A fines de septiembre estallaba el escándalo entre Fernando Gago y Gisela Dulko, luego de diez años de matrimonio y tres hijos en común. Fue Cinthia Fernández quien contó lo que estaba sucediendo puertas adentro de la casa familiar: “Él le fue infiel con su mejor amiga, con alguien del grupo de mamis del colegio”. Luego confirmó que el ex Boca y su amante habían oficializado su relación, al punto de convivir bajo el mismo techo. Tras conocerse todos esos detalles la ex tenista prefirió guardar silencio y recién después de algunas semanas publicó su primer mensaje en las redes sociales, aunque quedaba en claro que la separación ya era un hecho. A más de un mes de aquel difícil momento compartió una sincera reflexión en su cuenta de Instagram.
Dueña de un bajo perfil, Dulko suele concentrar sus posteos en su rutina junto a sus hijos, Mateo, Antonella y Daniele, fruto de su relación con el ex futbolista. Sin embargo, al tomar estado público la ruptura, volcó algunos de sus sentimientos en el mundo virtual. Ahora, posó para una selfie con una gran sonrisa y puso como ubicación “siendo feliz”. El texto que acompañó la foto fue alusivo al proceso personal que vivió este último tiempo: “Me apagué un poco, pero me volví a encender, porque yo puedo, siempre pude y podré”.
Una de las primeras en comentar su publicación fue Isabel Macedo, una de sus grandes amigas y confidente desde hace varios años. “Te amo”, le escribió la actriz junto a un emoji de corazón para acompañar sus palabras. A fines de octubre Gisela se mostró al borde de la pileta, disfrutando del sol y de una bebida refrescante en compañía de su mascota, y reflexionó: “La felicidad no es algo que se encuentra de modo casual, y tampoco es una entidad momentánea y efímera; la felicidad se construye y se encuentra en las cosas más pequeñas, las más insignificantes”.
“Disfrutar un día de sol, agradecer a Dios, a la vida , al universo de lo que tenemos; la vida siempre puede ser maravillosa si sabemos amarla”, concluyó. Con actitud positiva a pesar de la compleja situación familiar que vivió cuando se desató el escándalo, Gisela se refugió también en su pasión deportiva. La semana pasada asistió a un torneo de tenis para observar un partido y promovió que cada argentino apoye las iniciativas de deporte en nuestro país.
Cabe recordar que Fernández contó la cronología de los hechos en Los ángeles de la mañana (El Trece): “Los habría encontrado en su propia casa, en su propia cama. Abrió la puertita y estaba Fernando Gago con esta chica”. En este sentido, aseguró que Dulko se mudó a San Isidro y cambió a sus hijos de colegio, al mismo tiempo que iniciaron los trámites del divorcio. La panelista reveló el nombre de la supuesta tercera en discordia, Verónica Laffitte, y contó que es dueña de una escuela de danza en Nordelta, zona en la que vivía el ex matrimonio.
La relación de Gago y la ex tenista arrancó en 2009: Pintita jugaba en el club español Real Madrid cuando la conoció en el Masters Series de Madrid. El flechazo fue inmediato y dos años más tarde, la pareja se casó en el Registro Civil de Palermo y celebró su unión en el salón Tattersal. Al año siguiente, la deportista abandonó su carrera deportiva, se dedicó a la crianza de sus tres hijos, y lanzó una marca de indumentaria infantil.
Los noviazgos anteriores del ex futbolista y director técnico tampoco habían desembocado en un buen recuerdo: tal es el caso de Micaela Vázquez y Silvina Luna. La ex Gran Hermano reveló que “fue su peor novio”, ya que mientras salían él mantuvo una relación paralela con la actriz. Lo peor es que se enteró del engaño cuando leyó en las revistas de que se iban a vivir juntos a España, y Vázquez afirmó que a los seis meses de separarse, el deportista se casó con Dulko.
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