Roberto Edgar es la voz frente al micrófono de la banda tropical Volcán desde hace más de dos décadas. El cantante estaba en la cima del éxito en el año 1999 cuando recibió la peor noticia luego de subirse a un escenario un Día del Padre. El artista recordó aquella fatídica noche en su paso por Podemos hablar (Telefe), y confesó que consideró quitarse la vida luego de enterarse de que su madre y su representante habían muerto en un accidente automovilístico en la ruta rumbo a Mar del Plata, junto a otras tres personas allegadas a la familia.
En el momento en que Andy Kusnetzoff pidió que pasaran al frente quienes hayan recibido un golpe que haya cambiado sus vidas en 180 grados, Roberto se acercó al punto de encuentro y abrió su corazón sobre su recuerdo más doloroso. “Estaba en la cima de carrera, y un 19 de junio de 1999 hubo un accidente donde viajaban cinco personas: mi mamá, mi representante y la persona que me descubrió artísticamente, Roberto Fontana, su prima, su herman y el marido de mi madre; iban a Mar del Plata y yo estaba por tocar en Chacabuco con la banda”, relató en un comienzo.
Conmovido, continuó con el dramático relato: “A las diez y media de la noche se acerca un vecino que estaba viendo Crónica a preguntar si yo estaba por cantar y le dicen que sí, que estaba por subir al escenario; y pidió que me comentaran que mi madre había tenido un accidente, pero en ese momento el manager de ahí priorizó el dinero, el show, y me dejó subir al escenario y recién cuando termino de cantar me dice que me comunique con mi madre para averiguar”. Luego de llamar y no obtener ninguna respuesta lo invadió la desesperación y salió corriendo hacia la calle para buscar a alguien que lo acercara hasta la capital porteña.
“Todos fallecieron y ese momento fue muy duro porque tomé la decisión de quitarme la vida”, reconoció, ante la mirada atónita del conductor. Antes de explicar la desolación que sintió contó cómo fueron los minutos posteriores a confirmar la tragedia: “Llegué a Buenos Aires y ya la noticia estaba en los diarios. Según las pericias fue en una curva y supuestamente Fontana se durmió. Tuve dos velorios en dos noches, uno en capital con personas que fallecieron, y otro en la provincia de Misiones, porque mientras viajaba el cuerpo de mi madre y su marido a Misiones yo estaba en otro velorio”.
“Yo vivía en un departamento en el quinto piso en Avenida Cabildo y Juramento. Ahí decido que se había acabado todo porque era un dolor que no te puedo explicar. Voy a la terraza, abro la puerta el décimo segundo piso para arrojarme a la Avenida Cabildo, estaba completamente decidido”, expresó. Y agregó: “Tenía una confusión terrible en la cabeza y ahí me dije: ‘No, Dios ayudame a no tomar esa decisión’; cerré la puerta y estaba completamente solo, así que me arrodillé en el living y empecé a pedir fuerzas”.
“Fueron momentos duros, me duró cinco años la depresión”, confesó. En este sentido, aclaró el rol fundamentel que cumplió quien asumió la representación de su carrera, el productor Pepe Parada, quien decidió unir fuerzas con todos el círculo de amigos del artista para que lo ayudaran: “Les dijo: ‘Muchachos, Roberto está muy mal, este pibe termina en la droga o en el acohol, yo no lo veo de otra forma así que hay que darle una mano; por suerte no tuvo razón con la droga y el alcohol, pero si caí en una depresión tremenda”. Media década más tarde el cantante se aferró a la fé en Dios y encontró en la religión la fuerzas para seguir adelante.
Sobre el final del programa Roberto volvió a hablar del tema en el fragmento donde los invitados hacen un meaculpa sobre momentos de sus vidas: “Me perdono por ese momento donde pensé que quizas todo se había terminado. Fue algo muy importante para mí por esa fuerza que bajó de algún lado y me ayudó. Me perdono todas esas cosas feas que pasaron por mi cabeza que por suerte no escuché y hoy puedo estar acá”.
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