“Es horrible la situación. Me tocó bailar con la más fea. Por eso, elijan bien la pareja, señores”, dijo Cinthia Fernández este viernes en Nosotros a la mañana cuando relató el episodio de angustia que vivió la madrugada del 1 de enero en medio del festejo de Año Nuevo cuando perdió contacto de sus hijas mellizas que estaban con Matías Defederico. “Pensé que se habían pegado un palo”, se sinceró y contó los hechos.
Todo comenzó la noche del viernes 31 de diciembre. Ella había pasado Nochebuena y Navidad con sus tres hijas (las mellizas Charis y Bella; y Francesca), y en Año Nuevo les tocaba celebrar con el deportista. Sin embargo, la menor de las niñas decidió quedarse con su madre, quien había organizado un festejo en su casa con los padres de sus compañeritas de colegio. “Ella quiso quedarse con sus amigas”, explicó la bailarina. Entonces, sus hermanas más grandes se fueron con el exfutbolista.
Pasadas las doce de la noche, Cinthia llamó a sus hijas mayores para saludarlas, y si bien ese día les tocaba quedarse con Defederico -según el régimen de visitas que firmaron-, ambas expresaron sus ganas de volver a su hogar. Y, aunque hay un documento firmado, los padres respetan la voluntad de sus hijas: ellas querían volver con su madre. “Cuando termino, voy”, le aseguró el exfutbolista a su exesposa.
Pasaron dos horas y sus hijas no habían regresado a su casa. En el medio, distintos usuarios de las redes sociales comenzaron a enviarle a Cinthia fotos del festejo de Defederico, que estaba en la casa de un amigos en común (a quienes ella dejó de ver cuando se divorció) y en donde estaban tomando alcohol. Actitud que a Fernández le molestó bastante ya que su exmarido debía manejar.
“Eran las cuatro de la mañana y me seguían llegando videos de él tomando”, continuó Cinthia con su relato. “Eso me puso como loca”, agregó quien, además, no podía comunicarse con sus hijas: “Había dejado el celular de ellas en el baúl con el bolso, como siempre me lo hace”, reprochó e indicó que hay una demanda judicial por impedir la comunicación con sus hijas cada vez que se van con él. En tanto, el exfutbolista tampoco le respondía las llamadas. “Pensé que se habían pegado un palo. Me tembló el cuerpo, estaba muy nerviosa, en un estado crítico”.
Entonces, la bailarina comenzó a usar sus redes sociales para intentar dar con el paradero de sus hijas, y saber en qué casa estaban celebrando junto a su padre. Tomó su auto y llegó hasta allí sin GPS y sin estar segura de dónde era ya que hacia mucho que no iba. Se trataba de un barrio privado, con lo cual no podría ingresar sin permiso.
Eran las cinco de la mañana cuando llegó a la puerta del lugar y se comunicó con el dueño de la casa. “Traeme a las nenas a la entrada, o voy a tener que llamar la policía, y no quiero exponerte a una situación así”, le dijo a quien fuera su amigo. Y agregó que tomó las imágenes con su celular para evitar cualquier tipo de acusación posterior: “Para que no digan que entré a los gritos”.
¿Cómo terminó todo? “Me las trajeron a la puerta del barrio y me fui con mis hijas. Fueron tres horas que la pasé muy mal. Pasé un fin de año divino y me lo arruinaron”, aseguró Cinthia sobre su festejo de Año Nuevo.
En tanto, indicó que Matías Defederico le había dicho que no le había especificado un horario en que llevaría a sus hijas. “Mi amiga me decía ‘acá nadie está chupado o tomado’. Si querés te mando fotos o videos”, agregó Fernández al Pollo Álvarez, conductor del ciclo de la mañana de el Trece. “Me molesta la situación de que nadie le diga ‘tenés que manejar, no chupes’. Me molesta el entorno”, concluyó la bailarina.
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