El jueves de última chance estuvo sobrecargado de tensión en Masterchef Celebrity 3 (Telefe), y sólo uno de los seis participantes que compitieron pudieron salvarse del domingo de eliminación. Los concursantes se enfrentaron a una compleja prueba de la pastelería francesa y hubo muy pocos elogios de los expertos al momento de recibir la devolución. Paula La Peque Pareto tuvo una mala noche y contuvo las lágrimas cuando los jurados probaran su plato. Al verla conmovida, Santiago del Moro se fundió en un abrazo con la judoca y contó detalles de su historia de vida.
Los famosos que intentaron replicar los famosos eclairs franceses, también llamados petisús, fueron Tomás Fonzi, Catherine Fulop, Juariu, Charlotte Caniggia, Joaquín Levinton y Bareto. El ciclo comenzó con un misterioso desafío técnico exprés de tres minutos, que consistió en replicar una rosa de pasta de azúcar que estaba exhibida en una suerte de campana de cristal en la mesa de los jurados. “El que haga la mejor rosa va a tener un beneficio, que hoy les puede salvar la vida”, anunció Germán Martitegui.
La Peque empezó muy bien al ser elegida como la ganadora de la prueba técnica por la similitud que logró con su rápida imitaicón de la flor comestible. Gracias a su desempeño tuvo la posibilidad de elegir quiénes compartirían horno en esta ocasión: agrupó a Fonzi con Juariu, a Levinton con Charlotte y eligió como su compañera a de cocción a Fulop. Mientras tanto, Damián Betular explicó la consigna: “Tendrán que hacer seis eclairs en 70 minutos, rellenos con crema pastelera, y de esos seis tres tienen que estar dcorados de una forma y otros tres de otra”.
La deportista optó por unos ecleirs rellenos de crema pastelera con duraznos, almendras, pistachos, cubiertos con chocolate blanco, caramelo, chocolate negro y fresas. Una vez frente a frente con los jurados, la emoción empezó a invadirla. “Voy caminando con mis platos y el de las frutillas ha sufrido un vuelco”, reconoció detrás de cámara sobre su disconformidad con el resultado final. Sin embargo, los chefs destacaron algunos puntos favorables de sus preparaciones: “Está muy bien la cocción, está como un poco más ancho de lo normal, y necesita un relleno un poco más consistente, menos blando, pero están bien”.
Donato de Santis también enfatizó algunas fortalezas del plato, pero recalcó las cuestiones a mejorar: “Aunque no parezca nosotros ya estamos pensando en la final con todos ustedes, aunque faltan muchos programas, nosotros ya lo tenemos en cuenta. Acá hay que afinar varias fallas de presentación, consistencia y textura, guardá toda esa información si continuás en el programa para más adelante”.
“A mí me encató lo que probé, me parece que la masa está bien, crocante, la mezcla de crema con todo lo que elegiste le va muy bien, pero tu mesada era el peor caos del estudio, y en esas condiciones vos encaraste la parte final”, señaló Martitegui. Sincera, la participante reconocidó: “Si no está ordenado arrriba, no está ordenado internamente”. Al notar que la mirada brillosa de Pareto, el conductor tomó la palabra e intentó levantarle el ánimo: “Peque, yo lo que noto en vos es preparación, mucho estudio”.
“Sí, lo que creo que más me está costando es la presentación, que es lo que me dicen, y lo busco y estoy tratando de incorporarlo porque es práctica y práctica, así que ojalá que me dé el tiempo cortito que tengo para lograrlo”, admitió la judoca. “¿Te puedo dar un abrazo?”, le consultó Del Moro, y se acercó para consolarla. Detrás de cámaras la concursante confesó qué sintió en ese momento: “Es lo que me pasa siempre, yo los logros que he tenido en la vida los tuve por perseverar, perseverar y perseverar, es en meses y años; acá es todo muy rápido y ojalá pueda estar a la par”.
“Ella es médica además de ser deportista y a veces viene directamente de la guardia acá directamente a esta esta cocina, y vemos tu esfuerzo”, insistió el conductor. “Sí, bueno, todo me cuesta en la vida, y esto es más de mi vida, está bien, les agradezco todo lo que me dicen y lo practico, pero es difícil, así que gracias”, respondió, intentando contener las lágrimas.
“En el momento en que presentás el plato es donde se libera todo el estrés que tuvimos durante la prueba. Me da un poco de bronca porque le pongo onda, pero no sale. La devolución la verdad que fue muy buena, pero tal vez yo me embronco conmigo misma porque no puedo hacer bien el emplatado, y cuando tengo que entrar en acción lo practico y hago cualquier verdura”, cerró con desazón. A pesar de su buen desempeño, no alcanzó para evitar la gala de eliminación y el domingo deberá sorprender a los jurados para seguir en la competencia.
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