“Yo no soy un personaje, yo soy yo... Ojalá me hubiese salido hacer un personaje. A mí me quieren y me odian por las mismas razones: por mi personalidad”, dijo contundente la China Suárez el lunes en la entrevista que dio a Alejandro Fantino, la primera que da desde que empezó el escándalo con Wanda Nara y Mauro Icardi. La firmeza en su discurso, cómo se planta ante los hechos y su forma de hablar la muestran como una mujer muy decidida, dejando atrás a la nena que hace 21 años debutó en televisión.
Aunque Eugenia se hizo conocida por interpretar a Pía Contreras en Rincón de Luz, la tira infantil de Cris Morena, no fue esa su primera aparición televisiva en una ficción. Dos años antes, en el 2010 cuando tenía apenas ocho años pero ya había decretado que quería ser actriz, hizo su primera aparición. Fue en el unitario de los hermanos Alejandro y Sebastián Borensztein, Tiempo Final, emitido por Telefe.
Allí la pequeña China interpretó a una de las hijas de Darío Grandinetti, un productor de noticiero recién separado y tapado de trabajo que mantiene una fuerte pelea con sus vecinos que a la noche ensayaban con su banda de rock, Los Legrand.
Lo curioso es que Eugenia no actuó en dicho programa que mostraba las historias en “tiempo real”, sino que apareció en una foto. Cuando el personaje principal de va a dormir contempla la foto que está en su mesa de luz, en la que están él con su ex mujer, interpretada por Paula Siero y sus hijas, una de ellas quien se convertiría varios años después en una de las figuras de Casi Ángeles.
A los cinco años había realizado una publicidad de pastas para que se pudo ver en Peru. Allí se la ve tomando el teléfono y llamar a “Don Vittorio” y decirle que necesita cocinar algo que pueda “sorprender a mamá y a papá”. El material se viralizó hace unos años a través de Youtube y asombró su parecido con Rufina, su hija mayor fruto de su relación con Nicolás Cabré. De hecho, tal cual como aparece vestida en ese clip es como actualmente suele lookear a la pequeña y a Magnolia, la pequeña que tuvo con Benjamín Vicuña.
Sin embargo, el salto y la masividad llegó con su personaje de Jazmín en Casi Ángeles. Gracias a esa telenovela adolescente, pudo tomar protagonismo dentro de la factoría de Cris Morena e incluso, probarse como cantante y bailarina. Fue junto a Lali Espósito, Peter Lanzani y Gastón Dalmau -luego, en 2011 cuando la China decidió dejar la banda para explorar una carrera como modelo y cambiar el perfil laboral, fue reemplazada por Rocío Igarzábal-.
Desde allí en adelante, lo ya conocido: abandonó su zona de confort y salió del ala de Cris; ingresó en una agencia y comenzó a protagonizar campañas de moda; sacó sus propias cápsulas dentro de marcas de amigas y realizó alianzas para ser la cara de muchas firmas. En cine protagonizó Abzurdah, El hilo rojo, Los Padecientes, y en la televisión fue parte de Los Únicos y brilló con su personaje de Raquel Liberman, más conocida por su apodo de La Polaca en Argentina, tierra de amor y venganza.
Su relación con la prensa siempre fue más bien evasiva, fue la figurita difícil de los programas de chimentos y la mayoría de datos y situaciones que se conocen sobre su vida parten de palabra de terceros o trascendidos. “Siempre se va a hablar. Ya lo tengo aceptado, pero no es ‘el precio de la fama’, porque siempre odié esa frase. Es el precio de la libertad con la que vivo yo, desde que soy muy chica. Hay gente a la que le da más miedo ‘el qué dirán’. A mí nunca me importó, ni en el colegio, en el trabajo”, contó en la entrevista con Fantino, y detalló: “Tiene que ver con tener los pies sobre la tierra y decir: ‘¿Qué me está pasando? ¿Estoy en el medio de un terremoto? Sí. ¿Mis hijos tienen salud? Sí. ¿Mis amigos me quieren? Sí’. Trato de ver todo como si fuera desde arriba, como si saliera de mi cuerpo para ver todo lo que está pasando afuera y decir: ‘Lo más importante, que es la salud, lo tenemos. El resto se puede arreglar’”.
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