavando un pozo en la arena junto a su nieto político Toribio, o los primeros contactos de Belisario con la playa.
Además, en sus historias mostró otros momentos de su escapada. Algunas del almuerzo de despedida, en el que degustaron unos mejillones, otras del baile de Toribio en un inmenso pozo en la playa y más momentos junto a su padre: “Le sacamos el jugo al abuelo”, aseguró. Durante el viaje, también hubo momento para la actividad nocturna: fue a ver a el show su hermana Renata, que está dando sus primeros pasos como cantante, en un barcito de la zona.
“Resumen de una divinísima escapada y comienzo de año con la familia. Los queremos mucho”, escribió Juana, para acompañar las imágenes recibiendo los saludos y las felicitaciones de su millón y medio de seguidores. Entre ellos, una lluvia de corazones de su padre y una sentida devolución de Florencia: “Oh qué lindo resumen de lo divinísimo que fue compartir con ustedes”, aseveró.
Antes de viajar, en medio de los balances de fin de año, Juana había realizado un profundo descargo en su Instagram, admitiendo que hay momentos durante el día a día en que con un nene chiquito y un bebé, es difícil mantener la calma. Siempre reflexiva y auténtica sobre cómo vive su maternidad, la actriz escribió un extenso texto en el que habló de los “maltratos” hacia los niños y hace un mea culpa sobre las veces que sin querer le grita o toma del brazo al pequeño Toro.
“El grito, el apretón de brazo, el castigo es maltrato y es violencia. Cuesta asumirlo, hacerse cargo y aún más decirlo, pareciera que al decirlo uno terminara de asumirlo. Lo cual genera (en mapadres sanos) un inmenso dolor e indescriptible angustia”, comenzó Juana a la vez que asumió que es necesario hablar para poder hacer algo al respecto.
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