Por pedido de la Justicia, el periodista Sebastián Domenech tuvo que borrar las publicaciones en las que pedía volver a ver a sus hijos

El juzgado que tramita la causa lo obligó a borrar los mensajes que él mismo había hecho en las redes para contar su batalla legal

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Sebastián Domenech con Caro y Maxi
Sebastián Domenech con Caro y Maxi

El periodista Sebastián Domenech dio a conocer, hace unos días, la dramática situación que vive: por una denuncia de su ex pareja no puede ver desde hace seis años a los dos hijos que tuvo con ella. En Navidad, el juzgado que tramita la causa lo obligó a retirar las publicaciones sobre su caso.

“Por orden del Juzgado debo retirar la publicación sobre mi caso. ¡Sí, reaccionaron muy rápido! Aunque de esta lamentable manera. Pero quiero decirles que yo nunca bajaré los brazos, porque seguirán abiertos y bien arriba esperando dar otra vez ese doble abrazo después de tantos años”, afirmó el periodista en Twitter.

“Por supuesto que tengo mucho más para publicar. Por ejemplo dos audios que explican absolutamente todo y que no podrán ocultarlos. Sé interpretar los momentos. En este ajedrez, ahora vuelvo a esperar, pero no por mucho tiempo más”, añadió Domenech.

“Es increíble la cantidad de gente que me está escribiendo para decirme que está padeciendo lo mismo: La decisión judicial por la cual no logran ver a sus hijos. Madres y padres. Pero lo más importante de todo: los niños que no ven a uno de ellos. Impresiona la cantidad de casos”, escribió el periodista, y acompañó el posteo con decenas de mensajes de personas que pasan por la misma situación.

“Realmente desconocía que esta problemática afecta a muchísima gente que no sabe cómo resolverlo. Es evidente que debemos hacer algo para ayudar a esos niños rehenes de estas situaciones. Muchos (me incluyo por supuesto) desconocemos las herramientas para luchar en este escenario”, agregó.

Los recientes tuits de Sebastán Domenech
Los recientes tuits de Sebastán Domenech

La causa se encuentra a cargo de la jueza Ana Paula Garona Dupuis, titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil 87. Recordemos que en la víspera de las fiestas, Domenech había hecho pública su historia en las redes sociales con un hilo de publicaciones.

“OTRA NAVIDAD SIN ELLOS. Más de 6 años pasaron ya de aquella falsa denuncia, la Justicia confirmó la mentira, pero ahora no sabe cómo solucionarlo. Una medida cautelar “provisoria” sigue vigente y me impide ver a mis hijos que hoy ya tienen 11 años” (SIC), afirmó el cronista de casos policiales.

En diálogo con Teleshow, recordó cómo fue la última vez que estuvo con ellos, cuando ya estaba separado hacía un año de la madre de los chicos: “El último contacto real fue un día en mi departamento, pasamos una linda tarde, me acuerdo que fue la primera selfie de Caro que me robó el teléfono”. Al día siguiente, quien había sido su pareja lo denunció y de ahí en más todo cambió.

Más allá del dolor por no poder ver a sus hijos y la tristeza que le genera que su familia no los pueda ver -en marzo falleció su hermano y no pudo despedirse de sus sobrinos- a Domenech le preocupa la situación de los mellizos que, según contó este año no fueron al colegio. “No sé cómo están hoy mas allá de que no van a escuela. Sospecho que están mal educados en una burbuja violenta, no están sociabilizados y no van a estar bien. Esto hay que desactivarlo y pueden estar bien el día de mañana, pero puede traer consecuencias lo que pasa ahora”.

Sebastián Domenech con Caro y Maxi
Sebastián Domenech con Caro y Maxi

“Tengo miedo”, sentenció y explicó: “Esto no está bien, no es normal y no le hace bien a un niño, no solo el (no) contacto con el papá, sino con la familia, tíos, los primos con los que se llevaban de diez. Y también está Sol, mi otra hija de cuatro años”.

Hace dos años que no los ve ni tiene ningún tipo de contacto con ellos. Anteriormente había habido algunos intentos fallidos de re vinculación: “Desde la denuncia hasta hace dos años las veces que los vi fueron en ese contexto, sin saludo, sin abrazo, sin nada, los nenes no me hablan porque están ahí con la madre, no es que yo los vi y nos abrazamos y jugamos dos minutos”.

Sin poder jugar, tocarlos o abrazarlos, pero extrañándolos profundamente y desesperado por verlos, fue una vez al colegio, para al menos sentirlos de lejos. “Fui al acto de fin de año y llegué sobre la hora apropósito para estar atrás y que no me vean y no se pongan mal, porque verme a mí delante de ella es una situación de nervios para ellos. Me vieron y fue raro, no se acercaron, parecía que hacía algo mal yo tratando de cuidarme. Eso no es verlos”, relató con tristeza.

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