Paula Chaves tuvo un 2021 muy próspero al estar al frente de la tercera temporada de Bake Off por la pantalla de Telefe. En esta producción de la emisora y WarnerMedia Latin America estuvo acompañada por tres especialistas muy reconocidos: Dolli Irigoyen, Damián Betular y Pamela Villar. De esta manera, la esposa de Pedro Alfonso debió hacer malabares entre la conducción del reality y el cuidado de sus tres hijos, Olivia (8), Baltazar (4) y Filipa (1). Además del trabajo y la familia, tuvo que buscarse el espacio para estudiar ya que realizó el curso de doula, una formación profesional para poder asistir a mujeres y familias en los procesos de gestación, parto, lactancia y postparto.
Durante este año, la modelo estudió durante meses un programa que tiene un abordaje multidisciplinario y holístico para conocer los diversos aspectos involucrados en la salud sexual y reproductiva de las personas, así como comprender las implicancias en los aspectos emocionales y anímicos del ser, de todos los sucesos que rodean y tocan a la persona por nacer. El objetivo es acompañar a personas en el portal del embarazo, parto y puerperio desde un lugar amoroso y con información actualizada.
En diciembre, Chaves finalizó la cursada que tiene una duración de 10 meses, en la modalidad semipresencial que incluyó una cursada presencial de 6 horas, que se llevó a cabo un sábado al mes y una clase teórica online de 3 horas. De esta manera, aprendió sobre comunicación y coaching; sexualidad femenina y ginecología autogestiva y natural; fisiología del parto; asistencia en los partos en el sistema actual; lactancia; puerperio, pareja y duelo; la teoría sistémica, constelaciones familiares y trauma, entre otros temas.
“La maternidad me ayudó a sanar las heridas de mi infancia y el vínculo con mi mamá”, había señalado Paula en una entrevista con Teleshow en septiembre pasado. Movilizada por el nacimiento de sus tres hijos y todo el proceso de la gestación decidió realizar el curso de doula para obtener nuevos conocimientos y para ayudar a otras personas.
“Si no me hubiese dedicado a esta profesión creo que sería partera. Me encanta acompañar a las mujeres en los procesos de gestación, de parto, de puerperio, siento que hay como un ámbito descuidado que no se cuenta tanto. Eso de romantizar la maternidad y que todo está bárbaro y no, es re oscura la maternidad. Nos refleja con nuestra propia sombra, con nuestra propia herida de cuando somos chicos”, explicó.
Por último, Paula se refirió a los desafíos de la maternidad: “Yo me siento todo el tiempo con esa dicotomía con respecto a mis hijos: los quiero con toda mi alma, los quiero criar con amor, respeto, les pongo bordes, límites, los voy tratando de acompañar y guiar, pero bueno a veces me sobrepasan y les digo ‘no, no quiero gritar, les pido perdón’. Todo el tiempo vas y venís. Son mis grandes maestros y hago lo que puedo, a veces me desbordo y siento que no está bueno pero es necesario. Somos mujeres, viviendo en este siglo, intentando criar chicos con un entorno que a veces no colabora, es mucho todo. La verdad que las mujeres somos lo más”.
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