Segunda jornada esta nueva temporada de Masterchef Celebrity (Telefe) y el jurado compuesto por Damián Betular, Donato de Santis y Germán Martitegui plantearon un desafío “estético”. “Disfruten de esta experiencia porque es única y disfruten competir”, dijo el pastelero. “Traten de imaginarse el plato terminado. El emplatado tiene un gran valor: o solo cocinen rico, cocinen lindo”, sugirió el italiano. “Lo más importante es que cocinen con amor y siempre, siempre vayan por más”, cerró el cocinero calvo.
Frente a sí mismos, los participantes tenían dos cajas misteriosas. Una grande, que portaba todo tipo de alimentos blancos: coliflor, quesos, pescados, porotos, huevos, nabo, berenjena blanca, arroz... Y una más pequeña, repleta de colores: espinaca, pimentón, tomate, cúrcuma, frambuesa, mostaza, zapallo, entre otros ingredientes y condimentos.
“El gran desafío es preparar un plato que sea no solamente innovador, sino que tenga color y sabor. Tienen que unirse, teñirse para transformar este lienzo blanco en algo rico, vistoso, en donde puedan explayarse como verdaderos artistas”, anunció el jurado. Lo particular de la prueba es que los participantes no necesitaron pasar por el mercado, ya que tenían todos los alimentos con ellos.
Antes de que comenzaran a correr los 60 minutos de rigor, Joaquín Levinton se mostró superado por la prueba: “El 90% de los elementos no los conozco, ni los vi nunca en mi vida. Y esto me dan ganas de pintar un cuadro. Acá se usan muchísimos utensilios y cosas que yo... En mi casa hay cuatro tenedores y dos cuchillos con la punta así”, dijo el cantante con su habitual humor desfachatado.
“Ajo podría ser... o no”, dudó el líder de Turf ante una cabeza de ajo. “Es el primer programa y prefiero ser cauteloso y no arrebatarme con todas las cosas a la vez”, dijo en backstage. No se hallaba con lo que tenía en su estación y comenzó a pedir ayuda a sus compañeros alrededor. “¿Y esto que es?”, le preguntó a María del Cerro, quien cocinaba detrás suyo. “Eso es chocolate blanco”, le contestó la modelo. “Hay muchas cosas que no sé cómo se llaman”, señaló Joaquín. “Miro a ver qué puedo llegar a reconocer y hay muchísimas cosas que yo no sé cómo se llaman”, insistió.
“Perdón, ¿la crema para batir es igual que la crema normal?”, volvió a preguntarle a Mery. “No, es para batir... O sea, tenés que batir”, le contestó con un apabullante sentido común. Un rato después, Levinton se puso nervioso al ver llegar a Donato y Martitegui a su estación: “Uy, no, me muero”, exclamó el músico. Y les explicó lo que estaba intentando preparar: “Estoy seleccionando lo que voy a utilizar. Tengo pensado hacer este pescadito con un purecito. Ah, y este también lo voy a hervir y lo voy a poner de acompañamiento”, dijo señalando un coliflor.
“¿Por qué no al horno? Tirale manteca, sal, pimienta, un poco de cúrcuma y al horno. ¡Ya!”, le sugirió Germán, quien agregó: “En vez de papa, puede ser de nabo el puré”. “No lo conozco al nabo”, se justificó Joaquín. “¡Conocelo, mordelo!”, le dijo Martitegui, enérgico. “Tenía un sabor horrible. No, no me animo. Prefiero no utilizarlo”, confesó el cantante después, en el backstage.
Así, Joaquín siguió deambulando entre las estaciones para pedirle ayuda a sus compañeros. “A la papa hervida... ¿Qué se le pone además de papa?”, le preguntó a Juariu. “Manteca, para mí”, le contestó la tucumana. “Primero la hiervo y después... ¿La pongo en la sarten?”, quiso saber el cantante. “Sí, para mí sí. Y después ponele queso”, lo ayudó la influencer.
“Trato de copiarme de María o de los otros a ver si saco información”, dijo Levinton y volvió a atacar a su compañera más cercana: “¿La papa tiene que estar muy blanda para ser hervida?”, la consultó. Del Cerro lo miró, revoleó los ojos y cerró: “Y... tiene que estar blanda”.
“Para la papa hervida... ¿Tiene que estar muy blanda?”, insistió Joaquín, pero ahora con Tomás Fonzi. “Y... sí. Pero puede estar un poco dura”, le devolvió el actor. “Y después de eso, ¿la pongo a la sartén o no?”, preguntó el cantante pero Tomás no entendió del todo la consulta. “Trato de ayudarlo, pero no sé si le di una mano...”, cerró el hermano de Dolores.
Mientras cocinaba, Joaquín recibió la visita de Santiago del Moro. “¿Es cierto que cuando se oficializo que ibas a estar acá, Juanse te llamó y hablaron una hora y media?”, le preguntó el conductor. “Sí, fue muy gracioso eso, porque estuvimos como 20 años sin hablar. De la nada me dice: ‘¿Tenés una foto conmigo? Porque te quiero ayudar con Masterchef. Y terminamos hablando una hora 45 minutos. Me dio consejos, parecíamos dos viejas preparando la pasta para el domingo de la familia”, contó Levinton.
Finalmente, Joaquín fue el primero en entregar su plato ante el jurado. Un lenguado al champiñón con papas y coliflor... Sin embargo, el artista no tenía muy claro cómo había hecho su plato. “¿Qué cocinaste?”, quiso saber Martitegui. “Un pescadito”, contestó Levinton. “¿Un pescadito? tiene nombre?”, insistió el jurado. “¡Raul!”, fue la desopilante respuesta del frontman de Turf, con la que despertó las risas en todo el estudio. “Le vi cara de ‘Raúl’ a ese pescado”, se justificó.
“¿Es merluza? ¡No, lenguado! Con unas papitas hervidas al hospital”, dijo entre risas y confesando que “nunca había cocinado coliflor... Ni pescado”. Pese a todo, la devolución de los jueces fue favorable. “La verdad que no esperaba nada, o sea que lo trajiste me sorprendió un poco. Tenés que saber el nombre de lo que estás cocinando, tener curiosidad es parte de aprender y compenetrarte en este papel de cocinero. Zafaste”, le dijo Germán. “Se nota un hilo conductor, hay terreno fértil. Mal logrado, pero no en su totalidad. Sos un músico, yo esperaba un poco más de color, como jugando con las notas y que salga una melodía espectacular”, le apuntó Donato.
Con todo, Joaquín Levinton superó la prueba y subió al balcón con los mejores de la jornada (Juariu, Mica Viciconte y Tomás Fonzi) y volverá a cocinar el miércoles.
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