Después de casi cuatro meses, Mirtha Legrand volvió a sus ya emblemáticas mesazas televisadas por una noche y engalanó la televisión local. Después de 53 temporadas frente al ciclo que la catapultó al éxito y dos años de ausencias por la pandemia de coronavirus, la diva reapareció en la conducción para cerrar el año junto a su nieta, Juana Viale.
En una noche muy especial, la Chiqui recibió a invitados muy destacados del ambiente artístico y se llevó unas cuántas sorpresas de la producción. Y especialmente una de ellas la hizo emocionar muchísimo porque no se la esperaba. En su mesa de sábado por la noche se sentaron Ricardo Darín, Diego Torres, Darío Barassi y Jey Mammon. A la diva se la vio muy rápida para las preguntas, con el olfato que la caracteriza intacto y con la habilidad para sacar esas respuestas que todos quieren escuchar.
En plan de confesiones, Diego Torres reconoció estar separado de Débora Bello luego de más de 16 años juntos y Darío Barassi reconoció que consume aceite de cannabis. Ricardo Darín hizo reír a todos con sus anécdotas y Jey Mammon la sorprendió con una canción inspirada en su célebre frase “Carajo, mierda”. Y en un ir y venir de sonrisas y emociones, el momento más especial se vivió con una comunicación a París.
“Prestá atención que creo que esta sorpresa te va a emocionar”, anunció Juana cómplice. “Estoy muy llorona, me emociono mucho”, advirtió la diva, que iba a cumplir su promesa de inmediato, cuando la imagen mostró a Ámbar de Benedictis, la hija de Juana. “Hola abuelita linda, hola mamá”, saludó la joven desde su residencia en París.
“Qué bueno poder decirles que las amo con todo mi corazón a las dos juntas, que las extraño un montón. Las admiro, y admiro sus trayectorias profesionales y de vida y de experiencias”, destacó Ámbar. “Las amo con todo mi corazón y les dejo un beso enorme. Y a todos los invitados que están en la mesa”, cerró.
En el improvisado dúplex, Mirtha contenía las lágrimas como podía, intercalando cada tanto una sonrisa y compitiendo con Juana a ver cuál de las dos estaba más emocionada. “Te movió un poquito el piso”, le dijo Darín a Juana, interpretando cada uno de sus gestos. “Qué lindo lo que te dijo abue”, le señaló compartiendo el cariño de la joven que reside en París para llevar a cabo sus estudios en la Sorbona. “Me quiere mucho y yo a ella”, reconoció la diva, y ambas coincidieron en cuánto extrañan a la adolescente que hace cuatro meses estudia en el viejo continente.
En medio de la emoción, la Chiqui confió un secreto que comparte con otra diva. “Cuando Susana Giménez fue a París (a entrevistar a Wanda Nara) le escribí, porque nos whatsappeamos nosotras, tipo tres, cuatro de la mañana y los periodistas se mueren por saber qué comentamos”, reveló, naturalmente sin soltar prenda. “le dije que Ambar que Susana estaba en París, le di el teléfono y fueron juntas las Galería Lafayette, porque Ámbar habla perfectamente francés y fueron a hacer compras”, contó Mirtha. Y ya más distendida, Juana se permitió una última humorada: “imaginate a Ámbar haciendo de traductora de Susana...”. Y un coro de carcajadas cerró el momento.
Juana Viale siempre resguardó la intimidad de sus hijos y eligió no mostrarlos en las redes sociales ni públicamente. Al punto tal que cuando nacieron envió una cautelar a los medios para que no publicaran sus caras. Sin embargo, no es la primera vez que la joven participa del programa familiar. Ya en diciembre del año pasado, para el último programa del ciclo, apareció para sorprender a su madre y a Mirtha.
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