“Tierra de pecado, es la tierra de lo permitido, donde todas tus fantasías y deseos los podes concretar. Somos una marca que intenta expresar la libertad de vivir sin prejuicios ni estereotipos, aceptándote y aceptando, que todos somos únicos y especiales”, se presenta la marca de mallas de Mariana Muzlera, la mamá de Tini Stoessel.
Las bikinis, que se lanzaron hace aproximadamente un mes, se venden de manera online. El modelo Bikini sunset es uno de los más vendidos: se trata de la clásica malla de triángulos, solo que la tira para atar el corpiño es más larga para dar una o dos vueltas en la cintura. Cuesta 8.625 pesos luego de una rebaja, ya que estaba más de 11 mil. Viene en color crudo, camel, nud, rosa y rosa claro, negro y blanco.
Otros modelos, como el Main, también de triangulitos pero sin la extensión de la tira o La Brea de corpiño recto con un solo bretel, vienen en los mismos colores y se pueden comprar por 7.875 pesos. El último diseño, Hollywood, tiene también corpiño recto, breteles desmontables y bombacha con volado y cuesta 5.625 pesos.
La marca ofrece cuotas sin interés y descuentos según las formas de pago. La mamá de la cantante comenzó haciendo algunos canjes con diferentes figuras del mundo del espectáculo para poder dar visibilidad a su emprendimiento. Entre las famosas que recibieron como regalo algún traje de baño se encuentran Yanina Latorre y Jimena Barón. Ambas recomendaron a sus seguidores los modelos para disfrutar del verano, no así la propia Tini que aún no promocionó la marca de su madre.
La joven de 24 años es hija de Mariana y Alejandro Stoessel -por años productor de Marcelo Tinelli y mano derecha del conductor- y tiene un hermano con el que es muy unida, Francisco. Fueron sus padres los que alentaron la carrera artística de su hija desde chica, no solo llevándola a tomar clases y talleres, sino también generando contenido y acercando el material a los canales y productoras. De esta manera llegó su primer gran éxito de la mano de Disney, con su protagónico en la tira juvenil Violetta.
Su madre suele contar que con apenas tres años, Martina vivía poniéndose tutús. Y a los cuatro, cuando le preguntaban qué quería ser cuando fuera grande, no respondía ni maestra ni doctora: “Quiero ser famosa”, decía. A los seis años solía invitar amigas a su casa y jugaban a bailar y armar coreografías con música de Luis Miguel o Chayanne. Y apenas regresaba del colegio, lo primero que hacía era sacarse el uniforme, después iba al vestidor de su mamá para ponerse sus zapatos de taco, los vestidos y maquillarse. Eran las primeras señales de lo que sería una carrera artística que todavía no parece haber alcanzado su techo.
Era Mariana quien también la acompañaba al teatro, a las producciones de fotos, los ensayos y las extensas jornadas de grabación de Violetta. Y hasta hace poco era parte de la troupe en todas sus giras por el mundo. Ahora se encuentra en una etapa diferente: generando su propio proyecto.
SEGUIR LEYENDO: