Hace menos de una semana Wanda Nara llegó a la Argentina desde Francia tras el escándalo entre su marido Mauro Icardi y la China Suárez. Aunque ella es una de las personas más buscadas por la prensa, muchas de las miradas se posaron en el hombre que la acompañaba, su custodio. El jueves por la tarde la rubia lanzó su colección de cosméticos en un reconocido shopping y su guardaespaldas estuvo otra vez presente para ayudarla.
Se trata de Agustín Longueira un joven de 32 años (nació el 10 de junio de 1989) oriundo de la localidad bonaerense de San Pedro. Apodado Rulo como se hace llamar en lagunas redes sociales, hace muchos años formó parte del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín y en su labor, hasta le tocó custodiar la Casa Rosada.
Tras su paso por la la fuerza, fue también cuidador del Aeroclub en el predio del Aeródromo de San Pedro y trabajó como empleado de seguridad en un boliche, también en su ciudad natal. Encargado ahora de velar por la integridad de la mujer del ídolo del PSG, Mauro Icardi, el jueves se convirtió en una de las personas claves para la logística que orquestó la mayor de las Nara en el evento que llevó a cabo en el Abasto Shopping.
Rodeada de cientos de personas que querían saludarla y tomarse una foto con ella, Wanda pudo estar segura gracias a su compañero. Luego de estar aproximadamente media hora dentro del local de maquillajes en el que presentó su colección, se fue en su compañía hasta una salida de emergencia, esquivando al público. Sorprendidos con su repercusión mediática, sus familiares, también de San Pedro, usaron sus redes sociales para compartir fotos de él con la empresaria y mamá de Valentino, Constantino, Benedicto, Francesca e Isabella.
Agustín estuvo en el centro desde el arribo de la rubia a Ezeiza, y la acompañó en sus diversas apariciones públicas. Por caso, estuvo en la fiesta que le organizó Zaira en el Presidente Bar, ubicado en el barrio de Recoleta, donde fue sorprendida por su hermana, su madre Nora y un grupo íntimo de amigos que se acercaron a soplar las velitas.
Su rostro volvió a destacarse el jueves, cuando la empresaria inauguró su local de cosméticos en el primer piso del reconocido centro comercial. De inmediato cientos de personas, algunas de las cuales fueron al evento y otras que se vieron sorprendidas por la situación ya que simplemente estaban mirando vidrieras y comprando regalos, se acercaron a Wanda para saludarla y sacarse una foto con ella.
Una vez más la mujer de Mauro Icardi respondió las preguntas que le hizo la organizadora y hasta interactuó con el público, que se acercó para ver en carne y hueso a la figura que admiran y que siguen a diario con sus posteos en las redes sociales. En todo momento Wanda, quien lució un look muy casual chic-jeans rotos, remera fucsia y blazer negro- estuvo acompañada por un séquito de seguridad.
Una vez terminada la charla con el público la rubia estuvo aproximadamente media hora en el local charlando con los empleados y mirando su colección. Luego se retiró con sus guardaespaldas, con Agustín a la cabeza, y en medio de un extenso vallado hasta una de las salidas de emergencia.
Wanda pasará las fiestas con su familia -y su marido, que llegará en los próximos días cuando comience el receso en el torneo francés-. Durante estos días, se instalarán en la casa que la empresaria tenía con su ex Maxi López en un barrio privado de zona norte, que acaba de ganarle luego de años de disputa y que se encuentra en plena refacción. El inmueble ubicado en el exclusivo country Santa Bárbara, tiene 1800 metros cuadrados, de los cuales 800 son cubiertos, está tasado en dos millones de dólares y el costo de las expensas asciende a 27 mil pesos.
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