“Fue un malentendido con mi compañero de trabajo”, explicó Calu Rivero en el 2014 sobre su salida dos años antes de la novela Dulce Amor. La joven actriz había conseguido su primer protagónico en la pantalla chica -intrepretaba a Natacha Bandi una de las herederas de una fábrica de chocolates que se enamoraba de Julián, su chofer (Juan Darthés)- y de golpe se bajaba del sueño por el que había luchado durante años.
¿Qué le había pasado? Como pudo, en su momento argumentó que se iba a Nueva York a estudiar. No podía decir los verdaderos motivos de su partida. Recién en el 2017 pudo empezar a hablar. Carla, como es su verdadero nombre, denunció haber sufrido acoso por parte de su compañero. “Cinco años sin poder decir lo que sentí ni cuánto me dolió y marcó, y eso que tuve y tengo un excelente terapeuta. A veces no necesitás una mano tapándote la boca o una pistola en la cabeza para sentir que se acaba tu mundo”.
Su valiente testimonio le costó que el actor la llevara a ella a la Justicia por “daños y perjuicios”, pero a su vez abrió una puerta que nunca más volvió a cerrarse. Como si se tratara de un efecto dominó, sus palabras alentaron a muchas mujeres, famosas y no, a decir “basta” y a denuncias situaciones abusivas que habían vivido.
Según explicó Calu en diferentes ocasiones, el actor se propasaba con ella en las escenas subidas de tono, -que eran muchas ya que su historia reflejaba un amor muy impulsivo y pasional - y hacía oídos sordos a su pedido de distancia. Tampoco encontró respuestas en el resto del equipo.
El caso ya estaba instalado en los medios y fue entonces que la actriz Anita Co no se amedrentó por el hecho de que Darthés le hubiera hecho una denuncia a Rivero y publicó una extensa carta en la que relataba un episodio ocurrido en 1998 cuando ambos coincidieron en la tira Gasoleros.
“En un parate de la grabación estaba charlando en un camarín con JD, a quien conocía desde adolescente y le contaba que cuando era chica y mi viejo dirigía una comedia en la que él cantaba yo escuchaba siempre que iba una canción que me encantaba como la cantaba. Momento en el que el señor se desliza con la silla que tenía rueditas y se me tira encima, se para y me tira contra la pared, me besa, me mete la lengua, me agarra la mano y me hace tocarle su sexo, mientras me dice ‘Mirá como me ponés’. Yo congelada y sin poder reaccionar. En segundos entró una de las chicas de vestuario y él se separó inmediatamente y yo me fui. Los días siguientes de grabación me persiguió. Terminé de grabar y no volví a verlo. Supe que mientras esto pasó su mujer estaba embarazada y eso me sumó más asco”, escribió y al poco tiempo al igual que su colega, fue denunciada por el actor a pesar de que se había limitado a llamarlo por sus iniciales.
Por esos tiempos Thelma Fardin estaba viviendo en México, se había ido del país según contó en LAM de algún modo escapando y tratando de esquivar a Juan Darthés quien seguía trabajando y sabía que podría llegar a cruzarlo en algún elenco si trabajaba en Argentina. Fue entonces que tras escuchar el testimonio de la ex Dulce Amor, una amiga le contó lo que estaba pasando en Buenos Aires con quien había sido su compañero en Paito Feo.
El testimonio de Calu, fue una de las cosas que la animó a sacar aquello que tenía guardado desde hacía casi una década y que aunque lo esquivaba, no la dejaba continuar con su vida.
“Durante nueve años lo anulé para poder seguir adelante, hasta que unos meses atrás escuché a otra chica acusar a la misma persona y eso fue un cachetazo para mí. En el año 2009 estaba de gira con un programa infantil muy exitoso, tenía 16 años y era una nena. El único actor adulto que viajaba en el grupo tenía 45 años. Una noche él me besó el cuello y yo le dije que no, me agarró la mano, me hizo que lo tocara y me dijo: ‘Mirá como me ponés’, haciéndome sentir su erección”, relató Thelma Fardín en un video que se emitió el 11 de diciembre del 2018 en una conferencia de prensa que dio, acompañada por el colectivo Acrtices Argentinas.
Esta vez no había para Darthes espacio para una contra-denuncia como había hecho con Calu, Anita y con Natalia Juncos, quien también había hecho pública una situación similar a la de sus colegas con el actor. El testimonio de Thelma estaba acompañado por la denuncia por violación que había realizado en Managua, donde nueve años atrás habría ocurrido el hecho en el marco de una gira de Patito Feo.
Días después de que la denuncia se hiciera pública, el actor se fue a Brasil, país donde nació, y es por eso que ayer comenzó el juicio en su contra en San Pablo. Entre los once testigos que declararán durante los próximos días ante el juez Alí Mazloum de manera virtual, además de compañeros de elenco de Thelma en Patito, están Calu Rivero y Anita Co.
Las actrices prestarán testimonio desde las 14.00 acompañadas por su abogada Raquel Hermida Leyenda. “Testigos presenciales no hay, Calu no fue testigo presencial de nada. Quieren mostrar un perfil de conducta, tratarán de mostrar eso pero lo mas importante es probar los extremos de la denuncia, la Justicia no va a juzgar a alguien por sus antecedentes, si es bueno o malo, si no tiene acreditado el hecho primero”, analizó Fernando Burlando hace unos días.
Anita ganó el juicio que Darthés le había iniciado por injurias y la disputa legal de Calu continúa abierta, “a la espera de as pericias para probar el abuso y establecer que ningún abusador tiene derecho a reclamar dinero”, según explicó su abogada.
Lo cierto es que pasaron nueve años desde que Rivero se fue de Dulce Amor, el mismo tiempo que le llevó a Thelma poder hablar. Hoy su salida de la tira y su testimonio toman otra dimensión y acompañan una vez más, como lo hizo antes sin saberlo, a Fardin en su lucha por Justicia.
El lunes por la noche, tras la primera jornada del juicio, Fardin habló con los medios. “Estoy agotada, pero orgullosa por haber llegado hasta acá. Fue un día muy largo. Estuve todas estas horas declarando, contestando todas las preguntas. . Estoy agradecida por haber sido escuchada en la Justicia”, reflexionó. Se espera la sentencia para las próximas semanas y en caso de que la Justicia lo encuentre culpable, al actor podría caberle una pena de entre 6 y 12 años de prisión por “violación agravada”.
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