Dos Oscar y cuatro Globo de Oro dan cuenta de la trayectoria de George Clooney, uno de los actores más versátiles, que con el transcurrir de sus interpretaciones pudo colocarse por encima de aquel mote de galán sin fecha de vencimiento.
Clooney nació el 6 de mayo de 1961 en Lexington, Estados Unidos. Su papá, Nick Clooney, es un reconocido periodista que hizo su carrera como conductor televisivo, mientras que su mamá, Nina Bruce Warren, se dedicó a la política, luego de que en su adolescencia fuera coronada reina de la belleza. Incluso, en esta lucha con un dejo de humor entre los progenitores, Nina siempre dijo que su hijo heredó sus rasgos, y no los de Nick.
El actor cuenta con un pasado amoroso bastante agitado. En cuanto a sus parejas conocidas, la primera que aparece es la actriz Kelly Preston, con quien tuvo una relación desde 1987 a 1989. Se mostraron juntos y enamorados ante la prensa, pero todo se terminó por las infidelidades de Clooney. Sin embargo la ruptura se dio en en buenos términos: pocos años después se lo vio juntos de nuevo.
Casi a la par conoció a Talia Balsan. Llevaban un par de meses juntos cuando decidieron pasar por el registro civil. Y cuando parecía que iba a ser para toda la vida, en 1993 se divorciaron... Tiempo después George admitió en una entrevista con Vanity Fair: “Probablemente no era alguien que debería haber estado casado”. A su amiga Michelle Pfeiffer le apostó 100 dólares a que jamás volvería a dar el sí.
En 1996 conoció a Celine Balitran. Por entonces una joven de 23 años estudiante de Derecho, que se desempeñaba como camarera en el bar de Francia al que George llegó una noche para pasar un rato. Fue amor a primera vista. Celine lo dejó todo y se fue a vivir con él a los Estados Unidos. Tres años más tarde ocurrió lo mismo que en sus relaciones anteriores: el distanciamiento. En alguna oportunidad Clooney comentó que no suele quedarse en un lugar en el que no se siente cómodo, en el que no hay pasión, y que esto aplica tanto para el trabajo como para su vida sentimental. Restaría saber qué dicen las mujeres que lo acompañaron.
Una de las parejas que más le duró fue aquella que conformó con la modelo británica Lisa Snowdon. Se separaron en 2005, después de un lustro de relación. Aunque vale aclarar que en el medio tuvieron varias idas y vueltas. Se podría sumar que con ella intentó recomponer y volver a encender la llama, pero no lo lograron y continuaron por caminos distintos. En este caso, Lisa manifestó que el actor se interponía mucho en su trabajo.
Desde ese momento hasta el 2009 se lo relacionó con varias modelos y actrices, todas compañeras de trabajo. Nunca oficializó ninguno de los nombres que aparecieron en los rumores de la prensa del corazón, ni siquiera a Krista Allen, a quien describió como una “buena amiga”. A mediados de este año llegó Elisabetta Canalis. Con ella también vivió una historia similar a las anteriores: en el 2011 se separaron. Antes de dar ese paso a George ya se lo relacionaba con Stacy Keibler, de quien se separó en junio de 2013.
Otros rumbos
Cuando parecía que su vida ya estaba marcada, que el patrón se repetiría una y otra vez (relaciones que trascendieron más en los medios que en el tiempo), George decidió fijar su atención por fuera de lo mediático, de las mujeres a quienes conocía en el mundo artístico. Así fue cómo a fines de 2013 conoció a Amal Ramzi Alamuddin (hoy usa el apellido de casada, Amal Clooney), una abogada británica que 17 años menor. Luego de anular su primer matrimonio, George se casó con ella en 2014. Llevaron adelante una boda veneciana que duró tres días.
Con ella cambió varias cosas de su vida. Para empezar, y un dato no menor, es que todavía están juntos: nada menos que ocho años, un récord para Clooney. Y cada vez que se le presenta la oportunidad dice que es el amor de su vida. Con Amal tuvo dos hijos: nunca antes el actor había buscado convertirse en padre.
El 6 de junio de 2017 llegaron los mellizos Ella y Alexander Clooney. “¡Es un momento salvaje! ¡Dios, soy un padre! Y no tan viejo… Belmondo fue padre a los 70 años…”, escribió en ese momento en sus redes sociales, a sus 56 años.
“Cuando el médico nos dio la ecografía y nos dijo que eran dos, me quedé sin palabras… Hoy no entiendo la vida sin ellos. Mi vida se modificó para bien, pese a que ahora cambio pañales y duermo menos”, comentó el año pasado, en plena pandemia, cuando la convivencia familiar fue con mucha más carga horaria que de costumbre, como le sucedió a todo el mundo, también a las estrellas de Hollywood.
En cuanto a los cambios, también se dieron dentro de la casa. George confesó que nunca, ni siquiera en su adolescencia, había colaborado con las tareas del hogar. No era algo que formara parte de sus costumbres, pero que -hombre deconstruido al fin- eso se modificó desde que conoció a Amal. Confesó que por amor echó por tierra algunas malas costumbres, y esa fue una de esas: ahora trabaja a la par de su esposa en la casa, encargándose del cuidado de los hijos de cuatro años.
“Hago muchas tareas del hogar”, comentó a fines de 2020, por lo vivido en pandemia. “Arreglé manijas de las puertas, lavo platos, lavo pisos, lavo ropa varias veces al día y hasta cambié pañales, que es algo que no sabía que podía hacer, lustré maderas… Estábamos solos, sin nadie alrededor, y había que hacerlo”, recordó con humor el nuevo George Clooney. Porque en definitiva, nunca es tarde para evolucionar.
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