Mariano Martínez recordó en la mesa de Juana Viale uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando a los nueve años un colectivo lo atropelló y estuvo tres años sin poder caminar. Además, destacó cómo la actuación y el deporte, pasión que hoy comparte con sus hijos Olivia, Milo y Alma, lo ayudaron a salir adelante.
El actor practica Taekwondo desde los siete años, pero dos años después un accidente lo alejó de los dojos. “A los 9 me pisa un colectivo, quedé en cama tres años casi pierdo la pierna izquierda, a los 12 y medio empiezo a caminar, estuve en silla de ruedas dos años y hasta que volví a caminar bien a los 12 y medio, tres años casi hasta que aprendí a caminar de vuelta”.
Tras su recuperación regresó al colegio, a fines de séptimo grado y sus hobbies lo ayudaron: “De chico me pasaba con la actuación y el deporte que podía liberarme, era muy introvertido, no me sacabas una palabra ni con tirabuzón, pero cuando estaba en los actos escolares era otro”.
Sobre el Taekowondo dijo que lo ayudó mucho ya que “tiene una filosofia, perseverancia, autocontrol” ycontó que practica el deporte con su hijo Milo de 8 años desde que el nene tiene 4 y que también se sumaron sus hijas Olivia de 12 y Alma de 4: “Es una disciplina que ayuda a sentirte seguro, amor propio, seguridad”.
El actor habló muy pocas veces sobre el accidente en televisión. Este año, haciendo una reflexión sobre el bulliyng, recordó en Los ángeles de la mañana: “A mi me pisó un colectivo a los nueve años, cuando venía en la vereda con unos amigos. Me dejó tres años en cama. Casi pierdo la pierna izquierda que me la salvaron en el Garrahan. Me agarró una gangrena. Cuestión que volví a caminar a los doce años y medio. Me decían que no iba a crecer igual. Después me hacían cargaban de chiquito, que tenés pierna de palo, que te la comió un cocodrilo. A la edad que vos te estás desarrollando. Y yo realmente lo sufrí muchísimo en ese momento. Eso me fue curtiendo”.
Recién en el 2017 subió en sus redes una foto en la que dejaba ver la marca que había quedado en su pierna, con el texto: “El tiempo lo acomoda todo”. Hace unos años había relatado en diálogo con Gente: “Pensé que me había arruinado la vida. Creí que nunca más iba a volver a practicar deportes, que me dejaba lisiado. Tuve que aprender de nuevo a caminar. Estuve internado un mes y casi me dejaron pudrir la pierna. No sé cómo salí de esa”, dijo en aquel reportaje y agregó: “Estuve a punto de morirme. Tenía una gangrena impresionante, una semana más y me cortaban la pierna. Me dijeron que si pasaba a la otra, la infección me llegaba a la aorta y me moría. Fue surrealista, para un nene de 9 años es mucho. Hoy no le tengo miedo a la muerte, pero digamos que la vi de cerca”.
Durante el tiempo que tardó en recuperarse tomó clases particulares. “Crecí de golpe. Me sentí discriminado. Los chicos son muy crueles y la pasé fea. Me daba vergüenza mostrar la cicatriz, que me atraviesa toda la pierna. Sobre todo a esa edad donde todo gira en torno a ‘las chicas y los chicos’. No quería ir a una pileta, siempre andaba en pantalones largos. Ahora, al contrario, me da orgullo porque es algo superado en la vida”.
Como si se tratara de una prueba de fuego, la escena con la que debutó en televisión, en la serie La Nena en la que interpretaba a Axel, un amigo de Veleria Britos, fue en una pileta: “Me acuerdo patente. Yo no me quería poner el short. Estaba re nervioso en el vestuario, hasta que le expliqué al productor que tenía una cicatriz. Le dije que no quería que se vea, y lo entendió”.
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