Su voz es conocida en todo el mundo. Es la fuente de consulta para llegar a cualquier lugar en auto. La escuchamos dar indicaciones de manera permanente. ¿Por qué? Porque hay una persona detrás de “la gallega del GPS”, como se la llama popularmente. Y claro que la hay: se llama Susana Ballesteros, es española y vive en Los Ángeles hace 15 años. También es periodista, locutora, y cantante: recientemente lanzó su primer videoclip, Ya me cuido yo.
Además, hace doblajes en series internacionales y le pone su voz a personajes reconocidos de distintas ficciones. Así conoció a Eva De Dominici, quien también vive en Los Ángeles y está en pareja con Eduardo Cruz, hermano de Penélope Cruz. Por caso, fue la actriz argentina quien, de alguna manera, presentó a la artista española. Lo hizo a través de un posteo en sus redes sociales con motivo del estreno de su nuevo material. “Ella es Susana, mi amiga española. Ustedes ya la conocen. Es la voz de un GPS muy famoso. ¿Les suena? Sí, les juro que es ella ‘la gallega’ que los guía. Pero, además, está lanzando su primer videoclip y yo ando muy orgullosa. Síganla. Y en 200 metro, gire a la derecha”, escribió haciendo un juego de palabras entre los distintos trabajos de Ballesteros.
“Eva es divina. La conocí por amigos en común y nos hicimos amigas. Además, entrenamos juntas, con el mismo personal trainer”, cuenta Susana en una entrevista exclusiva con Teleshow, desde Los Ángeles, a donde llegó desde España en 2006 con el objetivo de trabajar y triunfar con su voz.
Susana Ballesteros acaba de cumplir 40 años y el mismo tiempo que lleva viviendo en Los Ángeles es el que está en pareja con Gerardo, su marido argentino, a quien conoció cuando llegó a los Estados Unidos desde España. ¿Cual fue el motivo de aquel viaje? Perseguir su sueño. “Siempre me interesó trabajar con la voz y el doblaje, pero me parecía que en mi país era un círculo muy cerrado, era difícil. Y pensé que era imposible trabajar allá”, dice quien estudió periodismo e hizo un máster en una radio local. También fue redactora de noticias de entretenimiento para la televisión española.
En paralelo, se formó como violinista clásica, tocó en orquestas y siguió vinculada a la música. No quería perder esa pasión de hacer arte con su voz. Y, en medio de aquella búsqueda profesional, un productor del programa en el que trabajaba le sugirió que viajase a Los Ángeles, que la pondría en contacto con personas que vivían allí y podría empezar su camino de a poco. Y así conoció a su marido, quien también es periodista y locutor. Fue tan solo tres días después de su llegada a la ciudad. “El resto es historia”, recuerda Susana la relación que comenzó en 2006. Hoy son padres de dos niñas de ocho y seis años.
Ya instalada en Los Ángeles, la cantante trabajó como redactora y locutora. “Tenés que practicar el acento latino y sacarte el español. Es difícil”, le dijo su marido. “¿Qué cosa es difícil?”, retricó Susana y comenzó a estudiar: seis meses después estaba haciendo dobles para series: se la puede escuchar en Grey’s Anatomy y The Bold and the Beautiful, entre otras.
Hasta que decidió afianzar su carrera en la música, como así lo quiso desde que era chica, cuando se paró frente a su madre y le dijo: “Mamá, quiero ser cantante”. Y esas palabras siguieron sonando en Susana por más de 30 años. “Pensé que era muy difícil, que no podría. Siempre fui un poco tímida”, resalta quien hasta el día de hoy da clases de canto. Hizo covers para YouTube y siguió componiendo y trabajando en su estudio.
¿Qué la impulsó a lanzarse como cantante? “Hace más de un año empecé a hacer terapia. Me fui abriendo, y dije ‘voy a grabar una canción’. Comencé a escribir muchísimo más, me contacté con un productor argentino, la lancé y acá estamos. ¡Muy contenta!”, continúa Susana y, de alguna forma, se reprocha no haberse animado hasta ahora: “¿Cómo no le he hecho antes? ¡Cantar me apasiona!”.
Años atrás, cuando la hoy consagrada cantante quería ser una artista y mostrarle su voz al mundo, se anotó en Operación Triunfo, aquella edición de la que salió David Bisbal, entre otros. De aquel primer casting, recuerda que fue en un estadio de fútbol y que se asombró por el talento de todos los que se habían presentado. “Hasta que yo no sea como Christina Aguilera, no merezco llamarme cantante”, se decía a sí misma. Le faltaba confianza, asegura.
“Luego aprendí que cantar es expresarse, y que cada uno tiene su estilo”. Y de a poco empezó a ganar la confianza que necesitaba para animarse a hacer lo que más quería: tomó clases de guitarra para incorporar más instrumentos. “La canción está muy bien recibida”, resalta sobre Ya me cuido yo y agrega: “El mensaje es reafirmar que se puede encontrar tu propio camino, llevar a cabo tus sueños. En mi caso ha sido difícil saber lo que quería, y llevarlo a cabo aún más complicado, entender lo que quería el niño interior. Pero estoy muy contenta porque es algo mío, totalmente sincero que escribí con honestidad. Y es una alegría inmensa saber que llegó a tanta gente y les gustó”.
Susana confía uno de sus mayores secretos: escribir pensando que nadie va a escuchar la canción. ¿El motivo? “Terminaría componiendo para el otro y no para mí”, advierte quien está preparando una serie de shows: el primero lo dará el próximo 7 de enero en Santa Mónica, California.
“Yo pienso que soy indecisa, pero miro para atrás y veo que en realidad conseguí todo lo que quería. estoy contenta y orgullosa. El éxito es haber logrado que la canción nazca. Me hace mucha ilusión que mi voz viaje más de lo que viajo yo”, continúa Susana Ballesteros, cuya voz se hizo conocida mundialmente en 2014 cuando comenzó a trabajar para una marca de GPS.
También lo hizo para otras aplicaciones y publicidades. “Cuando grabo pienso mucho en el oyente: me imagino al taxista argentino, a un joven manejando. Y lo hago con el mayor respeto”. Ahora bien, ¿qué sucede cuando se sube al auto y debe preguntarse a ella misma cómo llegar hasta algún lugar determinado? “Es irónico porque en general tengo mal sentido de orientación y no suelo dar indicaciones en la vida”, aclara. Antes de finalizar la entrevista, Susana Ballesteros -todavía disfrutando del éxito de su canción- celebra poder acompañar en cada viaje a sus hijas -a quienes “les encanta escucharla”-, a sus amigos y a todos aquellos que lo hacen a través del GPS y ahora también a través de la música.
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