—¿Qué cocinaste?
—Un pescadito.
—¿Tiene nombre?
—¡Raúl!
Ese desopilante diálogo entre Joaquín Levinton y Germán Martitegui quedó sellado en la memoria de los espectadores de la tercera temporada de Masterchef Celebrity (Telefe). Se trataba del primer plato que el músico presentaba en el ciclo, y aunque el jurado más temido le estaba preguntando por el tipo de proteína que había cocinado, el cantante bautizó a su pescado con un nombre propio. Ese cómico debut lo posicionó en lo más alto de las tendencias de Twitter y desató la carcajada de muchas familias detrás de la pantalla. A dos semanas de su desembarco en el reality, el artista habló con Teleshow y contó cómo está pasando los días en las cocinas más famosas del país.
Puntual, Levinton se conecta a la entrevista vía Zoom al medio día y se dispone a hablar con este medio desde uno de los rincones de su casa. Apasionado por el arte, eligió sentarse frente a un colorido cuadro que combina con su outfit. Hijo de una familia de arquitectos, cuenta que en su escaso tiempo libre deja fluir su creatividad con la brocha y el pincel. La pintura forma parte de su vida y la heredó de sus seres queridos.
Su vocación primera es la música, y desde su más tierna infancia sonaban melodías en su casa: su abuelo le tocaba el violín a su abuela, y al ver en primera persona aquella conexión hipnótica se dio cuenta de que soñaba con crear sus propias canciones. Hasta los cuatro años no habló, y cuando recuerda aquella etapa sin emitir palabras reflexiona: “Se ve que no encontraba nada para decir, hasta que se me ocurrió, y después pasé de tararear temas de Sui Generis a componer”.
Levinton es quien toma el micrófono de Turf hace más de dos décadas, la banda argentina que llegó a los escenarios en los 90 y marcó también los primeros años del nuevo milenio con éxitos como “Magia blanca”, “Pasos al costado” y “Loco un poco”, entre muchos otros. Toda esa experiencia se traduce en un compilado de anécdotas que siempre consiguen capturar la atención: desde ser teloneros de los Rolling Stones y recibir objetos contundentes que pusieron en riesgo la integridad física de los músicos, hasta el accidentado inicio de su amistad con Charly García.
Ferviente hincha de River Plate desde los seis años cuando su padre lo llevó a ver un partido, sin saber que cuando creciera sería él quien tocaría en esa misma cancha. Por estos días combina su perfil de músico con el de aprendiz de cocina: está celebrando los veinte años del disco Turfshow, mientras graba un nuevo álbum para el 2022, y sigue en carrera en el programa conducido por Santiago del Moro.
“Me estoy divirtiendo mucho en esta nueva faceta, y lo lindo es que me conozcan desde otro lugar también, por ahí un poquito más desopilante y personal; para mí también está bueno desarrollar otra parte de mi persona”, expresa sobre su presente como participante de Masterchef Celebrity 3. Aunque asume que no tenía experiencia previa en el mundo culinario, está decidido a “darse maña” para defender su lugar en la competencia: “Soy astuto para zafar, pero todavía no me sale nada rico, o más bien muy pocas cosas”.
Siempre con una sonrisa pícara que parece estar planeando alguna travesura, se tienta cuando recuerda su reciente dupla culinaria con la judoca Paula La Peque Bareto, quien también participa del ciclo. Pese a sus personalidades opuestas lograron trabajar en equipo a la perfección y brillaron con su cordero a la villeroy. Incluso los jurados bromearon sobre la feliz pareja que conformarían. “Los vi como tocarse mucho”, comentó sin filtro Martitegui, al tiempo que la deportista justificó la cercanía: “Cuando estoy nerviosa soy de abrazar y hacer masajes”. Luego de aquella curiosa respuesta, Levinton aportó el broche de oro: “Y ese cariño se lo transmitimos a la comida”.
En septiembre lanzó un nuevo single de la mano de Turf, “Malas decisiones”, y una frase de la letra define su actitud frente a la vida: “Si el tiempo es el correcto, yo estoy siempre dispuesto”. A sus 46 años mantiene la curiosidad y la creatividad intacta, un sello personal que lo ayuda a enfrentar las más impensadas situaciones en su faceta de rockstar: “Todo lo que yo cuento aunque parezca desopilante es real, no exagero nada; por ahí tengo esa cualidad de que lo cuento divertido, pero en la vida de un cantante de rock todo es bastante bizarro, comenzando por la profesión”.
—Estás en pleno boom de Masterchef y de Turf, ¿cómo lo estás viviendo?
—Los días vienen bastante agitados porque es verdad que estoy en un momento muy intenso con Turf y más intenso aún con Masterchef. Requiere mucha concentración y mucho tiempo por día porque son muchas horas donde se viven distintas emociones. Lo que dura una jornada de grabación se parece mucho a un día de videoclip, y en medio de todo eso estoy teniendo un poquito de vida propia.
—Una rutina ajetreada…
—Sí, súper cansador. Empieza muy divertido porque tenés la energía como arriba, pero después no podés evitar cansarte un poquito. Y te digo que hay que estar ahí en la cocina con el calor del horno y tener una hora sola para hacer un montón de cosas. Pero para mí es muy divertido, es una experiencia nueva. Aprendo y me divierto, así que está buenísimo.
—¿Y qué te llevó a aceptar la propuesta? ¿Ya conocías el formato?
—No lo conocía. Se fue dando todo muy naturalmente. Un día fui a PH: Podemos hablar y fue un suceso el programa. Mi forma de ser natural generó mucha buena onda, la gente se divirtió mucho. La producción de Masterchef ya venía interesada desde antes, pero supongo que al ver la repercusión que tuvo se deben haber entusiasmado un poco más como para llamarme y querer realmente que yo esté.
—Además tuviste un debut explosivo con tu famoso pescado Raúl…
—Sí, esas son cosas espontáneas. Creo que parte de lo divertido es que así sea. Evidentemente la gente está necesitada de un poquito de humor y de espontaneidad y de algo fresco que por ahí en los medios en este momento está un poco ausente. Sino no hubiera tenido tanta repercusión. Te juro que me paran en la calle para preguntarme: “¿Vos sos el del ‘pescado Raúl’?”. Me sorprende hasta de los más chiquitos.
—Ese perfil divertido tuyo en Masterchef está teniendo mucho éxito en los más chicos…
—Es que en un punto es bastante infantil el programa, porque tiene esa cosa lúdica de que es un juego y después tiene esos personajes medio fantasiosos, porque los jurados son como de fantasía. La parte más divertida del programa es cuando me choco yo contra el jurado, es como Los tres chiflados con Bob Esponja.
—Hace poco le pusiste nombre también a una rata comestible, la bautizaste Miguel…
—Sí, pobre, la hice sorda porque no tenía orejas, pero estaba bueno para la consigna, que era todo pensado para los chicos. La verdad es que a mí siempre me gustó mucho la televisión. Me gustan mucho los estudios de TV, y en su momento supe hacer un piloto para un programa que yo tenía en mente. Después no se llevó a cabo porque requiere largas horas de trabajo y dedicación, y yo no podía en ese momento; pero eso no quita que en el futuro lo pueda a hacer.
—¿Se viene un Levinton conductor?
—Y por ahí sí, ¿por qué no? [risas]. Esa parte que le divierte a la gente a mí me sale naturalmente. Soy así desde chiquito.
—En cuanto a la música, hace poco sacaron nuevo single con Turf, ¿estuviste componiendo en cuarentena?
—Sí. Estuvimos haciendo cosas con Turf y con un grupo que tenemos con mi hermana que se llama Los sinvergüenzas. Estuve viviendo con mis hermanos en mi casa porque mi papá es grande, la mamá de ellos también, entonces para no correr riesgos vinieron ellos para acá y fue muy lindo porque nunca habíamos vivido los tres juntos. Esa experiencia mezclada con los dos grupos que tengo y hacer canciones estuvo muy bueno. Además de arreglar mi casa, que también me dediqué a eso en pandemia. Pude dedicarme más tiempo a mí mismo, porque cuando uno está yendo y viniendo con un grupo, te vas un jueves y volvés un domingo a la noche hecho pelota. Los días que restan de la semana estás demasiado agotado para hacer cosas para vos.
—Un gran reencuentro familiar entonces, y en tus redes se te ve muy cercano a tu familia
—Es que tengo una familia muy linda y muy numerosa. Mis primos y mis tíos son todos artistas, músicos y arquitectos.
—Hace poco subiste una foto de tu abuelo tocándole el violín a tu abuela
—Ay, ¡pero qué linda foto! ¡La cara de ella es todo, se desvive de amor!
—¿Y siempre había música en tu casa? ¿De ahí viene tu inspiración?
—Sí, todo el tiempo. Todos tenían facilidad y buen oído para tocar un instrumento o para pintar. Mi papá pinta y mis otros primos son artistas muy buenos. Todos son arquitectos: mis primos, mi papá, sus hermanos, mi mamá. Después de la arquitectura se transformaron en artistas, bailarines, artesanos de objetos de cerámica.
—Hay alguien que apareció en todos tus discos y siempre está presente: Charly García. ¿Cómo nació esa amistad?
—Hace muchísimo que conocí a Charly. Hace 20 y pico de años por lo menos. Todo pasó en el contexto de Say no more, cuando era un Charly García descontrolado yendo y viniendo de aquí para allá, cuando se subía a todos lados a tocar y también estaba muy accesible porque estaba callejeando por todos lados. Él tenía y tiene un amigo que se llama Javier Laborde, alias el “Mick Jagger de La Ferrer”, que era como su secuaz, y una vez mientras estábamos tocando cayó con Charly y le encantó el grupo. Igual antes tuvimos una novia en común y eso hizo que él me llame por teléfono para querer matarme; después entendió que nadie tenía mala intención y tampoco es que él estaba de novio con esa mujer así que, me quiso matar pero a los dos minutos quedamos amigos.
—Y ese vínculo perdura hasta nuestros días, porque te vio mientras ensayabas en la cocina para Masterchef Celebrity 3…
—Sí, se reía de mí. Me vio a través de un vivo de Instagram. Pegamos una recontra buena onda desde el primer día que se mantuvo, se extendió y se transformó en un montón de invitaciones a grabar nuestros discos; vino a cantar muchas veces a los shows, y hasta participó de uno de nuestro videoclips, algo poco común que Charly aparezca actuando en un videoclip. También el otro día canté en el homenaje por sus 70 años y estuve en el posterior festejo por su cumple.
—¿Y sentimentalmente cómo estás?
—Estoy solo. Pero como dice la canción, siempre estoy dispuesto [risas].
—¿Qué se viene ahora con Turf?
—Se viene nuevo disco en marzo, y giras por México y España. Además el año que viene voy a tener un poco de tiempo para descansar también, que no me va a venir mal. Tengo una casita en Valeria del Mar y me iré para allá a pasar unos días. Algo bueno tiene que pasar después de todo lo malo que ya hemos pasado, yo siempre fui optimista desde chiquito. Por eso lo de Masterchef es lindo, porque se combina con mi forma alegre de ser, y si le saco una sonrisa a alguien ya me siento hecho.
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