Desde hace varios meses causa preocupación la salud de Lía Crucet. La icónica cantante de 69 años libró varias batallas desde 2012, cuando recibió el diagnóstico de cáncer de útero, y luego de una cirugía pudo recuperarse de la enfermedad, aunque sobrevinieron otras complicaciones. En el 2020 reapareció en un video desde su casa, y su desmejorada apariencia encendió las armas. En agosto de este año sufrió un accidente doméstico donde se fracturó la cadera y tuvo que ser operada para poder caminar. A tres meses de pasar por el quirófano volvieron a surgir rumores de una internación geriátrica: Tony Salatino, la pareja de la cantante, habló con Teleshow y confirmó que ese será el próximo paso.
La artista se encuentra en Mar del Plata, y debido a una desalentador panorama sobre su cuadro médico, Salatino asegura que no encuentran otra alternativa: “Fue la recomendación que me dio el psiquiatra lamentablemente, porque esto ya no tiene retorno, y lo voy a tener que hacer, no me queda otra, voy a buscar algo cerca, pero por el momento sigue en casa”. El productor, que además es el manager de Crucet, confiesa que pasarán un duro fin de año y que sus expectativas para el 2022 recaen en que ocurra un milagro para que mejore la salud de su compañera.
“Es una desgracia, ya más no se puede hacer. Las habitaciones acá estan arriba y la traje acá abajo porque no puede caminar mucho por la operación de la cadera. Es lo que nos tocó, y aunque yo no tengo ningún apuro la internación es la única alternativa que me sugirió el médico, así que es muy doloroso, pero es así”, agregó. También hizo una aclaración sobre la hija de Lía, Karina Crucet, con quien ha mantenido varias peleas mediáticas por desacuerdos desde que empeoró la salud de la artista: “No era una cosa que yo quisiera que se hiciera público, pero sé que Karina habló y ahí ya se supo todo”.
Cabe recordar que hace pocos días la panelista Débora D’Amato había anticipado en A la tarde (América) que habría una inminente internación en un geriátrico: “Lía tiene demencia frontotemporal, está asistida y medicada por un psiquiatra. Actualmente toma tres pastillas, bajó 40 kilos y el psiquiatra le recomendó al marido internarla en un geriátrico”. Luego, Karina habló en el ciclo sobre su conflcitivo vínculo con Tony: “La relación con Lía nunca fue mala, el problema era con Tony que mentía y ocultaba sobre los problemas de salud de mi mamá. Imaginate que yo como hija trato con una mujer con problemas psiquiátricos...Pocos me creían y luego todo salió a la luz, lamentablemente un poco tarde”.
En noviembre último Salatino ya había remarcado sus diferencias con la hija de Lía en diálogo con Teleshow: “Sin ofender a Karina, pero no tengo ayuda de nadie, y lo que tiene Lía no se lo deseo ni a mi peor enemigo porque es una situación horrible; espero que la hija llame de vez en cuando para decirle por lo menos: ‘Hola mami, ¿cómo estás? ¿Cómo te sentís?’, porque habrá llamado desde que estamos acá cuatro veces y dijo que iba a venir, le prometió a ella, y no vino nunca”.
“Lo que menos quiero es tener peleas mediáticas, pero sino tiene ni que verme a mí si quiere, que venga a ver a la madre”, insistió. También contó que aunque Crucet tiene movilidad y puede caminar con cierta dificultad, necesita permanente cuidado y atención: “La verdad cada vez estoy más destrozado, no puedo verla así, me agota porque tengo que trabajar y seguir, pero no la puedo dejar sola; no tengo la mano de nadie, estoy solo con ella, peleándola hasta donde pueda”.
“Estoy agotado por todos los problemas, y en las obras sociales nadie quiere poner nada; hace dos años y medio que no laburamos, cómo se puede hacer, no hay manera de afrontar todo”, afirmó en referencia a la cobertura que brinda la obra social de SADAIC. “Yo esperaba un milagro, yo hice lo que haría cualquier persona que ama a su pareja, o a su madre, o a su hijo”, expresó Tony.
SEGUIR LEYENDO: