El pasado viernes 24 de diciembre, la jueza Marcela Silvia Rama, del juzgado de Familia N° 5 de San Isidro, resolvió levantar el bozal legal que pesaba sobre Julieta Prandi y le impedía expresarse públicamente sobre la situación que envuelve a su ex marido, Claudio Contardi, a quien denunció por violencia de género, y a los hijos de ambos, Mateo y Rocco. Esto ocurrió luego de que el juez Hernán García Lázaro decidiera apartarse de la causa, días después de haber intimado a la modelo a revincular a sus hijos con su ex.
En los considerandos de la notificación firmada por la jueza Rama, se aclara que Julieta es una “figura pública, actriz y conductora con exposición laboral en los medios masivos de comunicación”, con lo cual el bozal legal solicitado por Contardi a través de sus abogados, “implicaría la restricción o anulación lisa y llana del derecho a la libertad de expresión volcado en medios de comunicación, es decir, afectación a la libertad de expresión y prensa de la Sra. Prandi, en el entendimiento que las personas públicas son en sí mismas productoras de contenidos y no sólo los medios masivos de comunicación”.
“Contardi efectuó una petición de restricción a la libertad de expresión y de prensa de una persona pública sin más, adjuntando fotos de diferentes medios, de las cuales no surge su autenticidad (aunque tampoco fueron negadas por la demandada) de las cuales no puede inferirse con certeza cuáles fueron las expresiones de la Sra. Prandi y cuáles las interpretaciones de los zocaleros o periodistas, respecto de los cuales no puede hacerse responsable más que a esas personas o medios (cuestión no introducida aquí). Lo requerido implicaría lisa y llanamente censurar a una figura pública”, se explica en el escrito.
Asimismo, la jueza resolvió “rechazar la medida intentada por el Sr. Contardi, respecto de ordenar el cese a la exposición pública de la Sra. Prandi por implicar violación a la libertad de expresión y censura previa, por ser violatorio de derechos de raigambre constitucional”.
“Esto me parece importante no solamente por ella, sino para los medios, por lo que pasó con Sebastián Domenech”, le explicó Alejandra Bellini, abogada de Prandi, a Teleshow. “Lo que quiero demostrar es que, ante una misma problemática, se dan dos situaciones distintas. A Domenech no lo dejan ni siquiera contar lo que le está pasando a él con sus hijos. En el caso de Julieta, hay una jueza coherente que habla de los artículos de raigambre constitucional con respecto a la libertad de expresión, lo cual me parece muy importante en democracia”, describió la letrada.
“Ella nunca habló de sus hijos ni de la gravedad de lo que hay en sus causas penales que los involucra, porque obviamente como madre nunca va a ventilar cuestiones privadas a sus hijos”, agregó. Además, Bellini dijo que todavía no se sabe quién tomará la causa luego de que García Lázaro se apartara de la misma. “Estamos todavía preocupadas porque no sabemos donde van a recaer sus causas. Ojalá sea en este juzgado N° 5”, dijo la representante legal.
En cuanto al bozal que se le impuso su ex a Prandi, analizó: “Que la gente no pueda hablar de lo que le pasa es increíble, más siendo personajes públicos. Porque, en definitiva, son los que pueden poner la cara por un montón de gente que no tiene voz”.
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