En medio de la incertidumbre por el aumento exponencial de casos de coronavirus en todo el país, la temporada de Villa Carlos Paz se puso en marcha y recibió el 2022 con la mejor de las expectativas. Día a día, las diferentes obras fueron levantando sus telones y se disponen a hacer frente a la nueva etapa de la pandemia. Con cuidados del caso, los protocolos correspondientes y adaptándose, una vez más, a la nueva normalidad. Porque otra no queda.
En este panorama, y en una actitud típica de la vieja normalidad, Iliana Calabró daba un móvil desde la plaza cordobesa para el programa Intratables, que conduce Susana Roccasalvo en la pantalla de El Nueve. Junto al periodista Diego Bouvet, la actriz revelaba los detalles de Mi mujer se llama Mauricio la obra que protagoniza en el Teatro Candilejas I, y la pantalla mostraba un dúplex. A la izquierda, algunos momentos de Iliana sobre las tablas se mezclaban con los planos de los periodistas en el piso. La mitad derecha mostraba a la actriz con las sierras de fondo.
En eso estaba la hermana de Marina, hablando también del vínculo con sus hijos y agradeciendo la fiel compañía de su madre Coca, cuando una actitud sorprendió a la conductora y a los panelistas. “Pará, pará, pará”, alcanzó a decir Iliana, dejando abruptamente su lugar en el móvil y acercándose hacia la cámara. “Esperá un minuto”, alcanzó a decir antes de salir del cuadro, y trasladando la incertidumbre y la preocupación al estudio.
Desde Buenos Aires, Roccasalvo y su equipo no entendían lo que ocurría y se superponían las voces de preocupación al interrumpirse la señal y no saber lo que había pasado. “Vamos a la pausa”, pidió el cronista desde el lugar de los hechos, generando aún más incertidumbre. Enseguida, dejaron a un lado la rutina y tuvieron que improvisar una serie de anuncios publicitarios, hasta recibir el visto bueno desde la localidad cordobesa.
Luego de los comerciales, y todavía con los nervios del caso, desde el estudio volvieron a contactar con el móvil. Afortunadamente, a esa altura todo era tranquilidad. “Perdón la desprolijidad, pero Vicky, la mujer que ayuda a Iliana, se desmayó detrás de cámara”, explicó el cronista. “Hace mucho calor”, corroboró la actriz, con el sol pegando en el atardecer en las sierras luego de una jornada de clima cambiante que también recibió algunos chaparrones. “Nosotros esperábamos a la sombra, pero bueno. Carlos Paz está brava”, reveló Iliana, en consonancia con la ola de calor que alcanza a buena parte del país.
Ya más tranquila, cuando todo era apenas un mal recuerdo, Iliana volvió a invitar al público a disfrutar de Mi mujer se llama Mauricio. Sale a escena de martes a domingo a las 22.15, la obra en la que la acompañan Pablo Rago, Adriana Brodsky, Alejandro Müller, Matías Alé, Gonzalo Urtizberea y Nerina Sist, con dirección de Ernesto Medela y la producción de Aldo Funes.
La plaza cordobesa continúa su ritmo creciente de estrenos, pese a que los casos positivos de coronavirus, sumado a los contactos estrechos obligó a algunas reprogramaciones. Por caso, anoche se realizaron los postergados estrenos de Los 39 escalones, en el Teatro del Sol 2; y de América show, el espectáculo de variedades en Monaco Escape.
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