Son muchos los que están atentos a la evolución de la salud de Lía Crucet, que en los últimos años ha preocupado en varias oportunidades a sus fanáticos. La icónica cantante de 69 años enfrentó varias batallas en la última década: en 2012 luchó con todas sus fuerzas tras recibir el diagnóstico de cáncer de útero, y luego de ser operada consiguió recuperarse de la enfermedad, aunque sobrevinieron otras complicaciones. En el 2020 reapareció en un video desde su casa, y despertó preocupación por su apariencia. En agosto de este año sufrió un accidente doméstico donde se fracturó y tuvo que ser sometida a una cirugía de cadera. Aunque se especuló con una internación geriátrica para que tuviera una rehabilitación diaria, su pareja, Tony Salatino, habló con Teleshow y desmintió aquella versión. El productor aclaró que la artista permanece en su hogar y detalló cómo se encuentra.
Pasaron poco más de dos meses desde que se conoció la internación de la cantante por una inesperada caída en su hogar. Salatino, quien además es el manager de Lía, charló con este medio y aseguró que sigue a la espera de un milagro para que mejore el estado de salud de su compañera. “Está igual, no hay ningún avance ni nada de eso lamentablemente”, dijo en un comienzo vía telefónica. “Está en casa, y vamos a ver cómo superamos esto, porque la verdad cada vez estoy más destrozado, no puedo verla así, me agota porque tengo que trabajar y seguir, pero no la puedo dejar sola”, agregó.
“Mi trabajo acá no existe, mi trabajo está en Buenos Aires, pero con quién la dejo si no tengo ni enfermera ni cuidadora 24 horas. Cuando las cosas pican es como se abre de gambas todo el mundo, yo lo siento así”, aseguró. En este sentido, el productor aclaró que por el momento no está trabajando para poder cuidarla en todo momento: “Estoy solo con ella, y tiraré hasta donde pueda, quería buscarme un laburo y hacer una producción”.
“Eso que habían dicho al principio que yo buscaba un clon de ella, no es cierto. Yo buscaba a alguien para producir como la produje a Lía y como produje a su hija”, sostuvo. En este sentido, cabe recordar que Salatino mantuvo un fuerte enfrentamiento mediático con la hija de la artista, Karina Crucet, quien también se dedica a la música. “No tengo la mano de nadie, estoy solo con ella, peleándola hasta donde pueda. Estoy agotado por todos los problemas, y en las obras sociales nadie quiere poner nada; hace dos años y medio que no laburamos, cómo se puede hacer, no hay manera de afrontar todo”, afirmó la pareja de la cantante en referencia a la cobertura que brinda la obra social de SADAIC.
“Yo esperaba un milagro, yo hice lo que haría cualquier persona que ama a su pareja, o a su madre, o a su hijo, pero bueno, si puedo soportarlo lo voy a soportar hasta donde pueda, no queda otra”, expresó Tony. “Sin ofender a la hija, pero no tengo ayuda de nadie, y lo que tiene Lía no se lo deseo ni a mi peor enemigo porque es una situación horrible”, confesó. Y continuó: “Espero que la hija llame de vez en cuando para decirle por lo menos: ‘Hola mami, ¿cómo estás? ¿Cómo te sentís?’, porque habrá llamado desde que estamos acá cuatro veces y dijo que iba a venir, le prometió a ella, y no vino nunca”.
“Todavía estoy esperando que venga a ver a la madre, no quiero conflicto con la hija pero es la verdad. Lo que menos quiero es tener peleas mediáticas, pero sino tiene ni que verme a mí si quiere, que venga a ver a la madre”, insistió. Luego contó que no tiene en claro cómo seguirán afrontando el delicado cuadro de salud de la artista, ya que aunque tiene movilidad y puede caminar con cierta dificultad, necesita permanente cuidado y atención: “Estamos en la lucha, vamos a ver más adelante qué hacemos, si es que es necesaria otra internación más adelante, pero yo no pensé que iba a ser tan difícil”.
“La seguiremos pelando y en algún momento si Dios quiere vamos a salir. A mí la situación me está superando, pero trato de hacer lo imposible para seguir estando con ella. Vamos a ver qué nos dice el destino, estoy esperando el milagro”, cerró Salatino. Cabe recordar que la propia Crucet había contado cómo se recuperó luego de su batalla contra el cáncer: “Hice todo lo que tenía que hacer, en un principio me dijeron que no tenía cura y los médicos no sabían qué hacer, hasta que el Dr. Casanovo se empecinó en salvarme; leí la Biblia, vinieron pastores a casa y oramos y en conexión directa con Jesús y Dios; de a poquito me fueron dando el tratamiento. En el último estudio salió que había desaparecido y los médicos estaban atónitos”.
En enero de 2020, la nieta de Lía, Malena González, contó que su abuela sufría de esquizofrenia y estaba muy mal de salud, lo que fue confirmado por la hija de Lía en su momento. “Desde que yo tengo 14 años muchas veces fue tapado por cosas que prefiero no revelar, y medicada se lleva bien, si se la cuida, pero en los últimos tiempos ha empeorado; no tenemos ganas de hablar de la enfermedad de mi mamá, porque ella no está en condiciones de hablar, tiene un delirio crónico”, confesó Karina. “No podemos involucrarla mucho, no está en condiciones. Está trabajando igual, hace presentaciones, pero es un conflicto en la familia porque si no está en condiciones de hablar, tampoco está en condiciones de trabajar”, había revelado además, dejando en evidencia la interna familiar en cuanto al manejo de la situación pública de su madre.
Sin embargo, en ese entonces Lía hizo un desgarrador video para desmentir los dichos de su hija y su nieta sobre su salud mental, y mostró la medicación que debe tomar. “No tengo esquizofrenia ni demencia, tengo bipolaridad. He trabajado con todos los artistas en veinte años de carrera y he ganado cualquier cantidad de discos de oro y de platino”, indicó en el clip. Un año y medio después la artista continúa con delicado estado de salud y permanece al cuidado de Salatino, con quien está en pareja hace 35 años.
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