La comedia familiar Mi pobre angelito, que relata las aventuras de Kevin McCallister, un niño de 8 años que se queda solo en su casa durante la Navidad, marcó a una década -los 90- y a más de una generación. Además, lanzó al estrellato precoz a Macaulay Culkin, quien pese a su corta edad recibió un Globo de Oro como mejor actor.
El argumento conocido hasta el hartazgo. Peter McCallister y Carol Mercer planean unas esperadas vacaciones en París, Francia, con sus numerosos hijos. Pero en la mañana del viaje, se despiertan tarde. A las apuradas y con lo justo, suben al avión, sin reparar en un detalle no menor: olvidaron al pequeño Kevin, y ya es tarde para regresar. El nene no solo deberá pasar Nochebuena solo, sino que además tendrá que defender su enorme casa del acecho de dos ladrones tan malvados como torpes.
En estos días de víspera navideña, la película suele repetirse en televisión. Y mirarla, al menos un rato, es casi una obligación, aun cuando sus escenas se conocen de memoria. Por algo a poco de su estreno (1990) se convirtió en el filme más taquillero de Hollywood. Motivó cuatro secuelas (las dos primeras fueron con su elenco original). Y en lo que se refiere al género comedia, recién en 2011 perdió el trono de la más vista a manos de The Hangover Part II (¿Qué pasó ayer? Parte 2).
Semejante éxito también alcanzaría a John Heard, el actor que se puso en la piel del padre de Kevin. Mi pobre angelito sería el hito de su carrera, provocando un cambio rotundo en su vida del que no lograría escapar. Esta circunstancia, sumadas a otras problemáticas personales y un gran dolor, lo llevarían a morir en la soledad de un cuarto de hotel.
John nació el 7 de marzo de 1946 en Washington, Estados Unidos. Heredó su pasión por el séptimo arte de su mamá, quien también se dedicó a la actuación, aunque solo lo hizo en teatros comunitarios. Al finalizar la escuela el joven Heard estudió interpretación. A mediados de los 70 empezó a incursionar en el cine, aunque su carrera la cimentaba en el teatro. En 1974 dio el gran salto en Broadway con La apuesta. Un año más tarde subiría al escenario con Hamlet. Ganó dos premios Obie Awards: en 1979 por Othello y en 1980 por Split.
En la pantalla grande su debut ocurrió en 1975 con Valley Forge. Cuatro años más tarde se destacaría en el protagónico de Head Over Heels. Pero a partir de entonces los papeles interesantes se irán alternando con otros menores: a Heard le costaba lograr cierta estabilidad en su trayectoria, debiendo conformarse con roles secundarios. En ese sentido, Mi pobre angelito no sería la excepción.
Pero el suceso pudo con todo. Heard no solo participó de la segunda entrega, sino que a partir de eso momento el cine se convirtió en su lugar en el mundo. Filmaba dos películas por año, y en 1993 llegó a realizar cuatro: There Was a Little Boy, In the Line of Fire, Me and Verónica y The Pelican Brief. Años más tarde, en 2008, le preguntaron por la gran cantidad de filmes en los que participó, pero también por qué ya no llevaba papeles preponderantes: “Supongo que pasé de ser un joven protagonista a ser una especie de actor pirata”, se resignó.
Heard expuso las dificultades que encontró en la industria y cómo sufría ciertas circunstancias. “Cuando llegué a Hollywood era más o menos un actor de teatro y esperaba que todos estuvieran callados. Y no lo fueron. Yo era un poco idiota arrogante. Ahora, es un poco más como: ‘Está bien, me doy cuenta de que tienes que palmearme con polvo cada tres segundos’. Y me quedo ahí, y soy un poco más tolerante... Creo que tuve mi tiempo. Dejé caer la pelota, como diría mi padre. Creo que podría haber hecho más con mi carrera de lo que hice, y en cierto modo me desvié. Pero está bien, está bien, así es. Sin uvas agrias. Quiero decir, no me arrepiento de nada. Excepto que podría haber jugado algunos papeles más importantes”.
En 1979 se casó con la actriz Margot Kidder (protagonista de Superman: la película). Nada salió como lo esperaban: seis días después se separaron. Años después conoció a su colega Melissa Leo, con quien fue padre: en 1987 nació John. No obstante, la relación con Melissa tampoco fue conflictiva. Según las crónicas de aquellos años, en 1991, con su carrera en su mayor esplendor, fue arrestado: Melissa lo denunció por agresión física. A las pocas horas lo dejaron libre. La causa siguió su curso, pero nunca tuvo una pena concreta.
Al poco tiempo llegó un tercer matrimonio también con otra actriz: Sharon Heard. Con ella tuvo dos hijos: Anika y Max. Pero también se terminarían distanciando. En 2010 se casó y se divorció de Lana Pritchard: duraron apenas siete meses.
El 6 de diciembre de 2016 John Heard enfrentaría su mayor dolor: la muerte de su hijo Max, de apenas 22 años. El vínculo entre ellos no era cercano: su mamá, Sharon, contó que el joven falleció mientras dormía y que sus últimos días habían sido muy tristes debido a la mala relación que mantenía con su papá.
Heard siguió actuando, buscando escapar de su propio drama en la interpretación de otros roles. Sus compañeros ocasionales en los rodajes notaban que era un actor sin alma: salía a escena, cumplía con su parlamento y regresaba a su casa. Al poco tiempo le diagnosticaron una enfermedad cardiaca. El 21 de julio de 2017 -poco más de siete meses después de la partida de su hijo-, John murió. Tenía 71 años. El personal de un hotel lo encontró sin vida, acostado en la cama de un cuarto. Había pasado un día sin que nadie reportara su ausencia.
Más tarde, sus familiares revelarían que Heard había sido sometido a una cirugía en su espalda. Debía guardar reposo, pero como prácticamente no tenía relación con sus hijos, prefirió hospedarse en un hotel, casi sin aviso. Allí su corazón, golpeado por aquella afección, dio sus últimos latidos. Lo enterraron en el cementerio de South Side, Massachusstts. Como un guiño de mal gusto, el destino le otorgaría la misma soledad que el pequeño Kevin experimentó en Mi pobre angelito. Pero con una diferencia: a John, nadie lo buscaría.
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