“Cada uno tiene que vivir su propia experiencia... Y esa frase e diría que se convirtió en el slogan de mi vida”, dice Noelia Marzol a Teleshow desde Villa Carlos Paz, en donde encabeza la temporada teatral de SEX Viví tu experiencia, obra de José María Muscari. La bailarina hace un juego de palabras entre el nombre de la obra y su rol como mamá de Donatello, de quien se escuchan los balbuceos de fondo durante la entrevista. Está instalada en Córdoba desde antes de Navidad, a donde también viajó su marido, el futbolista Ramiro Arias, quien se quedará allí con su familia hasta que deba reincorporarse a la sumarse del club Quilmes.
Noelia forma parte de SEX desde que la obra levantó el telón, hace casi tres años. Y su experiencia como tal, además de la total confianza que tiene Muscari en ella, le permitieron realizar algunas modificaciones en los cuadros coreográficos, siempre bajo la supervisión del coach del espectáculo, Mati Napp. “Las cambié porque me aburro de hacer siempre lo mismo”, cuenta la bailarina y reproduce el diálogo que mantuvo con el director del espectáculo: “Che, José, me pudrí de hacer esto. Voy a hacer otra cosa”. ¿Cuál fue la respuesta? “Ya ni me pregunta, sabe de qué se trata, pero lo ve directamente en el escenario”, dice sobre la obra que se desarrolla de martes a domingos a las 21.45 en el Teatro Melos y que hasta el miércoles 5 de enero estará en pausa, al detectarse casos positivos y asintomáticos de coronavirus en el elenco.
“Yo me quedo acá hasta febrero. Después dependo de Rami y sus entrenamientos. Me dijo que cuando termine la pretemporada no sabe si va a aguantar tanto tiempo sin vernos, y va a estar entrenando todos los días. Pero todavía falta, ya veremos cómo nos organizamos”, explica y agrega que cuando pasan dos días sin que el jugador vea a su hijo ya considera que “creció un montón”. “¡Y tiene razón! En 48 horas le cambia la percepción. ¡Lo re entiendo!”, asiente Marzol y celebra que su esposo esté “deconstruido”: “Está siempre de acuerdo con que yo siga haciendo mis cosas y entiende mis ganas de trabajar”.
“Yo soy muy relajada en cuanto a la maternidad”, continúa la actriz, quien se define como “promotora de que las mujeres puedan seguir teniendo su independencia, ya sea estudiando o trabajando”: “Trato de defender esa bandera”.
Y hace una salvedad: “Cuesta el doble, porque hay que organizarse diferente. Cuando tenés un hijo siempre surge algún imprevisto a último momento”. En tanto, aclara que si bien desde que nació Donatello, la pareja había acordado que no querían una niñera, pero para la temporada contrataron a una que la ayuda y la acompaña en el cuidado del bebé cuando Arias no está en la ciudad. “Se llama Momis y es cordobesa. Así que el nene se me vuelve bailando cuarteto”.
Noelia volvió a trabajar al mes y medio del nacimiento de Donatello. Primero lo hizo en SEX y luego se sumó a La Academia, certamen de ShowMatch en el que se consagró como campeona. Y tanto en el teatro como en la productora, le habían acondicionado el camarín para que ella pudiera ir con su bebé a cumplir con sus compromisos laborales. La mayoría de las veces la acompañaba su marido, otras alguna amiga y también algún familiar. Y en esta temporada sucede algo similar. “Yo soy re obsesiva. Me hago la relajada pero necesito que esté conmigo por si pasa algo. No todas las mujeres tienen el beneficio de poder llevar a su hijo al lugar de trabajo y tener un lugar acondicionado para ellos. A mí me da tranquilidad saber que puedo ir con él”, señala.
“A mí me criaron con el chip de que la mujer posterga su vida laboral y social después de ser madre. Por eso, siempre dije: ‘Voy a ser mamá y es el último deseo que cumplo’. Tenía tanto miedo a la maternidad, de perder la libertad. Por todo lo que venimos arrastrando, me daba un poco de fobia ser madre. Ahora que tengo un hijo pienso que cada uno tiene que vivir su experiencia y no vale dar consejos, excepto que sean bien dados, desde el amor, y constructivos. No desde la crítica, porque hay un montón de gente que quiere imponer la crianza de una determinada manera y no está bueno. Cada uno tiene que tomar las cosas a su manera”.
En tanto, sostiene que desde que nació Donatello se volvió más “intuitiva”. “Son pavadas como que cuando tiene que comer determinado alimento y no lo hace quizás se lo doy a probar de otra manera. Y eso tiene que ver con la intuición de cada una. Cada madre conoce a su hijo y sabe cómo hacer las cosas. Hay que relajar un poco y escuchar más la voz interior”, considera quien supo combinar el trabajo con su familia y así mantener la fórmula completa para poder seguir haciendo lo que le gusta, sin nada que resignar.
Repasando su 2021 y sobre el reciente comienzo del 2022, Noelia Marzol admite que “nunca hubiera imaginado” todo lo que le pasó el año que acaba de terminar. “Lo cerré mejor, imposible. Muy contenta, me han pasado cosas que nunca imaginé: La Academia fue alucinante. Nunca hubiera pensado lo que me iba a suceder. Estoy muy agradecida con Jony Lazarte (partenaire) y La Catta (María Laura Cattalini, coach) por bancarse mis horarios raros para ensayar y los tiempos de una madre primeriza”, concluye la bailarina que brilla en esta temporada teatral de Villa Carlos Paz.
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